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Chapter 9 - nuestra primera cita

OSISAEL

Mientras la veía frente a mi, sentada con las piernas juntas y sus manos entre metidas en ellas me parecía irreal como alguien que tenía tanto miedo podría estar ahora frente a mi

¿Cuál había sido el impulso que le habría hecho olvidar que hace un momento le había dejado en claro que la conocía?

— ¿Quieres algo de tomar? — pregunte para romper el hielo mientras meneaba dos tasas de te hecho en una cafetera que jamás había usado para café.

Olivia me miro confundida pero luego miro a las dos tasas preparadas y meneadas en mi escritorio como si supiera que no era opcional la pregunta que había hecho. aunque aún así podía decir no.

Ella regreso su mirada a la mía y mostrándome una de esas sonrisas que siempre hacia asintió.

Al recibir luz verde en ese juego de miradas tome las dos tasas por las orejas y camine hacia ella; una vez que estuve serca deje sutilmente su  tasa en la mesa chica de cristal frente a ella. Y camine hacia el otro sofá que era más chiquito que en el que se encontraba Olivia sentada que era lo suficientemente grande como para que alguien se acostara y estirara en el, apesar de la altura de Olivia.

Ella siguió cada movimiento hasta que finalmente me senté en el típico sofá chiquito que quedaba frente a la mesa y a ella.

Menie con una cuchara de metal mi te y para calmar a Olivia quien aún ni se asercaban a su tasa tome un sorbo.

Al verme Levanto su tasa de la mesa y se la aserco al rostro, lo olió y luego le soplo ayudándose también de la cuchara de metal que también le había puesto a su vaso.

Baje mi tasa y la dejé en la mesa de cristal ya mensionada y observé como ella le tomaba a su te en sorbos chicos al principio y luego grandes.

— bueno cuéntame, ¿A qué has venido?— pregunte curioso.

Olivia bajo el te y sin dejarlo en la mesa contesto:

— no me siento bien. — dijo sin darme más detalles.

Dejándome ver qué estaba aquí por algo más específico que eso.

Asinti y sonreí justo como ella lo hacía con todas las personas esperando que viera que no le creía nada.

— Cres que esa sensación sea por esa pelea — insinúe.

— ¿Que pelea?— pregunto por fin mostrándome algo de confianza

Levanté mi tasa y le volví a dar un sorbo pequeño haciendo que inconscientemente Olivia hiciera lo mismo que yo.

— ¿Te llamas Lara cierto? — pregunté cuando volví a bajar el te a la mesa.

Olivia asintió curiosa por mis palabras — esque me pareció oír en una plática de unas chicas algo sobre una pelea entre una tal Lara y Emma. 

¿No será eso lo que te provocara esa sensación?

Ella sabiendo de que hablaba asintió lentamente y luego negó.

— si, tuvimos un pequeño percance pero no creo que esto sea por ella.

        Olivia

Dije sintiendo un mal presentimiento de esto. Y arrepentiendome de haber escuchado a Matthew

El hombre frente a mi sonrió pero está vez podía notar que era real esa sonrisa porque era sutil y sin ni ninguna intención de trasfondo como si quisiera ser honestos en nuestra plática.

— pues yo creo que esto es por ella — agrego ya dejándome ver qué sabía el porque estaba ahí

Desvié la mirada hacia la puerta y luego hacia mi mochila que había dejado al lado del sillón del lado derecho justo donde estaba la puerta.

— te recuerdo que viniste aquí por tu propia voluntad y si no quieres abrirte con migo yo creo que el martes que tendré sesión con los de tu salón es un mejor día para que  vengas.

Asentí derrotada porque sabía que no tenía nada de que hablar para que me creyera. así que me levanté y camine hacia mi mochila y la puerta junto a esta tirando de mi mochila por una de las asas que se cuelgan en los hombros y antes de levantarla para irme el me detuvo

— ¿No dormiste bien hoy liv? — pregunto llamándome de manera diferente.

Extrañada voltie de golpe soltando la mochila para mirarlo confundida — ¿Liv? — en mi vida había oído ese nombre. pero me lo había dicho tan natural que sentía que por alguna razón tenía sentido

— si no quieres hablar de Emma hablemos de tu madre. Creo que ella es el motivo por el que no pudiste dormir bien ¿O me equivoco ? — pregunto dejando de lado mi pregunta.

Y aún sabiendo que algo no andaba intenté entenderlo

— me llamaste liv. ¿Te confundiste o..? — dije tratando de hacer las connecciones porque a pesar de que no me llamaba Lara mi nombre real era Olivia no liv a menos que..

