La mañana en la mansión Phoenix era tranquila, pero Raiser sentía una mezcla de emoción y nerviosismo burbujear dentro de él. Había llegado el momento de dar un paso crucial en su camino hacia la consolidación de su nobleza. Con el apoyo de su familia, se dirigieron a la capital Lilit, donde se encontraba el Maō Ajuka Beelzebub.
El viaje fue breve, pero lleno de expectativas. Al llegar a la imponente ciudad, Raiser no pudo evitar sentirse abrumado por la grandeza del lugar que no vio bien al solo estar de paso la anterior vez. Las estructuras majestuosas y los vibrantes colores reflejaban el poder y la historia que residían en cada rincón.
Una vez en el palacio de Beelzebub, fueron recibidos con respeto por las criadas que lo llebaron al laboratorio de ajuka. El Maō era conocido por su inteligencia y astucia, y Raiser sabía que estaba a punto de recibir sus Evil Pieces.
"Bienvenido, Raiser", dijo Beelzebub con una sonrisa astuta mientras los guiaba hacia una sala privada. "He estado esperando tu llegada y de antemano te gradesco la información sobre los planes de la familia Naberius."
Raiser asintió, sintiendo cómo la anticipación crecía en su interior. "No fue nada mi señor, tome interes el la nekomata kuroka y no queria que la sigueran persiguendo por defenderce de su padre. Pero el proposito de mi ayuda se cumple hoy al uster darme las Evil Pieces. Mi señor."
Beelzebub asintió y comenzó a explicar. "Las Evil Pieces son un conjunto de piezas mágicas demoniaca que permiten a un noble crear su propio equipo de servientes o 'Rooks', 'Knights', 'Bishops', entre otros. Cada pieza tiene características únicas que les otorgan habilidades especiales."
Mientras hablaba, Beelzebub hizo un gesto hacia una caja elaborada que reposaba sobre una mesa. "Esta es la caja que contiene las Evil Pieces. Cada pieza puede ser utilizada para revivir a un ser caído o para otorgar habilidades especiales a aquellos que ya están vivos."
Raiser se acercó a la caja, sintiendo una energía pulsante emanando de ella. "¿Cuáles son las funciones específicas de cada tipo de pieza?" preguntó con curiosidad.
"Las piezas están divididas en varias categorías", explicó Beelzebub:
Rook: Estas piezas son fuertes y resistentes; ideales para el combate cuerpo a cuerpo.
Knight: Son rápidas y ágiles, perfectas para maniobras estratégicas.
Bishop: Tienen habilidades mágicas excepcionales; pueden lanzar hechizos poderosos.
Queen: Una pieza versátil que combina las habilidades de los Rooks, bishop y Knights.
King: La pieza más importante; representa al líder del grupo.
Pawn: Aunque son consideradas las más débiles, pueden ser promovidas a otras piezas si demuestran valor en batalla.
"Cada pieza tiene su propia esencia", continuó Beelzebub. "Al llenar esta caja con tu energía, podrás darles color y vida, convirtiéndolas en tus aliados leales."
Raiser sintió cómo su corazón latía con fuerza al imaginar lo que eso significaba. Con determinación, extendió sus manos hacia la caja y comenzó a canalizar su energía mágica en ella. A medida que lo hacía, vio cómo las piezas comenzaban a brillar con luz vibrante, tomando forma de diferentes Phoenix ante sus ojos.
"Esto es fabuloso", murmuró Raiser para sí mismo mientras observaba cómo las Evil Pieces cobraban vida. Sabía exactamente quién sería su primer miembro en esta nueva nobleza.
Con una sonrisa decidida en su rostro, pensó en Merlin su compañera leal y cómo podría utilizarla como base para construir algo aún más grande. Pero también había otros nombres que danzaban en su mente; personas que podrían fortalecer su posición y ayudarlo a alcanzar sus objetivos.
Al regresar a la mansión Phoenix, Raiser fue recibido con vítores y aplaus. Sus padres, Reimon y Riumi, habían organizado una gran fiesta en honor a su reciente adquisición de las Evil Pieces. La mansión estaba decorada con luces brillantes y banderines que ondeaban alegremente, creando un ambiente festivo que llenaba el aire de emoción.
