Shen Jingxiu fue despertado por una serie de sonidos tintineantes y estridentes.
En realidad, el ruido no era tan fuerte, pero su sueño había sido bastante ligero estos últimos dos días, así que el más mínimo sonido lo despertaba.
Alcanzando su teléfono en la mesita de noche, descubrió que apenas pasaban de las cinco de la mañana.
A las cinco de la madrugada en invierno, el cielo afuera aún estaba oscuro, y era anormal que hubiera ruidos así en la casa a esa hora.
Se levantó de la cama y bajó las escaleras, siguiendo los sonidos hasta la cocina.
Antes de haber siquiera llegado al umbral de la puerta, observó una figura esbelta afanada en su labor.
Obviamente, esa silueta no pertenecía a la Sra. Zhang, ni a ninguno de los otros sirvientes de la casa.
¡Pertenecía a Wenyan!
Pero, ¿por qué estaba levantada tan temprano, cocinando en la cocina?
Shen Jingxiu se sintió desconcertado y aceleró el paso.
