Punto de Vista de Aimee
Ya tenía dos maletas en su poder cuando me encontré con Alfa Vincent en la sala de reuniones de su mansión.
Honestamente, me quedaba un pequeño atisbo de esperanza de que Alfa James defendiera mi presencia en la manada. Bueno, al menos esperaba que él impidiera que Alfa Vincent se llevase mis pertenencias. Resulta que estaba equivocada, esperando tontamente algo que estaba destinado a no suceder.
—Gracias, Alfa Vincent.
Bajé la mirada para que Alfa Vincent no viera mis ojos que estaban al borde de las lágrimas, pero resulta que él ya lo sabía y en cambio me abrazó.
—No te preocupes, definitivamente los superaremos. Como mínimo, deberías estar feliz y poder recuperar tu fuerza perdida. Enfoca tu atención en eso primero, y luego puedes dirigir tu dolor hacia ellos —Alfa Vincent acarició suavemente mi cabeza.
