Mordió el extremo de su bolígrafo, considerando cómo expresar sus pensamientos.
Después de un tiempo significativo, comenzó a escribir. Una línea de caracteres elegantes, ligeros y pequeños apareció en el papel.
—Querido Gran Hermano Qin, ¡hola!
—Es como si te estuviera viendo en persona.
—Cuando recibí esta carta, mi corazón estuvo perturbado durante mucho tiempo. Durante mis momentos más difíciles, tú eras como enviar carbón en tiempo de nieve, ayudándome a resolver mi problema. ¡Estoy extremadamente agradecida y quisiera aprovechar esta oportunidad para decir gracias!
—He recibido el dinero, ¡y haré todo lo posible para devolverlo tan pronto como sea posible!
En este punto, An Hao no sabía cómo continuar escribiendo. Tras mucho considerarlo, decidió preguntar sobre su vida en la ciudad provincial.
Entonces, escribió unas pocas frases simples.