—Señor Elfo, ¿qué vamos a hacer? No podemos quedarnos en este árbol para siempre —Pequeño Mantou, quien actualmente se agarraba de la gruesa rama, echó un rápido vistazo a la situación abajo.
Había muchos monstruos parecidos a esos necrófagos del cementerio, arañando el tronco del árbol e intentando trepar unos sobre otros.
En el momento en que llegaron a este mundo, fueron inmediatamente rodeados por monstruos parecidos a esos necrófagos del cementerio antes de que saltaran al interior.
Ya habían lidiado con cientos de ellos, pero estos monstruos eran interminables y seguían llegando en grandes oleadas.
La peor parte era que estos monstruos no producían botín ni daban puntos de experiencia, así que no importaba cuánto los dos eliminaran a estos sujetos que los perseguían implacablemente, todo era en vano, y solo desperdiciarían su energía.