Después de varios días explorando el territorio y analizando cada rincón, llegué a una conclusión. Aunque este lugar es grande y está estratégicamente ubicado, la tierra parecía muerta, sin vida.
El aire estaba cargado de un olor a ceniza y humo apagado, como el recuerdo de una hoguera que se extinguió hace siglos. Cada paso resonaba en el silencio, como si el propio suelo estuviera absorbiendo cualquier sonido. La sensación era de desolación, como caminar por un cementerio abandonado.
Según los análisis de Sofía, existe potencial para convertirlo en una tierra fértil, pero hay un problema: una fuente de energía mágica, potente y antigua, parece estar drenando y corrompiendo el suelo, impidiendo que nada crezca aquí naturalmente.
En ese instante, mi mente se quedó en blanco. La frustración me invadió mientras buscaba una solución para ubicar la fuente del problema. '¿Qué puedo hacer?', me pregunté, sintiendo la presión del tiempo.
Pero entonces recordé a Zero, mi leal subordinado, que había estado entrenando intensamente con Ryoga. Su objetivo era claro: volverse más fuerte para protegerme.
Me sorprendió su determinación, considerando que superaba mi fuerza en combate, eso cambia cuando activaba el modo automático.
Sin embargo, sabía que sin la ayuda de Sofía, Zero tendría la ventaja en un enfrentamiento directo. Afortunadamente, Ryoga había mantenido a Zero ocupado con entrenamientos exhaustivos, lo que me había dado un respiro. Ahora, estaba ansioso por ver los resultados de su esfuerzo y ver cómo había mejorado.
En el silencio, Sofía habló con claridad: "Análisis completado. La fuente del problema está a 10 km de aquí." Me sorprendió la rapidez con que obtuvimos resultados.
¿Cuál es la causa del problema, Sofía? ¿Qué impide el crecimiento de esta tierra?", pregunté con curiosidad.
Sofía respondió directamente: "Es una espada, ubicada en una aldea cercana."
"¿Una espada?", pensé, intrigado. Si puede afectar toda esta zona, debe ser extremadamente peligrosa.
Al escuchar esas palabras, me percaté del peligro que implicaba enfrentarme a eso personalmente, por lo que decidí enviar a Zero.
Llamé a Zero, y su presencia fue instantánea. Su habilidad de Teletransportación me impresionaba a la ves me daba un poco de envidia.
Apenas apareció, Zero se inclinó con respeto y preguntó: "Dígame, mi señor, ¿para qué le soy útil?"
Le respondí sin rodeos: "Zero, últimamente he notado que te has vuelto más fuerte, aunque eso no importa ahora.
Tengo una misión para ti. Puede llegar a ser un poco peligroso.
Zero, con una sonrisa confiada y sin dudar, respondió:
Mi señor, cualquier cosa que me pida, la haré sin pensarlo. No importa cuán arriesgado sea.
Sus palabras me llenaron de confianza mientras le explicaba la situación:
La tierra está infértil, y una espada drena la energía de este lugar. Mi objetivo es crear un reino próspero, donde la gente pueda vivir en paz y armonía. Un lugar donde podamos proteger y cuidar a nuestros súbditos, y asegurar un futuro mejor para todos.
Zero, solo te daré una orden, y quiero que la cumplas bien: ve e investiga la fuente que drena la energía de esta tierra.
Si es posible, recluta súbditos para nuestro nuevo reino. Si la misión se vuelve peligrosa, evita peleas innecesarias. Quiero que la gente me siga por voluntad, no por la fuerza.
Tu tarea es clara: investiga, dialoga y, si tu vida corre peligro, elimina cualquier amenaza sin dudarlo. No toleraré un fracaso.
Al oír esto, Zero esbozó una gran sonrisa.
Esta era la primera vez que le daba una orden directa.
Entiendo, mi señor. Regresaré victorioso, con nuevos súbditos y traeré la espada como trofeo. Haciendo una reverencia, añadió con una chispa de entusiasmo.
Sin prestar mucha atención a su última frase, simplemente le dije: "Bien. Ve con cuidado y vuelve sano y salvo.
En ese instante, Zero se alejó volando, emanando un aura intensa mientras se dirigía a cumplir su misión.
