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Chapter 8 - Capítulo 8: Ecos de Guerra y Secretos de la Forja

Un año había pasado desde que Elena y los hermanos de Lucian marcharon a la guerra. Los ecos del conflicto resonaban por todo el reino de Faeranthos, con noticias sobre el avance del ejército y los logros militares de Elena. Sus hazañas en el campo de batalla la habían elevado a la categoría de leyenda. Los soldados la veían como una diosa de la guerra, invencible con sus combinaciones de fuego y rayo. Mientras el ejército de Faeranthos ganaba terreno, las bajas también se acumulaban, y la incertidumbre sobre el futuro crecía.

Mientras tanto, Lucian había tomado un camino muy diferente. Aunque la guerra dominaba la vida en Faeranthos, él había centrado su atención en otro tipo de poder. Había estado trabajando en secreto en la creación de artefactos mágicos, una faceta que había comenzado a explorar recientemente. El conocimiento sobre la creación de objetos encantados no solo le permitiría mejorar su magia, sino también ampliar sus capacidades de manera más sigilosa que a través del combate directo.

Había estado ahorrando pacientemente en la tienda del sistema de nivelación, donde había encontrado un libro de artefactos antiguos que contenía secretos olvidados de poderosas reliquias y herramientas mágicas. Estos artefactos, en su mayoría destruidos o perdidos a lo largo de la historia, ofrecían un poder inmenso para quienes supieran cómo forjarlos. Lucian había acumulado suficiente experiencia y recursos dentro del sistema para adquirir el libro, y ahora estaba listo para desbloquear sus secretos.

Una tarde, mientras estaba en su habitación en la mansión, decidió que era el momento adecuado. Abrió el panel del Sistema de Crecimiento y, navegando a la tienda del sistema, buscó el preciado libro. La cantidad de puntos y recursos necesarios no era insignificante, pero Lucian había sido paciente. Después de revisar sus estadísticas y confirmar que tenía lo necesario, completó la compra.

[Sistema de Crecimiento]

Nombre: Lucian

Nivel Actual: 30

Puntos de Experiencia: 8000/8500

Estadísticas:

Fuerza: 60Agilidad: 55Constitución: 50Intelecto (INT): 100Carisma: 25Suerte: 20Maná (MP): 1000

Habilidades Disponibles:

Magia Oscura (Nivel 10)Magia de Fuego (Nivel 9)Magia de Rayo (Nivel 10)

Con un simple comando mental, el libro de artefactos antiguos apareció frente a él. Era un tomo de aspecto antiguo, con runas grabadas en su cubierta de cuero oscuro. A medida que lo abría, Lucian sintió cómo el poder encerrado en esas páginas resonaba con su propia magia. Sabía que lo que contenía este libro lo pondría en un nuevo nivel, uno en el que la creación de artefactos mágicos lo haría aún más formidable.

Lucian decidió que era momento de actuar. Si quería crear los artefactos que había visto en el libro, necesitaría reunir los materiales adecuados. Sabía que algunos de los componentes serían costosos y difíciles de conseguir, pero también había estado ahorrando durante meses, esperando el momento adecuado para hacer uso de sus recursos.

El sistema de monedas en el reino seguía una estructura sencilla pero efectiva, dividiendo la riqueza en cuatro niveles de valor:

Monedas de Bronce: La unidad monetaria más común. Se usaba principalmente para transacciones pequeñas y cotidianas, como comprar alimentos, ropa, o herramientas básicas. Era la moneda del pueblo común.1 Moneda de Plata = 100 Monedas de BronceMonedas de Plata: Más valiosa, esta moneda era utilizada por comerciantes, artesanos y soldados. Se empleaba para comprar bienes más costosos, como armas, materiales especializados o pequeños lotes de comida.1 Moneda de Oro = 50 Monedas de PlataMonedas de Oro: Una moneda reservada para las grandes transacciones, nobles y comerciantes prósperos. Las casas nobles y los mercaderes ricos usaban monedas de oro para negociar propiedades, tierras o materiales raros.1 Moneda de Platino = 20 Monedas de OroMonedas de Platino: La moneda más rara y valiosa, utilizada casi exclusivamente por la nobleza para transacciones de tierras, reliquias antiguas o armas mágicas poderosas. Muy pocos tenían acceso a estas monedas, y eran símbolo de poder y estatus.

Lucian, después de contar sus ahorros, tenía una cantidad significativa de monedas de plata y algunas de oro. Aunque aún no poseía monedas de platino, sabía que sus recursos serían suficientes para comenzar a reunir los materiales que necesitaba para forjar el Anillo de Maná.

Con su plan en mente y el dinero en mano, se preparó para hacer las compras necesarias en la ciudad, sabiendo que estaba un paso más cerca de alcanzar su meta.

Lucian caminaba por las calles de Thalnar, el bullicio de la ciudad llenaba el aire mientras se dirigía hacia las tiendas donde esperaba encontrar los materiales que necesitaba. El sonido de los comerciantes anunciando sus mercancías y el trajín de los ciudadanos ocupados en sus tareas diarias lo envolvían, pero su mente estaba centrada en su objetivo.

Sin embargo, a medida que avanzaba por una de las zonas más apartadas, sus pasos lo llevaron por la zona de los burdeles. Era un área conocida por su actividad nocturna, llena de luces parpadeantes y mujeres que ofrecían su compañía a quienes podían pagar por ella. Las calles estaban llenas de miradas sugerentes y sonrisas provocativas de las prostitutas que intentaban atraer clientes.

Lucian, como cualquier joven de su edad, no podía evitar sentirse atraído por ellas. Sus ojos recorrían brevemente a las mujeres que se apoyaban en las paredes o caminaban entre los transeúntes, susurrando promesas de placer a quienes pasaban cerca. La idea de sucumbir a esos deseos cruzó su mente por un momento. Había algo tentador en la posibilidad de experimentar con una de esas mujeres, de perderse en el placer sin consecuencias.

Sin embargo, Lucian pronto desechó la idea. Sabía que el placer físico era algo que podría obtener fácilmente sin tener que recurrir a los burdeles. Las sirvientas de la mansión eran igualmente atractivas, y no había necesidad de gastar monedas en este momento. Además, la idea de poseer a una sirvienta, una que él pudiera manipular y controlar, era mucho más excitante para él. Sabía que tarde o temprano, probaría ese poder sobre alguna de ellas, pero ese momento aún no había llegado.

Con esa idea en mente, Lucian se apartó del bullicio de los burdeles y continuó su camino hacia las tiendas. Aunque el deseo seguía latente en su interior, sabía que había cosas más importantes que atender por el momento.