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—Hermana, ¿deberíamos echar un vistazo? —An Ping era un chico con bastante valor, impulsado por las ganas de llegar al fondo de cualquier suceso inusual.
An Hao agarró firmemente a An Ping y negó con la cabeza suavemente.
Era diferente por la noche que durante el día. Si fuera algo bueno, ¿por qué vendrían aquí en medio de la noche?
Los sonidos sugerían que era una cita para un affair secreto, y qué lugar habían elegido, lejos de donde vivían los aldeanos. Pocas personas se aventurarían aquí por la noche, así que cualquier ruido que hicieran no alertaría a nadie en la aldea.
Silenciosamente cargando sus cosas, An Ping se preparó para volver con An Hao.
De repente, se oyó una respiración pesada, acompañada por la protesta coqueta de una mujer —¡No seas patán! ¿Cuál es la prisa? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que has 'pagado tu grano público'? .
