Rosa y Zayne caminaron hacia el jardín. Rosa vio muchas flores que no había visto crecer en otros jardines en casa, así que quiso llevarse algunas para traer consigo un pedazo de este reino cuando tuviera que marcharse. También le daría algo que mostrar cuando tuviera invitados.
—Zayne, ¿hay algo que quisieras que hiciera por ti? Haces más por mí de lo que yo hago por ti. Ahora que estamos aquí, puedo hacer algo lindo por ti con la ayuda de mis padres, así que dímelo y empezaré a prepararlo —dijo Rosa.
Antes de que Zayne pudiera dar la respuesta habitual, Rosa añadió —No puedes decir que solo necesitas que te ame. Quiero hacer algo especial por ti.
Zayne lo pensó. No necesitaba nada de Rosa ni de nadie en ese momento. Todo lo que quería era que ella estuviera segura pero como ella quería hacer cualquier cosa, tuvo que pensar en algo. —Se acerca el invierno, ¿qué tal una bufanda?
—¿Una bufanda? —Rosa repitió—. ¿Quieres que te teja una?