Frente a Qi Jianguo, ¡He Tiantian no sentía más que odio y resentimiento!
—Mientras no me molestes, no somos cercanos, ¿por qué te iba a caer mal? —dijo He Tiantian, esperando que Qi Jianguo captara la indirecta y se retirara, en lugar de asumir demasiado.
—¿Todavía no comprendes mis sentimientos? —El corazón de Qi Jianguo era amargo ya que había intentado varias veces mostrar su afecto por He Tiantian, pero ella permanecía indiferente, lo que lo hacía sentir especialmente triste. Ese día, reunió el valor para confesarle sus sentimientos, pensando que aún podría haber una oportunidad.
Todas las chicas se sienten orgullosas al principio, y un hombre persistente puede asustar a una mujer feroz, pero mientras él persistiera, seguramente podría ganarse el corazón de He Tiantian.
Qi Jianguo, esa persona, era exactamente como el que He Tiantian recordaba, hablando suavemente y con seriedad, siempre mirando fijamente a los demás, lo que le hacía parecer sincero.