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Chapter 46 - Capítulo 44: El Sacramento de Sera

En el corazón del palacio de Rivon, una nueva ceremonia de poder estaba a punto de comenzar. Sera, la hermana de Rivon, ya no era solo una guerrera formidable, sino una figura divina ante los ojos de aquellos que la seguían. Era el momento de consolidar su lugar entre las élites del planeta y de otorgarle las herramientas y el poder necesarios para guiar a una nueva unidad bajo su mando.

En los amplios terrenos frente al Templo del Núcleo, miles de soldados y seguidores de Rivon se habían reunido. Todos sabían lo que iba a suceder: el sacramento de Sera, un ritual que la consagraría como líder indiscutible y guerrera divina. Los guerreros observaban en silencio mientras Sera avanzaba hacia el altar, flanqueada por Rivon, quien irradiaba poder y control.

El cielo oscuro y cubierto de nubes parecía responder al evento con truenos lejanos, mientras los seguidores de Rivon miraban expectantes. En el altar, Rivon levantó una mano y, usando su poder, comenzó a manipular la materia frente a los ojos de todos. De las sombras y la energía del deseo que lo rodeaban, comenzó a forjar la armadura de Sera, pieza por pieza, creando algo único y lleno de poder.

La Armadura del Deseo Oscuro

La armadura de Sera era ligera y ajustada a su cuerpo, pero resistente como el más duro de los metales. No era una armadura común; estaba diseñada para representar los principios del caos y el deseo que tanto ella como Rivon encarnaban. Cada placa estaba decorada con símbolos de poder y lujuria, y los blasones de su nuevo estatus como líder adornaban los hombros y el pecho. Su superficie brillaba con un resplandor oscuro, como si la energía que la componía fluctuara entre lo etéreo y lo sólido.

A lo largo de los bordes de la armadura, finos relieves representaban los placeres oscuros y las tentaciones prohibidas, recordando a todos que Sera no solo era una guerrera, sino una figura de poder que inspiraba tanto deseo como temor. La armadura, aunque ligera, era prácticamente indestructible, capaz de absorber ataques que hubieran destruido cualquier otra armadura.

Nombre: Armadura del Deseo Oscuro

Descripción: Ligera pero irrompible, creada a partir de las energías más oscuras del caos y el deseo. Representa el poder divino de Sera y su rol como líder de las nuevas fuerzas.

La Espada del Caos Tentador

Frente a Sera, Rivon formó una espada a partir de la energía del caos y el deseo. La hoja tenía una longitud imponente, fina pero afilada como un bisturí, capaz de cortar a través de cualquier material conocido. Cada vez que Sera desenvainara la espada, la energía del deseo resonaría en su interior, haciendo que su fuerza aumentara con cada golpe. La espada estaba diseñada para absorber las almas y la energía vital de aquellos que caían bajo su filo, volviéndose más poderosa con cada muerte.

La empuñadura estaba decorada con símbolos en espiral, y el filo brillaba con una luz que oscilaba entre lo rojo y lo púrpura, como si la hoja misma estuviera viva, palpitando con un poder oscuro y sádico. Sera la tomó entre sus manos, sintiendo el peso perfecto, la conexión inmediata con la espada, como si fuera una extensión de su propio ser.

Nombre: Espada del Caos Tentador

Descripción: Una espada forjada a partir del caos y el deseo. Aumenta su poder con cada muerte y absorbe la energía vital de sus víctimas. Capaz de atravesar casi cualquier material, es un símbolo de destrucción y poder divino.

La Pistola del Delirio

Por último, Rivon creó una pistola que era más que una simple arma de fuego. Esta pistola estaba diseñada para canalizar el caos de la misma manera que la espada lo hacía. Cada vez que disparaba, proyectaba un rayo de energía capaz de destruir cualquier defensa, atravesando incluso las barreras más impenetrables. No era una pistola común; sus disparos no solo mataban, sino que desataban una ola de dolor y locura en sus víctimas.

El diseño era elegante pero mortal, con runas que brillaban cada vez que Sera apuntaba. A medida que el arma se cargaba, las runas pululaban con luz, acumulando la energía del caos antes de desatar su devastador disparo. La pistola, al igual que la espada, también parecía estar viva, respondiendo únicamente a Sera y aumentando su letalidad cuanto más la usaba.

