Wenyan sostuvo la mano de Qin Yulong con fuerza, como si temiera que Yulong se escapara a mitad de camino.
Sin embargo, Yulong no correspondía al paso emocionado y apresurado de Wenyan.
Ella simplemente preguntó con calma —¿Realmente crees que soy esa niña desaparecida? ¿Solo por estos dos informes de prueba de paternidad?
—¡Por supuesto! Creo firmemente que eres tú; este informe lo ha explicado todo. En cuanto a tu memoria, creo que debe haber algunos problemas con ella. No te lo había dicho antes, pero ahora no tengo carga psicológica. Para ser honesta, tampoco recuerdo nada antes del 12 de mayo de este año.
—¿Hablas en serio?
—Por supuesto, de lo contrario, ¿por qué te estaría preguntando la fecha? ¿Y por qué estaba tan sorprendida cuando mencionaste el 12 de mayo? En este punto, no hay necesidad de mentirte. Ya me has contado todos tus secretos, ¿aún no confías en mí?
—Está bien, confío en ti. Pero yo también tengo una pregunta para ti.
