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—¿Ah sí? —Fu Anxian parecía no tomar en serio a Wenyan, su tono era aún más enérgico que antes—. ¿Qué tiene de malo mi actitud? La que tiene un problema de actitud deberías ser tú. ¿No sabes quién soy?
—... —Wenyan estaba completamente desconcertada—. ¿Quieres oír la verdad? La verdad es que, incluso si te cruzaras conmigo en la calle, no te reconocería. Pero ahora, en este momento, en este entorno, después de la introducción del director, en efecto sé quién eres. ¿Y qué más da?
—¿Solo porque vienes de parte de los inversores, debería arrodillarme y hablarte? ¡La dinastía Qing ya es historia! Aunque me paguéis, nuestra relación es la de un contratista normal, y no estoy por debajo de ti. He sido educada contigo todo el tiempo, y resulta que das por sentada mi cortesía. ¡Despierta, no soy tan manipulable como crees!
Tan pronto como Wenyan terminó, se levantó inmediatamente; ¡permanecer un minuto más sería solo permitirle guardar las apariencias!
