La lluvia caía implacable sobre Sky City, cubriendo las calles con un manto gris y lúgubre. Desde la distancia, la sede central de CHO Corp brillaba bajo las luces de seguridad, un coloso de acero y cristal que representaba el poder inquebrantable de una de las corporaciones más temidas de la ciudad. Kuro, Killer Zero, Alter, Ego y el Doctor observaban el edificio desde una azotea cercana, sabiendo que esta noche marcaría el inicio de su lucha directa contra Gustaf Von Petrick.
—"¿Estás seguro de esto?", preguntó Alicia, conocida como Killer Zero, mientras ajustaba su máscara. Su tono seguía siendo enérgico, pero la tensión en el aire era innegable.
Kuro no apartaba la vista de la fortaleza corporativa frente a ellos.
—"No tenemos otra opción. Von Petrick es la clave. Si lo eliminamos, cortamos la cabeza de la serpiente".
Alter, con un destello de emoción en los ojos, manipulaba su dron, preparándolo para la infiltración.
—"¡Esta es nuestra oportunidad!", exclamó. "He revisado todos los accesos de seguridad. Con la tormenta interfiriendo las cámaras externas, es el momento perfecto".
El Doctor, silencioso hasta entonces, finalmente habló.
—"Von Petrick es mucho más peligroso de lo que creen. No es solo un ejecutivo corrupto. Ha estado manipulando las investigaciones y las operaciones desde las sombras durante años. Y ahora, está buscando consolidar su poder con algo mucho peor…"
Kuro lo miró con curiosidad, pero antes de que pudiera preguntar más, Alter anunció que el dron ya estaba en posición. Había encontrado una entrada sin vigilancia directa, lo que les daba una oportunidad limitada para entrar antes de que el sistema de seguridad los detectara.
—"Vamos", dijo Kuro. "Es hora de hacer nuestra jugada".
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La infiltración
El equipo descendió de la azotea en silencio, moviéndose como sombras entre las calles vacías. Kuro lideraba, sus pasos medidos y calculados, mientras Alter y Ego mantenían una vigilancia constante con sus dispositivos. Alicia, siempre lista para el combate, iba detrás de ellos, con una sonrisa contenida en su rostro. La emoción de lo que estaba por venir la energizaba.
Llegaron a una puerta lateral de servicio, donde el dron de Alter ya había desbloqueado la cerradura digital.
—"Desactivé la alarma por unos minutos", explicó Alter mientras abría la puerta. "Después de eso, tendremos que improvisar".
El equipo ingresó al edificio, moviéndose por los pasillos oscuros y desolados. La tensión era palpable, pero el entrenamiento y la experiencia de los Cuervos mantenían a todos enfocados en la misión. No había espacio para errores.
Cuando llegaron al nivel de investigación, encontraron la primera señal del verdadero poder de CHO Corp: decenas de cápsulas de contención llenas de humanos modificados. Algunos estaban conscientes, otros en estado de animación suspendida, pero todos mostraban las cicatrices de los experimentos fallidos.
—"Esto es… inhumano", murmuró Ego, su voz temblando. Alter, aunque siempre parecía despreocupado, se veía visiblemente perturbado.
—"Esto es lo que hacen", dijo el Doctor, apretando los puños. "Son monstruos, no solo científicos. Von Petrick permitió que esto sucediera, todo en nombre del poder".
Kuro asintió, su rostro tenso. Este descubrimiento confirmaba todas las sospechas que había tenido sobre CHO Corp, pero ahora no era el momento para perder la concentración. Tenían un objetivo claro.
—"No podemos liberar a estas personas ahora", dijo Kuro. "Pero cuando Von Petrick caiga, esto se detendrá. Sigamos".
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El enfrentamiento con Von Petrick
Finalmente, llegaron a la sala de mando, donde se encontraba Von Petrick. El gran ejecutivo estaba rodeado de pantallas holográficas que mostraban datos complejos y gráficos en movimiento. En el centro de la sala, una gran ventana de cristal mostraba una vista panorámica de Sky City, una vista que Von Petrick claramente disfrutaba como si fuera su dominio personal.
Al percatarse de su presencia, Von Petrick sonrió con desdén, sin mostrar el menor atisbo de miedo.