Después de recibir la misión, Zero se retiró rápidamente, decidido a cumplirla sin fallar. Mientras volaba hacia su objetivo, observaba el paisaje verde que se extendía ante él: colinas suaves cubiertas de hierba alta y árboles dispersos que se alzaban hacia el cielo.
El sol brillaba sobre la tierra, iluminando pequeños arroyos que serpentean a través del valle. Aunque el paisaje era hermoso, poco le importaba a Zero.
Lo único que ocupaba su mente era cumplir con la orden de Sora-sama y reclutar nuevos súbditos para el futuro reino.
Antes de llegar a la aldea donde se percibía la intensa fuente de energía mágica, Zero notó algo inusual: un grupo de goblins que emanaban una sorprendente fuerza. Estaban asentados en una pequeña aldea primitiva, rodeada de árboles caídos y ramas entrelazadas.
Las chozas eran simples estructuras de ramas y barro, con techos de paja y hojas. Los goblins, unos 200 miembros, iban vestidos con ropas desgarradas y harapientas, hechas de pieles de animales y telas raídas. Llevaban armas rudimentarias: palos afilados, piedras talladas y lanzas improvisadas.
Zero frunció el ceño, evaluando rápidamente la situación. Aunque los goblins parecían primitivos y salvajes, sabía que este grupo podría ser útil para los planes de Sora-sama. Su fuerza y ferocidad podrían ser valiosas en batalla.
En la mente de Zero, esto parecía un simple juego de niños; tenía más que suficiente tiempo para cumplir su misión.
La aldea goblin estaba en plena celebración, con una gran hoguera en el centro y mesas llenas de carne asada y frutas silvestres.
Los goblins, unos 200, estaban reunidos alrededor de la hoguera, riendo y gritando mientras se alimentaban. Zero llegó al centro de la aldea, su presencia inmediatamente notada por los goblins, quienes sin embargo lo ignoraron por completo.
Irritado por la falta de atención, Zero frunció el ceño y apretó los puños. Su rostro se tensó en una expresión de desagrado, mostrando una ligera arruga entre las cejas.
Sin pensarlo dos veces, se acercó a la hoguera y, con un movimiento rápido y preciso, destruyó el alimento que estaban cocinando. La carne se quemó instantáneamente, y el humo se elevó hacia el cielo.
Los goblins se sorprendieron y retrocedieron, intimidados por la repentina acción de Zero. Su aura de energía oscura se intensificó, emanando una sensación de poder y autoridad. Zero se erguía sobre ellos, su figura imponente y su mirada penetrante.
"¡Bestias despreciables!", exclamó Zero, su voz fuerte y clara. "Vengo en nombre de mi señor Sora-sama. Solo tengo un objetivo: quiero que se sometan a su liderazgo. Para un grupo de criaturas tan comunes como ustedes, servir a un ser tan perfecto como mi señor es un honor que jamás podrían merecer."
Mientras hablaba, Zero se acercó un paso más a los goblins, su mirada fija en ellos. Su sonrisa era una línea delgada y amenazante, y su aura oscura parecía crecer y expandirse, envolviendo a los goblins en una sensación de miedo y sumisión.
Los goblins retrocedieron, intimidados por la presencia de Zero, quien aguardaba su respuesta con una mirada expectante.
Mientras Zero esperaba una respuesta clara, su mirada escudriñaba la aldea, evaluando la reacción de los goblins.
La hoguera central seguía ardiendo, pero la celebración había cesado. Los goblins se apiñaban, sus ojos fijos en Zero con una mezcla de miedo y sumisión.
Sin embargo, alguien dio un paso adelante. Era un anciano goblin, su rostro arrugado y su cuerpo encorvado, pero con una fuerza y autoridad que sobresalía entre los demás. Al ver a Zero, se inclinó profundamente, su cabeza casi tocando el suelo.
Aceptamos su propuesta de someternos a su señor…, dijo con voz temblorosa, sudando visiblemente.
Le rogamos que también nos brinde su protección, ya que le ofreceremos nuestras vidas.
Zero, sorprendido por la rapidez de la aceptación, respondió con tono irritado: "Sus peticiones las presentarán cuando estén frente a mi señor. Ahora, prepárense. Voy a cumplir la segunda parte de mi misión, y ustedes se presentarán dignamente ante Sora-sama y su mejor amigo, Ryoga-sama.
