—Perdonen, ¿esta es la casa del Joven Maestro Jiang Yuanbao? —salieron corriendo del patio para ver a dos mensajeros desmontar sus caballos y saludarles Jiang Da Bo y su esposa, al escuchar el anuncio del mensajero.
—¡En efecto! Esta es la casa de Jiang Yuanbao, ¡soy su padre! —se rio a carcajadas Jiang Da Lang, asintiendo con la cabeza repetidamente.
—¡Felicidades, Señor Jiang Da Lang! Su hijo, el Joven Maestro Jiang Yuanbao, ha alcanzado el noveno puesto en el examen de la Prefectura —le saludó el mensajero.
—Muy feliz, muy feliz. Han trabajado arduamente, por favor, entren a tomar una taza de té —devolvió el saludo Jiang Da Lang.
—La señora Zhou, igualmente eufórica, se dio la vuelta para ir a preparar el té.
—Pronto, sus vecinos, el Líder del Clan Chen y el maestro de la escuela vinieron a ofrecer sus felicitaciones.