—¡Vete primero tú! Me quedaré un rato más platicando con tu tía gordita —A todas las mujeres les encanta chismear, especialmente cuando alguien saca un tema que les interesa. Zhou Lanfang estaba a punto de aprovechar la oportunidad para menospreciar a Shen Mianmian, ¿así que por qué querría irse?
Zhou Siyu:
—...
Se acabó; no hay manera de ocultar el hecho de que Shen Mianmian quedó primera en los exámenes esta vez.
—Mi Siyu sí que es bueno estudiando, la matrícula no se ha pagado en vano —dijo Zhou Lanfang con una mueca en sus labios a la tía gordita—. El otro, ¡sin embargo! No importa cuánta matrícula se pague, todo es dinero desperdiciado.
—Mianmian fue la primera en tres materias, ¿quién no lo sabe? ¿Para qué te preocupas con estas palabras modestas? —dijo la tía gordita, pensando que Zhou Lanfang estaba siendo falsamente modesta.
—¿Primera en tres materias? —Zhou Lanfang estaba estupefacta—. ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Quién te lo dijo?
