—Dijiste que esas cosas ocurrirán en el futuro. ¿Sabes cómo cambiar el futuro? —dijo Tang Zizheng al hombre misterioso.
—Estás preguntando lo obvio —suspiró el hombre y respondió.
—El futuro no está fijado. Mientras estés resuelto a cambiar tu futuro, todo es posible —tomó otro sorbo de té el hombre y añadió.
—Solo tienes una oportunidad más para preguntarme algo. Piensa bien antes de preguntar —dijo el hombre después de dejar la taza de té vacía y apoyar su barbilla en su palma.
Tras escuchar sus palabras, Tang Zizheng frunció el ceño y cayó en un profundo pensamiento. Aún no podía creer que esto fuera un sueño y que lo que acababa de ver era el futuro. Después de pensar durante mucho tiempo, de repente recordó algo—algo que, sin importar cuánto investigara, no podía encontrar la respuesta.
—¿Finalmente has recordado lo que querías preguntar? —sonrió el hombre al ver que los ojos de Tang Zizheng parpadearon por un segundo.