—¿Qué está pasando? ¿De dónde salió esta hermana?
Lin Jinyu estaba desconcertado, sus cejas ligeramente fruncidas.
—Tu tía adoptó a Su Qingluo como su hija.
Los ojos de Lin Jinyang brillaban con emoción, su voz involuntariamente ocho tonos más alta.
—¿Pequeña Qingluo?
Lin Jinyu hizo una pausa, una oleada de alegría indescriptible inundó su corazón.
—Jinyang, ¿qué estás murmurando? Baja la voz, no perturbes el descanso de tu padre.
Segunda Tía Lin levantó la cortina y salió de la habitación, mirándolo con descontento.
Lin Jinyang se marchitó instantáneamente, su rostro amargo mientras aceptaba la reprimenda.
—Segunda Tía, mi madre ha adoptado a Qingluo. El patio delantero está lleno de actividad. Primero iré al patio delantero para felicitar a mi madre, luego volveré para encargarme de los regalos.
Lin Jinyu avanzó para explicarle, la alegría en sus ojos era difícil de ocultar.
—¿Qué? ¿Mi cuñada adoptó a Qingluo como su hija?