Nombre: Pistola del Delirio

Descripción: Arma capaz de proyectar energía del caos que atraviesa cualquier defensa. No solo destruye, sino que también desata la locura en sus víctimas, haciéndola una herramienta perfecta para sembrar caos y miedo.

Frente a los ojos de todos, Sera se transformaba en la figura divina y mortal que ahora dirigiría una nueva unidad. Rivon, consciente de su creciente poder, le asignó el comando de una unidad especial: una legión de guerreros completamente leales a ella, formada por los mejores combatientes del planeta.

Los Hijos del Caos Lascivo

Esta nueva unidad estaría compuesta por los guerreros más letales y devotos a Sera. Cada uno de ellos llevaba el símbolo del deseo y el caos en su armadura, y estaban entrenados en las tácticas más brutales y sádicas. Su misión era doble: servir como la vanguardia en las batallas más sangrientas y como los enviados de la voluntad de Sera, sembrando terror y caos en cada lugar que atacaban.

Nombre de la Unidad: Los Hijos del Caos Lascivo

Descripción: Guerreros devotos a Sera, entrenados para llevar la destrucción y el caos a cada rincón del universo. Están especializados en tácticas de asedio y combate cuerpo a cuerpo, utilizando la energía del caos para aumentar su poder en cada batalla.

Rivon, observando el sacramento, no podía evitar sentir orgullo. Su hermana ya no era solo una guerrera, sino una deidad viviente, una líder que estaría a la cabeza de la expansión de su imperio. Los soldados a su alrededor vitorearon con fuerza, reconociendo que ahora había dos dioses a los que servir: Rivon y Sera.

Después de la gloriosa ceremonia de ascensión de Sera, las estrellas ya no parecían ser suficientes. La atmósfera en el planeta vibraba con la energía del caos y el deseo que ambos, Rivon y Sera, habían desatado sobre su mundo. Pero la expansión no se detenía ahí. Las flotas no solo partían para conquistar y adoctrinar; también llevaban consigo una misión crítica: la búsqueda de nueva carne. Esclavos para forjar nuevos ejércitos y asegurar que el poder de Sera creciera sin límites.

Las Flotas de Dominio y Conversión

Desde las gigantescas bahías espaciales del planeta, una multitud de naves imponentes y cargadas de guerreros despegaba hacia las estrellas. Pero no solo iban en busca de nuevas victorias; partían para esclavizar poblaciones enteras, convertir a los más fuertes en soldados leales, y usar a los débiles para mantener el flujo de recursos y fuerza de trabajo que alimentaría el nuevo orden.

El objetivo no era solo conquistar planetas y subyugar a sus habitantes, sino extraer esclavos para los propósitos oscuros de Rivon y Sera. Las poblaciones más fuertes y dóciles serían seleccionadas para ser transformadas en tropas, mientras que el resto de los capturados serían destinados a trabajos forzados o al entretenimiento cruel de las élites.

Sera, desde su nuevo trono, ya estaba planeando cómo estructurar su ejército personal, una legión especial formada por los mejores y más devotos esclavos que pronto serían moldeados a su imagen.

Los Evangelistas del Caos Lascivo

En el centro de esta campaña de conversión estaban los Evangelistas del Caos Lascivo, naves templos flotantes cargadas de Sacerdotes del Deseo Oscuro, listas para corromper cualquier civilización con la seducción del caos y el placer. Estos templos no solo buscaban la destrucción directa, sino subyugar las mentes de las élites de los planetas a través de sus más oscuros deseos. Los Sacerdotes usarían rituales de manipulación mental para convertir a los más poderosos en seguidores fervientes.

Las flotas de los Evangelistas partieron con un propósito claro: extraer a los mejores guerreros de cada planeta conquistado y preparar la próxima generación de soldados que Sera dirigiría. Las poblaciones esclavizadas serían transportadas al planeta natal de Rivon, donde serían adoctrinadas, entrenadas y finalmente transformadas en las fuerzas de élite bajo el mando de Sera.

