—Jian Ying, Qin Jian solo está mimando a su esposa... No puede soportar cansarla —aprovechó Tian Niu para intervenir.
—Es verdad, es verdad —Jian Ying asintió repetidamente.
—Ustedes dos deberían dejar este trabajo, sería mejor que cambiaran de carrera —Qin Jian frunció el ceño profundamente, se detuvo y dijo a estos dos tipos.
—¿Por qué? —Tian Niu no lo entendió de inmediato—. Si estamos haciendo bien nuestro trabajo, ¿por qué cambiar de carrera? Y si cambiamos, ¿qué vamos a hacer?
—Abrir una agencia matrimonial —Qin Jian lanzó la sugerencia antes de seguir adelante.
—Eso es, nos están despreciando... —Jian Ying se llevó la mano al pecho con una sensación de sofoco—. He puesto tanto esfuerzo en tratar de juntar a esos dos. Sin mencionar que no nos llevamos dinero extra de él, trabajamos tan duro todos los días y aún así no pudimos complacer a nadie.