El Director Cui no entró; necesitaba prepararse para regresar y contarle al Viejo Kou.
Mientras tanto, la Vieja Sra. Song ya había preparado una cesta llena de verduras, incluyendo bok choy bebé, espinacas, puerros y cebolletas tiernas.
Solo mirarlas era un deleite.
Ella le dijo al Director Cui que todas venían de su propio huerto, que había abundancia y si él quería algo, solo tenía que montar en bicicleta para recogerlas, como si solo fuera un paseo tranquilo.
El Director Cui no se cohibió de aceptar.
La gente, ya ves, necesita visitas frecuentes para llegar a conocerse.
Después de que se fue, Song Yunuan no se apuró en ir al carro tirado por caballos para dirigirse a la sede, porque para entonces todos ya se habían bajado del carro.
—¿Quieres que te lleve a la sede? —preguntó Song Yunuan.