— es un diminutivo de Olivia, liv.— dijo claramente queriendo mostrarme que ya lo sabía.

Gire mi cuerpo hacia la mochila ya con lo que necesitaba saber y al volver a intentar agarrarla un dolor de cabeza hizo que me tambaleara haciendo que me apoyara del brazo del sofá a mi lado.

— que carajo. — dije antes de volver a Intentar tomar la mochila nuevamente pero al aún tambalearme era imposible tomarla.

Arta, me reincorpore y tome la manija de la puerta que eran de esas que solo tenías que girar pero para ese punto ya ni eso podía hacer, al resbalar mi mano sin éxito alguno volví a voltearme ya rendida sabiendo que en cualquier momento asotaria por el dolor y el sueño que cada vez incrementaba más y me cerraba los ojos.

— liv, creo que lo que te faltó fue comprender que aquí todos tenemos algo que ocultar. pero aún así sabiendo que usas el nombre de una de tus amigas muertas sigo sin entender ¿Con que valor te apareciste quí?a tratar de averiguar...¿Que? Si tú nueva amiga estába en peligro? — pregunto con ironía. — si aún puedes moverte intenta caer en el sillón, quieres.

Sabiendo que ya no podía hacer nada solo me quedo seguir su consejo.

Obediente camine lento hacia el sillón pues solo era cuention de dar tres pasos y ya estaba donde anteriormente me encontraba sentada pero antes de llegar mire el baso de te que casi me terminaba y el otro baso que podía decir estaba lleno. Luego, una luz que anteriormente no había notado parecía deslumbrar todo el cuarto, dejando en claro que era una ventana que aunque no veía muy bien solo ahora ya podía verla.

En mi último intento de escapar de esa situación metí mis dedos a la boca y corrí como pude asia la ventana, recorríendo las cortinas blancas que la tapaban e intentando alzar el marco de la ventana para abrirla pero mientras hacia eso pude oír el rechinido del sillón chico a la ausencia del peso sobre el. y luego una gran mano apareció deteniendo mi empuje asia abrir ahora hacia abajo cerrando lo poco que había abierto de la ventana. luego con su otra mano también detuvo mi otro intento para vomitar y me llevo contra la pared inmovilizandome de inmediato con su gran cuerpo que ahora parecía ser mucho más grande de lo que recordaba.

— no. — dijo agitado — lo aras — completo cuando ya me había detenido por completo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas haciendo que mi visión estuviera pero de lo que ya se encontraba y mis palabras se retuvieron en el gran nudo que esa tristeza repentina me ocasionaba.

Mis pensamientos igual que mis palabras se estropearon dejándome en claro entre gritos que estaba perdida pero sin comprender bien que era lo que sucedía.

— quieta — pidió el hombre tomando con una sola mano mis dos brazos que intentaban escapar de su agarre.

Al no poder mover mis manos ni mi torso por la fuerza de su cuerpo pegado al mío realizaba intenté mover las piernas para ver si conectaba algún golpe en algún lugar que lo obligará a soltarme tan solo un poco pero con sus rodillas atrapó mis movimientos y los retuvo con fuerza apretanto sus piernas contra las mías y dejandome ver solo su pecho que hacía precion en mi mejilla y la pared.

— escúchame liv — susurro — aléjate de Emma y de esto — moví mi cuerpo en un intento de ver qué más podía mover pero el no tardo mucho tiempo en apachurrarme con más fuerza pero entendiendo que me desesperaba la sensación cediendo un poco llevando su mano libre asia mi rostro primero recorriendo mi cuello para llegar a mi mandíbula donde se detuvo y la agarro. luego separó su torso de mi cara y sin dejarme mover mucho solo hizo que lo mirara aún sosteniendo mi cara con su mano para que no hiciera algo estupido como lo que pensaba hacer si aflojaba alguna parte de su agarre.— vas a venir a las sesiones de terapia para no levantar sospechas y dejaras de intentar ayudar a Emma o si no — advirtió frunciendo el seño — tu madre lo va a pagar y ambos sabemos que estás en deuda con ella.

Mis ojos que ya no aguantaban abiertos se cerraron, por fin haceptando sus palabras y el sueño que ya me había dejado sin fuerzas.

Osisael soltó mi cara cuando noto que ya no me movería y llevo su mano hacia mi espalda pegando aún más mi cuerpo con el de el pero está vez con la intención de poder llevarme al sofá.

Al dejarme caer, intenté bajarme del sofá, pero antes de completar la vuelta, el peso de Osisael me enderezó, sentándose sobre mi pelvis, con sus rodillas clavadas en el sofá a cada costado de mi cuerpo y luego después de un momento simplemente me dormí.