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—Comandante de Compañía Qin, ¡hola! —dijo Yan Huan, extendiendo su mano hacia él—. ¡Mi nombre es Yan Huan! Los superiores me han instruido para que visite pronto su compañía y produzca una serie de reportajes sobre usted e Instructor Jiang Ying.
—Qin Jian le estrechó la mano brevemente y con firmeza, pronunciando dos palabras:
—¡Bienvenido!
—¡Deberíamos conocernos mejor! —dijo Zhang Yun con una sonrisa radiante—. Hará que las futuras interacciones de trabajo sean más familiares.
—Sí —Qin Jian asintió.
Después de los saludos, Zhang Yun y Yan Huan estaban a punto de entrar. Notando que Qin Jian permanecía fuera, ella lo invitó con una sonrisa:
—Qin Jian, ¿por qué no entras también? ¿Vamos juntos? ¿No tenías planes de comprar algo para An Hao? ¿Qué tipo de ropa estás pensando en comprar? Puedo ayudarte a decidir.
Las orejas de Qin Jian se pusieron ligeramente rojas, y Zhang Yun evidentemente notó su leve vergüenza.