Punto de Vista de James
El sonido melódico ingresó suavemente a mis oídos y sentí ganas de suspirar porque acababa de quedarme dormido, y ahora tenía que escuchar algo que todavía no conocía. Sin embargo, mi irritación se aplacó porque esta voz era verdaderamente reconfortante.
Una extensión de césped verde me dio la bienvenida al abrir los ojos. Otra vez, ¿dónde estoy?
—Diz, ¿puedes oírme? ¿Todo esto lo haces a propósito para que podamos hablar de nuevo como antes? —intenté comunicarme con mi lobo, pero no hubo respuesta. Pude concluir que Diz no era el cerebro detrás de todo lo que estaba sucediendo.
—Hola, Alfa James —un saludo llegó desde detrás de mí y, al mismo tiempo, el canto se detuvo. Cuando me giré, encontré la cara de Aimee.
—¿Por qué... por qué no te vas simplemente? ¿Por qué tienes que encontrarme en un sueño? —Aimee permaneció impasible; simplemente continuó sonriendo mientras movía su mano, exactamente como un autómata programado para hacerlo.