Dicho esto, Zero se dio media vuelta y abandonó la aldea, satisfecho.
Su rostro se relajó en una sonrisa mientras pensaba en los elogios que recibiría por parte de su señor al regresar con 200 goblins fuertes como súbditos.
Después de dejar dicha aldea. Zero se enfoco en ir a toda velocidad a la aldea donde estaba la fuente de energía.
Apenas llegó a la aldea, un grupo de hombres con espadas y lanzas lo rodeó, gritándole insultos.
¡Sucio demonio! ¿Eres uno de esos Hunos? ¡Respóndenos o te mataremos!" Zero, sin inmutarse y manteniendo la calma, respondió con respeto, mientras las mujeres y los niños se escondían en sus casas.
Buenas tardes, gente de esta aldea. Mi nombre es Zero, soy un subordinado leal de mi señor Sora-sama. Vengo en son de paz, pues he detectado una fuente de energía en este lugar que vuelve infértiles las tierras donde reside mi señor." Con una sonrisa segura, continuó.
Además, les traigo una propuesta. Mi señor me ha pedido que busque súbditos que quieran trabajar en sus tierras bajo su liderazgo. Yo mismo puedo garantizar su seguridad ante cualquier amenaza.
Zero usó entonces su habilidad "Tentador", una técnica de manipulación que creaba ilusiones en las mentes de sus oyentes, mostrándoles un futuro idealizado pará que acepten su propuesta.
La habilidad funcionaba aprovechándose de los deseos y aspiraciones más profundos de las personas, haciéndoles creer que su futuro sería mejor con Sora-sama. La ilusión era tan realista que parecía una realidad tangible.
Imaginen una vida sin preocupaciones, con tierras fértiles y cosechas abundantes", sugirió Zero, mientras su aura oscura se mezclaba con una luz tenue que parecía atraer a los aldeanos. "Imaginen un futuro donde sus hijos crezcan seguros y felices, bajo la protección de mi señor.
Sin embargo, una voz grave resonó, deteniendo la atención de todos.
¡Sucio demonio! ¡Usar esa habilidad de tentación para manipular a mis habitantes es peor que una herejía!"
Era un anciano, de cabello blanco y ojos brillantes, con una aura dorada que parecía envolverlo en una luz cálida y sabia.
Su presencia era imponente, y Zero pudo sentir la autoridad que emanaba de él.
Con un simple chasquido de sus dedos, el anciano anuló el efecto de "Tentador", rompiendo la influencia de Zero sobre los aldeanos.
Zero quedó atónito; jamás había esperado que alguien de esta aldea tuviera el poder de contrarrestar su habilidad tan fácilmente. Además, no había notado la presencia del anciano hasta que él decidió manifestarse.
Zero lo miró fijamente, con una sonrisa desafiante en su rostro.
No eres un simple anciano cualquiera, no con esa habilidad de anular habilidades. Por lo que sé, solo los héroes antiguos poseen habilidades así. Dime, ¿eres uno de ellos?
El anciano soltó una risa profunda y se dirigió a los habitantes de su aldea.
Regresen a sus casas, no hay nada que temer ,dijo, mientras reía.
Este sujeto no tiene la fuerza para rivalizar conmigo.
Sin darle mayor importancia a Zero, continuó tranquilizando a su gente, ignorándolo por completo.
Zero apretó los dientes, molesto por ser tratado con indiferencia. En un instante, invocó su guadaña, una presencia oscura y amenazante llenó el aire. La expresión del anciano cambió; por primera vez le dirigió una mirada seria a Zero.
Así que, quieres una respuesta ,dijo el anciano con una voz firme.
¿Eres acaso el espectro con el que luché hace cincuenta años? Apenas logré enviarte a una dimensión aislada.
Zero apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que el anciano continuara:
Si eres quien creo, entonces ya deberías saber quién soy. Soy el Héroe de los Héroes, el único que ha recibido las mayores bendiciones de este mundo.
Zero lanzó una risa fría. Para ser sincero, olvidé tu nombre hace tiempo. Han pasado cincuenta años, después de todo. Aunque, realmente, ni me interesa recordarlo.
Hoy, soy un sirviente leal de mi señor y he venido con una orden directa: hacer aliados y destruir la fuente mágica que ha vuelto infértil el territorio del mejor amigo de mi señor y también mi maestro… Ryoga-sama.
