—Siéntate, y revisaré tu pulso.
Dongmei accedió, extendiendo su muñeca.
—¿Todavía hay loquios? —preguntó Yingbao.
—Ha estado claro recientemente. —respondió Dongmei.
—Cambiaré ligeramente tu medicina, tómala unos días para consolidar, tu cuerpo es frágil y necesita ser adecuadamente nutrido. —extendió Yingbao el papel para escribir una receta.
—Lo que dice el joven doctor tiene sentido —comentó la Familia Zhang desde un lado—. Gracias por curar a mi hija, ¿podríamos quizás comprar otro frasco de esa Agua Sin Raíz?
Ella justo había preguntado al dependiente en el frente y él dijo que se habían quedado sin Agua Sin Raíz.
—Por supuesto, necesitas esa agua para la decocción. —Yingbao la miró.
Parecía que la Primavera del Pupilo era realmente útil. Después de terminar la receta, se la dio a la Madre y la Hija Zhang, pidiéndoles que esperaran en la tienda del frente. Yingbao fue a la estufa, llenó un frasco limpio con agua de la Primavera del Pupilo.