—Señora, ¿qué le pasa, tuvo una pesadilla? —Qi Luo se apresuró a entrar desde la habitación exterior al escuchar el alboroto dentro, para encontrar a Su Wenyue empapada en sudor y pálida, lo que la llevó a preguntar con preocupación.
—Qi Luo, ¿ha habido alguna noticia del lado de mi esposo? Hace unos días, ¿no llegó una carta diciendo que estaba a punto de atacar Yiyang, y que una vez tomada Yiyang, vendría a buscarnos, a madre e hijo? ¿Por qué no ha habido noticias todos estos días? —preguntó Su Wenyue con inquietud, las escenas sangrientas de su sueño giraban incessantemente en su mente, temiendo que Han Yu pudiera estar en peligro.
—Qi Luo no esperaba que Su Wenyue preguntara de repente sobre esto y no estaba preparada; su expresión vaciló momentáneamente, lo cual Su Wenyue captó, creciendo aún más preocupada.