Al escuchar esas palabras, el anciano sintió cómo una gota de sudor le recorría el rostro. "¿Has dicho… Ryoga?" balbuceó, con la voz temblorosa.
Zero mostró una sonrisa desafiante. "Así es. Mi señor es el mejor amigo de Ryoga-sama.
El anciano retrocedió un paso, aún perturbado. "¿Entonces… fue Ryoga quien te dio ese nombre de Zero… y también un cuerpo físico?"
Zero dejó que una risa baja y oscura escapara de sus labios. "No. Mi verdadero señor se llama Sora. Fue él quien me otorgó este cuerpo físico y me dio un nombre digno.
Decidí convertirme en su subordinado porque es el único humano que ha logrado acertarle un golpe al mismísimo dios dragón, Ryoga.
A pesar del miedo, el anciano respondió de manera asustada.
¿Y qué harías si te dijera que tu señor está atrapado en una habilidad de la cual jamás escapará?
Zero lo miró con frialdad, pero el anciano continuó, sin vacilar.
¿De qué te sirve que alguien te otorgue un nombre… si vas a morir aquí y ahora? Ni siquiera tu señor podrá salvarte.
Esas tierras infértiles existen gracias a mi habilidad, Prisión Infinita. Si hubiera usado esa habilidad , Ryoga la habría destruido hace cincuenta años.
Pero gracias a la bendición de la diosa suprema, mi Prisión Infinita evolucionó a Meta Prisión.
Creando así un bucle infinito sin posibilidades de escapatoria.
El anciano soltó una risa profunda y oscura, sus palabras impregnadas de burla.
Dices que escapaste de esa prisión, pero ¿realmente crees que podrías lograrlo?
En ese instante, el anciano extendió su mano y llamó a su espada, que apareció en un destello de luz celestial. La espada era la *Destructor de Cielos*, un arma de grado divino otorgada por los mismos dioses.
Mientras Zero se preparaba para el combate con su guadaña en mano, sabiendo que no podría derrotar al anciano,
Yo me encontraba atrapado en un ciclo interminable de aburrimiento.
De repente, Sofía interrumpió mi monotonía.
Análisis completado con éxito. Barrera detectada.
¿Qué dijiste? —pregunté, intrigado.
Habilidad Meta Prisión. Ha sido analizada.
En pocas palabras, estamos dentro de ella ,respondió Sofía.
En ese momento sentí un escalofrío recorrer por mi espalda
¿Qué es esa habilidad? pregunté
La Habilidad Meta Prisión es un complejo de cúmulos de universos infinitos interconectados explicó Sofía
Un bucle sin fin donde todos los posibles universos y realidades convergen.
¿Qué quieres decir?
Estamos en un lugar donde la causalidad, el tiempo y el espacio son conceptos flexibles , respondió Sofía.
Un lugar donde todos los resultados posibles de cualquier evento ocurren simultáneamente.
¿Y cómo podemos escapar?
Para escapar, necesitamos alguien que trascienda todos esos conceptos , dijo Sofía.
Alguien que pueda ver más allá de la realidad y manipular los hilos del universo.
¿Alguien como quién?
Alguien que sea capaz de destruir este bucle , respondió Sofía.
Alguien que pueda romper las barreras del tiempo y el espacio.
¿ Tu puedes lograrlo, Sofía?" pregunté directamente.
Sofía respondió con un rotundo "Sí". Su voz estaba llena de confianza y seguridad.
Destruir esta habilidad es demasiado fácil y complejo.
Puedo anularlo de manera inmediata sin gastar una sola gota de energía. Sin embargo, para lograrlo, tengo que liberar varios de tus sellos que tienes impuestos.
¿Qué sellos?, pregunté, intrigado.
No importa" respondió Sofía.
Quiero que me permitas mostrar mi verdadero poder. Sofía, activa el modo automático. Destruye este lugar y sácame de aquí. A la misma ves liberemos a Ryoga también.
En ese momento, Ryoga sintió una poderosa energía mágica y se dirigió hacia nosotros.
Mientras tanto, Sofía había tomado el control total de mi cuerpo. Se acercó a la barrera que impedía salir y, con solo su mano, empezó a modificar la Habilidad Meta Prisión.
