—Algunos estaban descargando del camión, otros recibiendo, y algunos entregando al corral temporal para cerdos... Una escena bulliciosa en la entrada del pueblo.
—En el otro lado, los cuadros de la brigada estaban ocupados con el trabajo de registro.
—Las mujeres, después de registrar el número de cerditos que habían recogido, firmando o haciendo una huella digital, se marchaban una tras otra, acunando a los cerditos.
—Lin Tang echó un vistazo a Fang Zhitong, cuyo espíritu y energía lo diferenciaban de los aldeanos, y asintió levemente, sonriendo,
—Escuché al Capitán llamarte Camarada Fang, así que gracias por hacer el viaje hasta aquí hoy —dijo ella.
—Las conexiones del equipo de transporte del condado estaban justo ante sus ojos. Si no se daba a conocer en un momento como este, sería un completo desperdicio. En esos tiempos, las noticias viajaban lentamente, y las redes de relaciones eran más importantes que cualquier otra cosa.