"¡Felicidades, hijo!" exclamó Reimon, abrazándolo con fuerza. "Has dado un paso importante hacia tu futuro como nobleza."
Riumi sonrió con orgullo mientras servía bebidas a los invitados. "Estamos tan felices por ti, Raiser. Este es solo el comienzo de grandes cosas."
A medida que la fiesta avanzaba, varias familias de los 72 Pilares llegaron para felicitarlo. Entre ellos se encontraba su prometida, Rias Gremory, quien llegó acompañada de su reina akeno y su recien adquirida torre Shirone la cual ahora es conocida como Koneko. Al verlas entrar, Raiser sintió una mezcla de alegría y nerviosismo al conocer por primera vez a la heroína principal del canon.
Kuroka, al notar la presencia de Koneko, no pudo contenerse. Corrió hacia ella con lágrimas en los ojos y la abrazó fuertemente. "¡Hermana! ¡Te he extrañado tanto!" Las dos se fundieron en un abrazo lleno de amor y emoción, mientras Koneko intentaba consolar a su hermana.
Rias observó la escena desde un rincón de la sala junto a una risueña akeno, sintiendo cómo una punzada de desagrado le atravesaba el pecho. No podía evitar sentirse incómoda al ver a Kuroka tan feliz junto a Koneko; eso solo le recordaba lo que había perdido en su propia vida.
Cuando Raiser se acercó a Rias y akeno para saludarlas, ella lo miró con desdén. "Felicidades por tus piezas malvadas", dijo con tono frío y distante. "Pero no creo que esto sea motivo para celebrar."
Raiser frunció el ceño ante su reacción. "Rias, ¿qué te pasa? Deberías estar feliz por mí."
"¿Feliz? ¿Por qué debería estarlo?" replicó ella con indignación. "No quiero este compromiso contigo. No me interesa ser parte de tu nobleza ni ser tu esposa."
Las palabras de Rias resonaron en el aire y Raiser sintió cómo su sonrisa crece ante su rechazo. Sin embargo, antes de que pudiera responderle, ella dio media vuelta y se alejó hacia donde estaban otros herederos conversando animadamente.
"Perdón a rias, Raiser–sama, ella esta aun recia". Pidió disculpas la bella chica y antes de irse con su ama raiser azotó su regordete culo lo cual la dejo mordiendo su labio de placer.
Kuroka notó la tensión entre su amo con rias, y dejó a Koneko momentáneamente para acercarse a Raiser. "¿Estás bien amo?" preguntó con preocupación.
"No lo sé", admitió él mientras observaba cómo Rias se alejaba. "Ella no quiere este compromiso… pero no puedo forzarla en éstos momentos, todo a su tiempo ."
Kuroka tomó su mano suavemente. "Lo importante es que has dado un paso importante amo. No todos entenderán tus decisiones o compartirán tus sueños."
Mientras tanto, Rias se unió a otros herederos que discutían sobre sus propios logros y planes futuros. Aunque intentaba mantener una fachada despreocupada, sentía una mezcla de frustración e impotencia burbujear dentro de ella.
"¿Qué te pasa?", le preguntó uno de los herederos cercanos al notar su expresión sombría.
"Nada", respondió ella rápidamente, aunque sabía que no podía ignorar el odio que sentía por Raiser y su deseo por liberarse del compromiso impuesto.
Risas y música llenaban el aire mientras las familias celebraban sus éxitos y fortalecían alianzas. Pero para Raiser y Rias, ese momento marcaba el inicio de un conflicto interno que podría cambiar el rumbo de sus vidas y para mala suerte de rias ella sera la nas afectada.
Mientras Raiser seguía sumido en sus pensamientos sobre Rias, de repente sintió un fuerte abrazo que lo levantó del suelo. Era su hermano mayor, Ruval, quien lo sostenía con fuerza y una gran sonrisa en el rostro.
