—¿Viste lo que acaba de pasar, Katy? —preguntó Aurora a su amiga.
—¿Qué cosa? No vi nada inusual. Vamos a almorzar —Katy le respondió.
—Ese profesor acaba de ignorarme —dijo ella.
—¿En serio? —Katy estaba sorprendida.
—¿En serio? ¿Me estás diciendo en serio que no viste cómo me ignoró? —preguntó ella.
—Lo escuché decir "Hola, Aurora"... —Katy mantuvo y le dio una mirada de 'obvio'.
—Eso sí lo hizo pero no aceptó mi mano para saludar y sin embargo aceptó la tuya —señaló ella.
—¡Oh! —exclamó Katy, levantando una ceja.
—Hablo en serio —Aurora espetó, sintiéndose molesta.
—¡Vaya, vaya! Calmémonos, ¿de acuerdo? Bueno, estoy segura de que no quiso hacer eso. Definitivamente tenía prisa. No le des importancia, chica. Vamos a comer —Katy dijo, restándole importancia al asunto. Aurora estaba consternada.
~
—¿Qué acaba de pasar? ¿Acaba de negar reconocer que somos compañeros? —Elías se preguntaba mientras seguía caminando, del otro lado.
—Los hombres lobo reconocen a sus compañeros en cuanto se ven, siempre que tengan dieciséis años y hayan obtenido sus lobos, ¿verdad? Todos los estudiantes de esa clase tienen 18 años, así que ella también debería tenerlos. ¿Está intentando hacerse la tonta? —analizó con gran interés.
—¿No me escuchas? ¿Por qué no respondes? ¿Me estás ignorando a propósito? —gritó a su lobo, ya que este último no decía nada. Se había retirado al fondo de su mente.
—Vale, lo siento. Acepto que no estás de acuerdo con rechazar a nuestra compañera pero dejemos eso de lado por ahora y resolvamos esto. Viste cómo actuó como si no supiera que somos compañeros, ¿verdad? —Elías preguntó a su lobo, persuasivamente.
—¡Huh! Bueno, para alguien que está planeando rechazarla, no creo que debas preocuparte si te ignora o no —su lobo dijo, con una actitud.
—Ehm... Sí. Puede que tengas razón pero solamente tengo curiosidad. ¿Es un crimen ahora ser curioso? El hecho de que quiera averiguar por qué actuó completamente ignorante de ser nuestra compañera no significa que vaya a cambiar de idea y no rechazarla —Elías respondió a su lobo.
—No necesitas averiguar eso. ¿No la ignoraste tú antes? Tomaste la mano de su amiga para un apretón de manos y sin embargo te negaste a tomar la suya. ¿Por qué debes avergonzarla de esa manera? —su lobo dijo con irritación.
—No avergoncé a nadie o debería decir que no tuve la intención de avergonzarla. Sabes por qué hice eso, así que deja de ofenderte y estar molesto. No podemos arriesgarnos a tener ningún contacto físico con ella cuando vamos a rechazarla. Eso sería como despertar el vínculo de compañeros y hacerlo insoportable rechazar uno al otro. Sabes lo que eso significa —explicó.
—Huh, bueno. Ahora, imbécil... Nuestra compañera es extraña. Mientras estábamos más cerca de ella, no pude sentir su lobo. Sabes que se supone que debo sentirlo y poder conectarme con ella si estuviera presente. Ninguna conexión en absoluto. Entonces, no es que ella esté deliberadamente negando reconocer que somos compañeros. Ella no sabe que somos compañeros, en absoluto. No tiene idea ya que es sin lobo —su lobo le reveló.
Elías estaba completamente impactado.
—¿Qué? ¿Qué hombre lobo no tiene un lobo, su animal interno? ¿Es eso siquiera posible? Quiero decir, pude sentir que ella es puramente hombre lobo. No es ni siquiera medio humano, medio hombre lobo. Es un hombre lobo de pura sangre —analizó, confundido.
—Lo sé. Pero es lo que es. Actualmente es sin lobo. ¿Y no hace eso más fácil para ti que estás empeñado en rechazarla? —su lobo mantuvo.
—Sí, ciertamente lo hace más fácil. Pero en serio, esta revelación sobre ella la hace realmente intrigante. Tengo curiosidad por saber cómo ha estado lidiando como un hombre lobo en una comunidad de hombres lobo sin lobo. Ni siquiera puedo imaginar la sensación —Elías respondió a su lobo.
—¿La hace intrigante? Entonces, ¿estás dispuesto a conocerla mejor y reconsiderar la decisión de rechazarla, es eso lo que estás diciendo? —su lobo preguntó, sintiéndose emocionado.
—No, eso no es lo que estoy diciendo. ¿Cómo ser intrigante significa querer conocer a alguien mejor o reconsiderar no rechazarlos? No seas tonto, por favor —Elías dijo.
—Yo no soy tonto. Tú eres el tonto aquí. Y no solo eres tonto sino también insensible. ¿No sientes ni un poco de lástima por nuestra compañera? Es sin lobo y encima su compañero está planeando rechazarla, entonces será sin lobo y sin compañero —su lobo dijo, enojado.
—Ella no es digna de lástima. ¿Qué sabes tú sobre ella para concluir que es digna de lástima? —preguntó al lobo enfadado.
—Sé mucho —el lobo declaró.
—Como qué y qué, dime —Elías respondió secamente.
—Sé que es nuestra compañera —el lobo dijo tercamente.
—¡Dios, hablar contigo no tiene sentido! ¿Qué espero de ti, de todos modos? Solo eres un lobo cachondo que no puede esperar para aparearse —Elías declaró, burlándose.
—¿Perdona? Bueno, si eso es todo lo que soy, entonces no eres diferente de mí. La diosa de la luna nos hizo uno ya que nos complementamos bien —el lobo replicó.
—¿Sabes que eres muy molesto? —preguntó.
—Bueno, tú eres yo. Yo soy tú. Lo que sea que soy es lo que tú eres —su lobo mantuvo, haciendo que Elías se riera.
—He terminado de hablar contigo por ahora, ¡bestia molesta! —Elías dijo, medio en serio, medio en broma y cortó la conexión con su lobo. Quería pensar un poco sin que él lo supiera.
—¡Huh! ¿Qué se supone que significa esto? ¿Cómo puede ser mi compañera sin lobo? —Elías pensó para sus adentros.
—¡Alfa! —una voz sonó detrás de él.
—¡Alfa Asher! ¡Alfa Asher! —la voz sonó de nuevo.
Elías casi se da un latigazo al girarse para mirar a la persona. Estaba alarmado.
—Nadie me conoce como un Alfa aquí. Nadie aquí debería saber que soy un Alfa ya que un Alfa rondando por el territorio de otro Alfa sin el procedimiento adecuado podría significar guerra —dijo con los dientes apretados.