—Qin Yulong no dudó ni un instante —Estoy de acuerdo, hacerme una prueba de paternidad no tiene desventajas para mí.
—Sí, es inofensivo. Pero si realmente eres miembro de mi familia, sospecho que podrías haber recibido un trasplante de médula ósea —dijo ella.
—¿Por qué? ¿Acaso porque tu hermana tenía una enfermedad de la sangre? Pero yo siempre fui sano de joven —respondió él.
—¿Puede que tus recuerdos estén equivocados? Veremos después de comparar tu sangre con muestras biológicas —afirmó ella.
—Está bien. ¡Gracias por tu honestidad y ayuda! Independientemente del resultado, te estoy agradecido —respondió con sinceridad.
—No lo menciones, si realmente eres mi familia, ¡mi mamá estará super contenta! Además, me salvaste la última vez, y todavía no he encontrado la mejor manera de agradecerte —comentó alegremente.
—No hace falta, habría salvado a cualquier otra chica que cayera también —respondió con humildad.