"¡Felicidades, pequeño hermano!" exclamó Ruval, riendo mientras lo dejaba caer suavemente de nuevo al suelo. "Ahora que tienes tus Evil Pieces, espero que me saques del top 10 en los Rating Games. ¡No puedo quedarme atrás de un novato!"
Raiser no pudo evitar sonreír ante la broma de su hermano. "Haré lo que pueda, pero no prometo nada", respondió con un guiño. La camaradería entre ellos siempre había sido una fuente de alegría para Raiser, y ese momento le recordó que tenía el apoyo incondicional de su familia.
Justo en ese instante, su hermana Ravel se acercó corriendo, sus ojos brillando con emoción. "¡Onii-sama! ¡Estoy tan orgullosa de ti!" gritó mientras se lanzaba a sus brazos. El abrazo era cálido y lleno de amor fraternal.
"Gracias, Ravel", dijo él mientras la abrazaba con ternura. "Significa mucho para mí."
"¿Puedo unirme a tu nobleza?" preguntó ella con una expresión esperanzada en su rostro. "Quiero estar contigo y nunca separarme. Sería increíble luchar a tu lado."
Raiser miró a su hermana con cariño y aprecio. Sabía cuánto deseaba ser parte de algo grande y significativo. "Por supuesto, Ravel. Siempre tendrás un lugar en mi nobleza", le aseguró con sinceridad.
La alegría iluminó el rostro de Ravel mientras saltaba de felicidad. "¡Sí! ¡Esto va a ser genial! Juntos seremos imparables."
Ruval observó la interacción entre ellos con una sonrisa nostálgica. "Es bueno ver que la familia se mantiene unida", comentó antes de añadir en tono juguetón: "Pero no te olvides de entrenar duro, pequeña. No quiero que te conviertas en una carga para nuestro querido Raiser."
Ravel hizo una mueca hacia su hermano mayor antes de reírse. "¡No te preocupes! Estoy lista para demostrarles a todos lo que puedo hacer."
Mientras tanto, Kuroka observaba desde un costado, sintiéndose feliz por la unión familiar que presenciaba por parte de su nuevo amo. Sin embargo, también sabía que había desafíos por delante; las tensiones entre Raiser y Rias aún estaban latentes y temía que nonla dejaran ver a su Shirone.
La fiesta continuó alrededor de ellos, llena de risas y celebraciones mientras los miembros de la familia Phoenix se reunían para brindar por el futuro brillante que les esperaba.
Raiser sintió una renovada determinación al mirar a su familia; sabía que juntos podrían enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino al iniciar el canon.
La noche había caído sobre la mansión Phoenix, y en su habitación privada, Raiser se encontraba rodeado de Kuroka y Merlin. La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación mientras se preparaban para llevar a cabo el proceso de reencarnación.
"¿Estás listo, Raiser?" preguntó Kuroka, su voz suave pero llena de determinación. Ella sabía lo importante que era este momento para él y para ellas.
Raiser asintió, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. "Sí, estoy listo. Vamos a hacerlo."
Merlin, con su cabello brillando a la luz tenue de las velas, sonrió con confianza. "Recuerda que el proceso es delicado. Necesitamos asegurarnos de que cada pieza esté bien conectada a tu energía mágica."
Raiser tomó un profundo respiro y se acercó a la caja que contenía las Evil Pieces. Con un gesto decidido, abrió la tapa y dejó que la luz brillante de las piezas iluminara la habitación. Cada una de ellas parecía vibrar con energía propia, esperando ser activadas.
"Primero, debemos elegir las piezas adecuadas", explicó Raiser mientras señalaba las piezas en la caja. "Kuroka, tú serás mi Bishop; tu magia será invaluable en el campo de batalla. Y Merlin, tú serás mi Queen; tu versatilidad nos dará una ventaja estratégica."
Ambas mujeres asintieron con entusiasmo mientras Raiser tomaba las piezas correspondientes: una Bishop para Kuroka y una Queen para Merlin. Con cuidado, colocó cada pieza en el centro de un círculo mágico dibujado en el suelo.
