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En la entrada, se había establecido un marco de madera como partición. A la izquierda, los clientes podían entrar y seleccionar sus compras, mientras que al lado derecho estaba la caja, donde los clientes iban a pesar y pagar sus artículos después de comprar.
—Guau, hermana mayor, ¿es realmente nuestra tienda? —Los ojos de Zhenzhen brillaban mientras miraba la habitación nueva y espaciosa, sin poder creer que perteneciera a su familia.
Mo Yan le dio una palmadita en la cabeza y se rió:
—¿Podría ser falsa?
—¡Hermana, tampoco puedo creerlo! —Xin Er, sintiéndose mareada por la incredulidad, agarró los transparentes granos de arroz en el gran cubo de arroz, sintiendo como si todo a su alrededor fuera un sueño.
La familia no solo se había mudado a una casa grande, sino que también habían establecido una tienda tan grande en Ciudad Jing, cosas que ella nunca se había atrevido a soñar antes.
