—Madre, ¿qué vamos a hacer ahora? Ya que Padre no logró enviar a esa perra con el Maestro Chen, entonces... ¿El Maestro Chen enviará a alguien para llevarme a la Mansión Chen? ¿Qué debo hacer? ¡No quiero casarme con ese viejo pervertido! ¡No quiero morir! ¡Madre, debes ayudarme! —preguntó ansiosamente Duan Xiyan en voz baja.
—Xiyan, ve a empacar tus cosas. Madre creará oportunidades para que puedas escapar —dijo Zhao Xiaohua agarrando el brazo de su hija después de pensar por un momento.
—Madre, ¿a dónde puedo ir después de dejar la casa? No conozco a nadie y nunca he salido de nuestro pueblo —preguntó Duan Xiyan negando con la cabeza y temblando.
—Si no quieres morir en manos del Maestro Chen, debes escuchar a Madre. ¡Vamos a empacar tus cosas ahora! —dijo con urgencia Zhao Xiaohua apretando su agarre en los brazos de Duan Xiyan.