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Los hermanos salieron uno tras otro. Para cuando llegaron a la casa de An Shuchao, Bai Yanjiao estaba en la cocina preparando comida.
An Hao examinó el patio y no vio a Bai Xue; debía de estar dentro de la casa.
Justo cuando estaba a punto de correr la cortina para entrar a la sala del norte donde vivía An Shuchao, vio a Bai Yanjiao parada en la entrada de la cocina, mirándola fijamente con una cuchara de cocinar en la mano —¿Qué vienes a hacer aquí?
—¿Acaso es asunto tuyo? —An Hao la miró despectivamente y entró directamente en la casa.
Después de una noche de sueño, el aire de la habitación estaba un poco rancio. An Hao abrió la puerta y corrió la cortina, dejando entrar la luz del sol y aire fresco.
An Shuchao, acostado en la cama kang, vio a An Hao y se levantó —Ha venido An Hao. Ha pasado un tiempo desde que te mudaste, ¿no? ¿Cómo te has estado arreglando sola?
—Bien, llevándome justo bien —An Hao respondió con indiferencia.
