Mucha gente estaba llegando a su patio, algunos llevando a una persona a una habitación lateral vacía.
Yingbao corrió a ver. Un joven delgado yacía en la cama, su rostro color amarillo cera.
—¿Primo segundo? —Yingbao luchó por identificarlo. Este joven frágil era Jiang Quan, quien había salido de casa hace dos o tres años.
Lady Zhou, su tía, lloraba incontrolablemente. Cuando vio a Yingbao, le rogó de inmediato —Yingbao, por favor salva a tu segundo hermano.
Después de revisar a su primo segundo, Yingbao encontró una herida de flecha en su hombro. La herida estaba roja, hinchada y supurando, llena de gusanos.
Por suerte, no tenía otras lesiones. Fue un golpe de suerte en una situación desafortunada.
Yingbao corrió de vuelta a su habitación para traer su botiquín médico. Pidió a todos los demás que salieran e instruyó a su tía para que trajera agua hervida.
Sin dudarlo, su tía, seguida por Chunniang, fue a hervir el agua y a esterilizar un paño y una cuenca.