—Déjala abierta —la asistente dio el visto bueno y luego sonrió y saludó a los fans afuera.
—Hermano, hoy estuviste especialmente complaciente con los fans.
Shen Jinghe no respondió, sino que buscaba entre la multitud la figura de alguien.
Cuando los fans se despedían, Wenyan no se abrió paso hasta el frente.
—Después de todo, para ella era muy sencillo encontrarse con Shen Jinghe —así que no se unió a los fans en hacer alboroto.
Pero pronto, llegó la llamada de Shen Jinghe.
—¿Dónde estás? —preguntó Shen Jinghe mirando por la ventana del coche.
Wenyan caminó lentamente:
—En la parte de atrás, donde no puedes verme.
—¿Entonces vendrás a buscarme después? —Shen Jinghe preguntó de nuevo.
—No, es incómodo —respondió Wenyan—, estoy planeando irme directo a casa.
—¿Vienes todo este camino y ahora te vas así nomás?
—Sí, ya logré mi objetivo de hoy.
—¿Solo para entregar una pancarta?
—Sí, y de paso verte —respondió Wenyan.
—Entonces realmente eres buena para causar problemas.