La invitación de Shen Mingzhu era, sin duda, una difícil elección para la pareja.
Después de algún tiempo de operación, su pequeño puesto de comida había desarrollado una buena reputación y popularidad, y ahora podían ganar fácilmente cinco o seis yuanes al día.
Pedirles que abandonaran su estabilidad y bienestar actuales para tomar un riesgo con Shen Mingzhu era realmente pedirles demasiado.
Shen Mingzhu sabía que no era una decisión fácil de tomar y no esperaba que la pareja le diera una respuesta inmediata.
—Hermano mayor, cuñada, tómense su tiempo para pensarlo, está bien si no quieren, puedo entenderlo...
—Mingzhu, no hay necesidad de pensarlo. Chaobei y yo estamos dispuestos a trabajar contigo —dijo Du Juan, haciendo una declaración definitiva que sorprendió a ambos hermanos.
Shen Mingzhu miró a Du Juan —Cuñada, no necesitas apresurar tu respuesta, todavía estoy manejando algunos procedimientos, y estimo que todo estará listo para agosto.