—"Así que finalmente decidieron venir a por mí", dijo en un tono calmado y arrogante. "Kuro, el famoso cazador de recompensas, y sus aliados. Francamente, esperaba más competencia".
Kuro dio un paso al frente, sus ojos clavados en Von Petrick.
—"Sabemos lo que haces, Von Petrick. Tus experimentos, tu manipulación, todo. Esta noche, acaba".
Von Petrick rió suavemente, como si las palabras de Kuro le causaran diversión.
—"¿Acaba? No entiendes nada, ¿verdad? Lo que he hecho aquí no es para mí. Es para el futuro de la humanidad. CHO Corp no es solo una empresa, es el único baluarte contra el caos que amenaza con destruir esta ciudad".
—"¡Eres tú quien está causando ese caos!" —gritó Alicia, avanzando junto a Kuro, con la pistola en la mano. "Manipulas a la gente, creas monstruos, y todo en nombre de tu propia ambición".
Von Petrick la miró con lástima.
—"Ambición... no es ambición. Es supervivencia. Esta ciudad, este mundo, están en constante decadencia. Lo que hago aquí es para asegurar que haya un mañana. Y si para eso tengo que sacrificar unas pocas vidas... entonces lo haré sin dudar".
El Doctor, que había permanecido callado, finalmente intervino, con una furia que apenas podía contener.
—"¿Cuántas vidas más, Von Petrick? ¿Cuántos más serán sacrificados por tu 'visión'?"
Von Petrick lo miró, con un destello de reconocimiento.
—"Ah, el Doctor traidor. Me pregunto cómo sigue con vida... aunque no por mucho tiempo".
Con un gesto rápido, Von Petrick presionó un botón en su consola, y las luces parpadearon. De las sombras surgieron varios soldados de élite con armaduras avanzadas, empuñando armas tecnológicamente mejoradas. Estos no eran los típicos guardias de seguridad; eran el producto final de los experimentos de CHO Corp: soldados modificados genéticamente.
—"Prepárense", murmuró Kuro mientras desenfundaba su espada.
La batalla
Lo que siguió fue un caos total. Los soldados de élite atacaron sin piedad, moviéndose con una velocidad y fuerza antinaturales. Kuro esquivaba sus golpes con precisión, mientras desarmaba a sus oponentes con rápidos movimientos de su espada. Alicia se movía como un relámpago, eliminando a los soldados con disparos certeros, cada bala encontrando su objetivo con letal eficiencia.
Alter y Ego usaban sus habilidades tecnológicas para interferir con los sistemas de los soldados, causando cortocircuitos en sus armaduras y desactivando sus armas a distancia. Pero los enemigos eran formidables, y a pesar de sus esfuerzos, la batalla era intensa.
Von Petrick observaba desde la seguridad de su sala de mando, una sonrisa sádica en su rostro mientras sus "creaciones" luchaban por él.
—"¿Lo ves, Kuro?", gritó desde su plataforma. "Este es el futuro que estoy construyendo. Uno en el que los débiles serán eliminados, y solo los fuertes prevalecerán".
Kuro, con una mezcla de rabia y determinación, apartó a uno de los soldados y se lanzó hacia Von Petrick.
—"Tu futuro es una pesadilla", gruñó.
El desenlace
Justo cuando Kuro estaba a punto de llegar a Von Petrick, el ejecutivo activó un escudo energético, deteniendo el ataque en seco. Von Petrick rió con superioridad.
—"Será mejor que se preparen para lo que viene, Cuervos. Esta ciudad... pronto será mía".
Antes de que pudieran reaccionar, Von Petrick desapareció en un escape preparado, dejando atrás a su ejército caído y un rastro de destrucción. Kuro, furioso, miró la pantalla que mostraba la huida del villano.
—"Esto no ha terminado", murmuró.
Alicia, jadeando por la batalla, se acercó a su lado.
—"No, pero lo alcanzaremos. Aún no hemos acabado".
Con la promesa de enfrentarse nuevamente a Gustaf Von Petrick, el equipo se preparó para lo que vendría. La batalla había comenzado, pero la guerra por el control de Sky City apenas estaba por empezar.