—Simplemente te estás llevando el crédito descaradamente por un trabajo que no es tuyo, tsk, tsk, qué vergüenza.
Incapaz de morderse la lengua, el elfo azul hizo un comentario en respuesta a la afirmación de Alix.
—¿Esperabas que dijera que es tuyo? —preguntó ella a cambio.
—Bueno, no —respondió el elfo azul.
—¿Es un trabajo de mi mundo? —preguntó ella.
—No —respondió él.
—Genial, eso lo resuelve, es mío. Además, tú dijiste que puedo usar cosas del mundo de los juegos en el mundo real. Según mi entendimiento, cada partitura que consigo es parte de eso.
Nada de lo que el elfo dijera la convencería de lo contrario.
—Alix —Jin Kang la sacudió rápidamente y con brusquedad—. ¿En qué estás pensando? Recupera el sentido, la oportunidad de ganar dinero ha llegado. Deberíamos reservar un estudio de grabación y tú puedes tocar la melodía. Luego, podemos solicitar los derechos de autor y comenzar a ganar dinero con eso.