La parte más interesante del entrenamiento militar era por la noche. No estaba soleado, ligeramente ventoso y casi no había entrenamiento. Se concentraba principalmente en cantar y jugar.
Lu Qingyi se sentaba perezosamente dentro del escuadrón, ocupada con su teléfono. El instructor, Li, la vio pero no la reprendió.
Lin Xiaoni lanzó una mirada resentida a Lu Qingyi, con el corazón lleno de furia, pero no pudo desahogar su ira.
—Deben estar todos cansados después de un día de entrenamiento militar. Esta noche, solo aprenderemos algunas canciones militares. Pueden volver a su dormitorio a las nueve —anunció el instructor Li.
La noche durante el entrenamiento militar era lo que los estudiantes más esperaban. No había sol abrasador, una brisa, y lo más importante, era bastante relajado.
—¡Wow! —estallaron vítores estruendosos desde abajo, seguidos por aplausos.