—Los ojos de Huo Yingjie se abrieron como platos de pura sorpresa. ¿Estaba esta pequeña Xiao Xuanxuan contando historias del "Clásico de Montañas y Mares"? ¿Antiguo Gran Dios? ¿Estatua de la Bestia Guardiana del Río? ¡Una sonaba más inverosímil que la otra!
—Huo Yingjie levantó a la pequeña tortuga, tocando sus brazos y piernas con su mano. El material, en efecto, se sentía como piedra, ¡pero las extremidades que seguían moviéndose claramente indicaban una criatura vivaz, no piedra!
—Sin embargo, Huo Yingjie rápidamente lo aceptó. Incluso si hubiera sido una tortuga de carne y sangre, ¡ninguna podía hablar! Esta pequeña tortuga podía hablar, lo que reafirmaba su naturaleza extraordinaria.