—Por favor, tenlo en cuenta.
Cuando Shen Jingxiu pronunció estas palabras, su tono solo podía describirse como frío y desapasionado.
Pero Xu Jie no pareció importarle en absoluto, ni pareció provocar ninguna objeción fuerte de su parte.
—Él simplemente asintió, "Entendido, entiendo todo lo que has dicho."
Después de contener las lágrimas por un momento, Xu Jie miró en dirección a Wenyan.
—Wenyan, ¿puedo hablarte un momento? —preguntó Xu Jie.
—Por supuesto. ¿De qué quieres hablar? —Wenyan se giró, mirando directamente a Xu Jie.
Wenyan observó la mitad del rostro que estaba visible, mostrando solo los ojos y la frente, y no pudo asociarlo con el rostro apuesto y juvenil en la fotografía, que tenía un parecido tan sorprendente con el suyo.
Xu Jie pareció leer el significado en la mirada de Wenyan, así que se puso su sombrero de nuevo y suspiró.
