Hay un viejo dicho: escarcha antes del frío, nieve después del frío.
El clima gélido no fue suficiente para disuadir a los habitantes del pueblo de sus sueños de riqueza.
Últimamente, la zona alrededor del Río Chuanhe se había vuelto excepcionalmente animada.
Desde que los hermanos Jiang capturaron dos peces grandes en el río, muchos aldeanos habían estado merodeando por el río con sus tridentes y redes, esperando tener también ellos esa buena suerte.
Sin embargo, después de esperar durante más de diez días, no habían visto ni un solo camarón pequeño.
—Ay, ¿por qué crees que los hermanos Jiang tienen tanta suerte? —un aldeano seguía desconcertado.
—Primero se encontraron con una manada de ciervos y atraparon tres para llevar a casa, y ahora han capturado esturiones. Unos tan grandes que usualmente solo aparecerían en ríos grandes, ¿cómo llegaron a nuestro modesto río Chuanhe?