Pero cuando se trataba de Wenyan, simplemente no podía evitar pedir una explicación clara.
Wenyan no tenía intención de ocultar nada a Shen Jingxiu.
Sin embargo, sabía que aún era temprano.
—Así que preguntó —Pero Hermano Mayor, ¿no tienes sueño? Todavía es muy temprano. ¿Estás seguro de que no quieres dormir un poco más? Ah, cierto, ¿te desperté yo? Acabo de volcar un cubo, el sonido fue ensordecedor, hasta a mí me asustó.
—No, todavía no me he ajustado completamente a la diferencia horaria, así que he estado durmiendo ligeramente —respondió él.
Wenyan asintió —Así que eso es. Bueno, ya que no estás durmiendo, ¿por qué no me haces compañía y charlamos? Déjame contarte sobre el sueño que tuve anoche.
—¿De qué se trata? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —preguntó él.
—Hmm... sí, ayúdame a llenar esa olla de barro con agua y hierve unos huevos de té —dijo ella.
—De acuerdo.
