—No, él es muy gentil con su novia. Xixi, ¿sabes? Incluso puedo ver el amor en sus ojos, aunque no sea por mí —Tang Yaxin agarró la mano de Ling Xi, respiró hondo y logró esbozar una sonrisa sombría.
—¿Novia? —Ling Xi abrió mucho los ojos, mirando con incredulidad a Tang Yaxin—. ¿Escuchó bien? ¿Xu Boyan tiene novia?
—¿Sorprendida, verdad? Yo también lo estuve. Toda su gentileza está reservada para esa chica. No habría creído que Xu Boyan pudiera ser gentil o que tuviera una novia, y que él fuera quien se confesó, si no lo hubiera visto con mis propios ojos —dijo Tang Yaxin, con la mirada perdida en la distancia y la voz teñida de tristeza.
Fue la confesión de Xu Boyan, y ella sin querer hizo de celestina. Inicialmente, no quería que terminaran juntos, pero al final ayudó a que se unieran.
Ling Xi estaba demasiado sorprendida para decir algo.
¡Dios mío, no podría haber escuchado mal, verdad? Sus oídos funcionan correctamente, ¿verdad?
¡Uf! ¡Xu Boyan realmente tiene una novia!