La Guardia de Sera: Preparativos para el Futuro

El objetivo a largo plazo de Rivon y Sera no era solo formar legiones de soldados esclavos. También había un plan en marcha para formar una unidad de élite, una Guardia Personal que protegería tanto a Sera como a Rivon. Esta guardia no sería una simple fuerza de seguridad, sino una unidad privilegiada compuesta por los mejores guerreros seleccionados de los esclavos capturados. Solo los más devotos, aquellos completamente entregados al caos y al deseo, podrían formar parte de esta Guardia del Deseo Inquebrantable.

Estas tropas estarían entrenadas en técnicas de combate superiores, y su lealtad sería absoluta. A cambio de su devoción y éxito en las misiones más peligrosas, serían imbuidos con el poder de Sera y Rivon, elevándose más allá de cualquier soldado común. Las flotas partían ahora con esta misión en mente: esclavizar, convertir y moldar a la carne en guerreros divinos.

El Despliegue de las Naves de Conversión

Las primeras naves en partir fueron las Evangelistas del Caos Lascivo, seguidas de las naves de captura y transporte de esclavos. Su misión no era solo expandir el territorio, sino asegurar un suministro constante de carne fresca para las nuevas legiones. En cuanto llegaban a un planeta, los Sacerdotes corrompían a los líderes, mientras que las fuerzas de élite arrasaban con las defensas, capturando a miles de esclavos en cada incursión.

Los capturados eran separados: los más fuertes se convertirían en Guerreros del Deseo bajo el mando de Sera, mientras que los débiles y los no aptos serían usados para tareas mundanas o para sacrificios rituales en honor a los dioses del caos.

Las Naves de Guerra: Las Herramientas del Dominio

Detrás de las Evangelistas estaban las naves de guerra, listas para arrasar cualquier resistencia. Entre ellas destacaba la Devastatrix, que ahora llevaba la insignia personal de Sera y la Legión del Deseo Oscuro. Esta nave, una fortaleza flotante, era capaz de destruir cualquier estructura defensiva y derribar ciudades enteras con sus devastadores cañones de energía.

Junto a la Devastatrix viajaban otras naves de guerra especializadas en extracción masiva de esclavos, como la Recolectora de Almas, diseñada específicamente para extraer prisioneros de los campos de batalla y transportar a los capturados al planeta de Rivon para ser reeducados y entrenados.

El Camino hacia el Poder Supremo

Rivon y Sera, observando desde el Templo del Deseo en su planeta natal, veían cómo su imperio comenzaba a expandirse más allá de las estrellas. Sera, con su recién ganada unidad de élite, Los Hijos del Caos Lascivo, pronto tendría bajo su mando un ejército de guerreros devotos que la protegerían y ejecutarían su voluntad en todo el universo.

Rivon, satisfecho con el despliegue, se volvió hacia su hermana con una sonrisa calculadora. — Nuestros ejércitos crecerán, Sera. Y con ellos, nuestra influencia se expandirá a cada rincón de esta galaxia. Los esclavos que traigan serán la sangre y el músculo de nuestro imperio, pero los verdaderos seguidores serán aquellos que abracen nuestro poder y deseo.

Sera asintió, sus ojos ardiendo con la ambición que ya no podía ocultar. — Pronto no habrá ningún rincón en el universo donde no se nos adore. Y los que se resistan… pagarán el precio.

Las flotas de Rivon y Sera se habían desplegado por toda la galaxia, con un objetivo claro: capturar esclavos para formar los ejércitos y asegurar el futuro de su dominio. Los primeros informes llegaron pronto. Planetas enteros estaban siendo aplastados bajo el peso de las naves de guerra, y los Evangelistas del Caos Lascivo ya habían comenzado a corromper las mentes de las élites en varios sistemas.

Pero el verdadero tesoro, aquellos que Sera buscaba con ansias, no eran los líderes ni las poblaciones sometidas, sino los guerreros esclavos que serían moldeados y convertidos en sus tropas personales.

La Llegada de los Primeros Esclavos

Las naves de transporte, llenas de prisioneros de varios mundos, aterrizaron en el planeta natal de Rivon y Sera. A medida que los esclavos descendían, exhaustos y derrotados, eran separados según su fuerza, habilidades y voluntad.