"Ahora viene la parte más importante", dijo Raiser mientras comenzaba a canalizar su energía mágica hacia las piezas. "Debo infundirles mi poder para que cobren vida."
Concentrándose intensamente, Raiser extendió sus manos sobre las piezas y comenzó a recitar un antiguo hechizo que había aprendido sobre el proceso de reencarnación. La habitación se llenó de un resplandor dorado mientras su energía fluía hacia las Evil Pieces y tras unos minutos todas las piezas mutaron en el maximo nivel.
Las dos piezas que selecciono antes comenzaron a brillar intensamente antes de desvanecerse en una nube de luz brillante dentro de Kuroka y Merlin. En ese instante, sintió cómo una conexión profunda se formaba entre ellos; era como si sus almas estuvieran entrelazadas.
"¡Ahora!" exclamó Raiser cuando sintió que el proceso estaba completo.
Kuroka y Merlin fueron envueltas en un aura mágica mientras sus nuevas formas comenzaban a manifestarse. Cuando la luz finalmente se disipó, ambas estaban allí, más fuertes y radiantes que nunca.
"¡Lo hiciste!" gritó Kuroka emocionada mientras miraba su nueva forma como Bishop y sus hermosas alas de Phoenix negras llameantes junto a las puntas de fuego fauto de sus colas.
Merlin sonrió con satisfacción al ver cómo su poder había sido potenciado por Raiser. "Esto es increíble", dijo ella mientras giraba sobre sí misma para admirar su nueva apariencia junto a sus alas de Phoenix azules llameantes y una corona de llamas en su cabeza.
Con el éxito del ritual aún fresco en sus corazones, los tres decidieron celebrar este nuevo comienzo juntos. La intimidad del momento los envolvió mientras compartían risas y abrazos cálidos.
Raiser miró a sus dos compañeras, sintiendo cómo sus corazones latían con fuerza. "No puedo creer que lo hayamos logrado", dijo Kuroka con una sonrisa satisfecha. "Ahora somos más fuertes juntos."
Kuroka se acercó a él, su mirada intensa y seductora. "Y eso merece ser celebrado de una manera especial", murmuró mientras acariciaba suavemente el brazo de Raiser. Su toque era electrizante, enviando escalofríos por su cuerpo.
Merlin se unió a ellos, su presencia elegante y cautivadora. "Estoy de acuerdo", dijo con una sonrisa traviesa. "Hemos formado un vínculo poderoso esta noche. ¿Por qué no exploramos eso un poco más?"
Raiser sintió cómo la tensión en el su pantalón aumentaba. La lujuria entre ellos era innegable; cada mirada y cada toque parecía encender una chispa que no podía ignorar. Se acercó a Kuroka, atrapando su rostro entre sus manos mientras sus labios se encontraban en un beso suave pero apasionado.
Kuroka respondió al beso con fervor, sus manos deslizándose por el torso de Raiser mientras lo atraía hacia ella. La calidez de su cuerpo era irresistible, y Raiser sintió cómo su deseo crecía.
Merlin observaba con una mezcla de deseo y admiración. No pudo resistir la tentación de unirse a ellos; se acercó y comenzó a acariciar la espalda de Raiser mientras él seguía besando a Kuroka. La sensación de las manos suaves de Merlin sobre su piel lo hizo mas feliz de tener dos hermosas mujeres a su disposición.
"Yo también quero amor", susurró Merlin al oído de Raiser antes de inclinarse para capturar sus labios en un beso ardiente. La combinación del sabor dulce de Kuroka y la intensidad de Merlin lo envolvió en una ola de placer.
Kuroka sonrió entre besos, disfrutando del momento compartido. "Quiero sentirte cerca nyaaa~", dijo mientras empujaba suavemente a Raiser hacia la cama.
Con un movimiento fluido, los tres se acomodaron sobre las sábanas suaves. Raiser se encontró rodeado por las dos mujeres que ahora eran parte fundamental de su vida; sus cuerpos estaban tan cerca que podía sentir el calor emanando de ellas.
