Lin Tang no era una ratoncita de biblioteca, ¿entonces cómo es que de repente se ha vuelto tan elocuente? —preguntó ella confundida—.
¿Y no solo eso, sino que realmente... ¿realmente ha golpeado a alguien? —se cuestionó.
¿Qué demonios está pasando? —murmuró.
Lin Tang se dio cuenta de que la persona frente a ella la miraba con una expresión extraña, pero estaba algo confundida. Hablando claramente, no recordaba en absoluto a esta persona frente a ella. Tampoco entendía por qué esta persona de repente la estaba atacando. Era completamente desconcertante...