Los ojos de Lu Siyuan se iluminaron, esto en verdad era un buen método.
Casi todos los hogares en el campo criaban pollos y patos, especialmente algunas personas mayores, que no querían comerlos ellos mismos, no tenían muchos huevos y les resultaba inconveniente venderlos. Si alguien viniera a comprarlos, seguramente estarían felices de intercambiar sus huevos por dinero.
Lo más importante era que los huevos no ocupaban mucho espacio, a diferencia de los melones de invierno, que rápidamente podrían llenar un carro con solo unos pocos.
—Aparte de huevos, ¿qué más crees que podríamos vender? —Shen Mianmian había dicho antes que, aparte de los melones de invierno, podrían vender otros artículos, pero realmente no se le ocurría nada más.