"Habilidad Meta Prisión ha sido adquirida con éxito", dijo Sofía.
Sentí que mi cuerpo se estaba transformando. Mi energía aumentaba y mi mente se expandía.
Restricciones para modificar las leyes, eliminadas con éxito, dijo Sofía. Restricciones para modificar los conceptos, eliminadas con éxito.
Restricciones para alterar la realidad misma, eliminadas con éxito.
La lista de restricciones continuaba de manera infinita y con cada una que eliminaba, sentía que mi poder crecía.
Restricciones de Trascendencia, eliminadas con éxito.
Restricciones de acciones absolutas, eliminadas con éxito.
Restricciones de modificación del mundo, eliminadas con éxito.
Finalmente, Sofía dijo:
Restricciones impuestas, eliminadas con éxito.
Habilidad Sofía, Dios del Conocimiento Absoluto, evolucionó a Sofía, Dios de la Trascendencia Absoluta.
Me sentía confundido, pero en ese instante, la Habilidad Meta Prisión se desvaneció con un sonido explosivo. La barrera que nos rodeaba se derrumbó, y una energía mágica intensa nos envolvió. Salimos del lugar, y una luz cegadora nos rodeó.
De repente, mi cuerpo se tensó. Sentí un dolor abrasador que me recorría cada fibra, cada célula. Era como si mi cuerpo estuviera siendo rehecho desde adentro hacia afuera. El dolor era único, una sensación que nunca había experimentado antes. Era como si mi alma estuviera siendo purificada por un fuego que quemaba todo lo que no era esencial.
Mi cuerpo se estremeció, y mi mente se expandió. La luz dorada que me rodeaba parecía estar alimentando mi transformación.
"Evolución completada", escuché una voz interior.
"Ascendido a Héroe", continuó la voz.
Sentí que mi cuerpo se estaba fortaleciendo, que mi poder se estaba multiplicando. Las restricciones que me habían impuesto se desvanecieron, y mi potencial se volvió infinito.
Restricciones de evolución y nombramiento de monstruos destruidas", dijo la voz.
Puedes nombrar a cualquier monstruo sin ser afectado.
Restricciones de invocación eliminadas. Puedes invocar a cualquier monstruo sin limitaciones."
El dolor se disipó, y una sensación de euforia me invadió. Me sentí renovado.
En ese mismo momento, Ryoga me levantó de un golpe, y su mirada reflejaba sorpresa.
Antes de poder procesar la información, Sofía no me daba señales de vida. Me sentía solo, pero no le di importancia. Sentía un aumento de poder en mí, y mi mente estaba ahora enfocada en Zero.
Zero puede morir si dejamos que luche contra ese anciano", dijo Ryoga con voz fría y directa.
Quise ir yo mismo, pero antes de eso, Sofía respondió: "Círculo de invocación activado. Invocando 3 seres para que me sirvan".
El aire se llenó de una energía mágica intensa. Un círculo de luz blanca se formó frente a mí, con símbolos antiguos y runas que brillaban con una luz azulada. El círculo comenzó a girar, y una figura emergió de su centro.
La joven que siempre me vigilaba apareció ante mí, su mirada fija en mí. A sus costados, dos demonios imponentes surgieron del círculo, su presencia casi palpable. Eran altos y musculosos, con alas negras y ojos rojos que brillaban con una intensidad sobrenatural.
Un tercer demonio emergió del círculo, más pequeño que los otros dos, pero con una aura de poder igualmente intensa. Los tres seres se inclinaron ante mí, esperando órdenes.
Sofía tomó control de mi cuerpo sin que yo lo ordenara. La joven se inclinó ante mí, pidiendo un nombre y un cuerpo. Sus ojos llorosos eran sinceros.
¿ Deseas un nombre?", pregunté.
"si, mi señor ", respondió con voz suave.
Entonces, te llamarás Kiyohime, espero que me seas leal", dije
Sofía me devolvió el control de mi cuerpo. Kiyohime me robó mana a una velocidad alarmante, pero Sofía intervino: "Análisis completo. Cuerpo y evolución completada. Kiyohime ha evolucionado con éxito".
Una pequeña información sobre Kiyohime apareció ante mí, pero no le di importancia. Quería ver en qué se convertiría.