Kuroka comenzó a desabrochar lentamente la camisa de Raiser, dejando al descubierto su piel bronceada. Sus dedos recorrían su torso con delicadeza, provocando que él inhalara profundamente ante la sensación.
"Déjanos consentirte, nya", murmuró Kuroka mientras bajaba sus labios hacia el pecho de Raiser, dejando suaves besos que hacían que cada fibra de su ser ardiera con deseo.
Merlin se inclinó hacia adelante para besar a Kuroka mientras ambas continuaban explorando el abdomen de Raiser. La intenion entre ellas era palpable; cada caricia parecía intensificar el deseo compartido a su largos y gruesos objetivos.
Raiser cerró los ojos, dejándose llevar por las sensaciones abrumadoras que lo rodeaban. Las manos de Kuroka recorrían su abdomen mientras Merlin comenzaba a trazar círculos suaves alrededor del pezon.
Al llegar al final ambas desabrocharon el pantalón de Raiser y frente a ellas dos grasas y palpitantes pollas listas para ser debordas por éllas."nnnyaaa~ huelen tan buen" exclamó Kuroka ya borracha de lujuria al no aguantar más y empezar a tragar con ambre su miembro.
"Fufufu, kiroka estas muy abimada". A diferencia de su compañera merlin masajeaba suavemente con su mano el eje de Raiser para lentamente besar y succionar suavemente la punta, mientras que su otra mano frotaba su testículo el cual se hincha más y más asta alcanzar el tamaño de una pequeña naranja llena de jugo o en este caso, semilla caliente y poco fértil.
Raiser disfrutó la atención de amas, una veras y frenética y la otras suave y estimulante. Ambas lo complacen perfectamente al esplimular sus miembros los cuales poco a poco se hincan para darles su nueva bebida favorita.
"Nyaaa~ tan dulce, tan caliente y espesa" ronroneo la gata mientras lambia asta la última gota, mientras a su lado merlin disgustaba con los ojos cerrados y lentamente la esensia de Raiser. "Sorprendente que la semilla del amo tenga munchos nutrientes y un buen sabor ... ¡oye es mía kuroka!".
Kuroka abia terminado de limpiar ambos miembros y antes de que merlin se quejara más, ella salto sonreíste a ella para compartir todoa la semilla que recolectó atrabes de un beso apasionado.
"Grgrgrgrgr no se olviden de mi", dijo Raiser con voz ronca mientras giraba para enfrentar a Merlin y Kuroka las cuáles estaban pegadas en un abraso compartiendo la semilla de su hombre, "Humhmm~/nyaaaaaa~" . Ambas llegaron al clímax al tener sus coños llenos con uno de los miembros de Raiser el cual no les tubo piedad y empujó con fuerza asta entrar a sus úteros.
"No ignoren a su amo perras". Gruñó Raiser al agarar de ambas uno de sus pechos los cuales eran amasados con fuerza en cada nervio correcto, "nyaaa~ soy tu gatita amo no un perro mmhmm...nyaaaa~". Kuroka fue callada al ser empujada a la boca de merlin la cual siguió besándola profundamente.
"Mmmmm~ amo/nyaaaa~ amo", ambas mujeres llegaron al clímax y Raiser aumento el ritmo para que después de unos manitos de frenesí orgasmico por parte de las mujeres que el lleno asta que sus bolas se redujeran sacando todo en ellas.
"Tsk, creo que me pasé con ellas". Melin y kuroka quedaron tendidas una sobre la otra, sus rostros en una explosión orgasmica mietras que cada par de segundos sus cuerpos conbulsiona y chorros de sus jugos y semilla salían de ellas.
"Ya que, ¡olga, ephildis, dinelynd vengan, se que están tras la puerta como siempre. Aún no soy satisfecho así que traigan esos culos gordos y esas tetas grandes aquí!".
Las tres elfas entraron avergonzadas de ser atrapadas de nuevo, y ya desnudas con sus coños chorreando de espera, entraron felizes de complacer a su amo y con la esperanza de tener otra oprtuniad de quedar embarazadas con sus hijos.