Aquellos considerados útiles para el combate fueron llevados directamente a los campos de entrenamiento en las cercanías del Templo del Deseo, donde serían adoctrinados y preparados para servir bajo el estandarte de Sera. Los esclavos más débiles, sin embargo, no tendrían un destino tan noble: serían usados como fuente de trabajo forzado o para experimentos relacionados con los oscuros rituales de los Sacerdotes del Deseo Oscuro.

Sera, observando desde las altas torres del Templo, vio cómo los esclavos marchaban hacia su nuevo destino. La fuerza bruta y la devoción ciega serían las herramientas con las que moldearía a su ejército.

El Campo de Entrenamiento: Forjando la Legión del Deseo

El Campo de Entrenamiento, que rodeaba el Templo del Deseo, no era un simple lugar de ejercicio físico. Allí, los esclavos seleccionados eran sometidos a rituales de transformación, diseñados para quebrantar su voluntad y corromper sus mentes. A través de una combinación de rituales psíquicos y entrenamiento brutal, se convertían en soldados que ya no conocían más lealtad que la de sus nuevos dioses, Rivon y Sera.

Estos futuros soldados, conocidos como los Hijos del Caos Lascivo, serían formados no solo para el combate, sino también para adorar a sus líderes como deidades vivientes. Sera, viendo el progreso de los primeros grupos, comenzó a trazar los planes para la creación de una unidad de élite, un ejército personal que estaría bajo su mando directo.

Los Hijos del Caos Lascivo: El Nacimiento de un Ejército

Aquellos que pasaban las pruebas del campo de entrenamiento eran ascendidos al rango de Hijos del Caos Lascivo, un grupo de soldados de élite cuya devoción era absoluta. Estos guerreros llevaban armaduras oscuras adornadas con los símbolos del deseo y el caos, cada una personalizada según los logros y pruebas superadas por cada soldado. Sus armas, forjadas en los templos oscuros, canalizaban parte del poder de Sera, haciéndolas capaces de destruir tanto cuerpos como mentes.

A diferencia de los soldados comunes, los Hijos del Caos Lascivo eran capaces de absorber el poder que los rodeaba en el campo de batalla, aumentando su fuerza mientras causaban estragos entre las filas enemigas. Cada muerte, cada sacrificio, alimentaba su deseo de poder y los acercaba más a sus oscuros dioses.

Sera, al ver el primer grupo de Hijos del Caos Lascivo completamente formado, supo que este ejército sería imparable. Pero su ambición no se detenía ahí. Sera también quería crear una Guardia Personal, un grupo que estuviera con ella y Rivon en todo momento, protegiéndolos y ejecutando sus órdenes más secretas.

La Guardia del Deseo Inquebrantable

Los mejores entre los Hijos del Caos Lascivo serían seleccionados para formar parte de la Guardia del Deseo Inquebrantable, una fuerza élite que custodiaría a Rivon y Sera. Este grupo no solo sería entrenado para el combate, sino también para resistir cualquier tentación externa y mantener una lealtad incuestionable a sus dioses.

Sera, al elegir a estos guardias, se aseguró de que fueran no solo los más fuertes, sino también los más devotos. Cualquier señal de duda o debilidad era castigada severamente. La Guardia estaba destinada a ser la máxima representación del deseo y el caos que Sera predicaba, y aquellos que no podían soportar esa carga eran eliminados sin piedad.

El Futuro de los Ejércitos de Sera

Con los Hijos del Caos Lascivo y la Guardia del Deseo Inquebrantable formados, el siguiente paso era expandir su influencia a otros planetas. Rivon y Sera no solo necesitaban más esclavos para alimentar su maquinaria de guerra, sino que también deseaban extender su religión más allá de los mundos conquistados.

Sera, con su nueva unidad de élite bajo su mando, estaba decidida a asegurarse de que ningún planeta en la galaxia se escapara de su control. Los Evangelistas del Caos Lascivo seguirían avanzando, corrompiendo planetas y convirtiéndolos en fuentes de soldados y recursos para su ejército en constante crecimiento.