iba a jugar hogwart legacy para sacar algunas ideas pero en mi pc funciona medio mal asi que simplemente voy a jugar Skyrim por centesima vez.
tal vez cree un capitulo de relleno o especial conectando skyrim seria divertido
mientras tanto aqui tienen su capitulo espero lo disfruten. y dejen una piedra de poder si es asi.
pd: si no subo capitulo estos dias es por que me envicie jugando jaja
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"Dumbledore, debes hacer algo con ese chico, su existencia es peligrosa. ¡Puede que más que el mismísimo Señor Oscuro!", habló el retrato del director Black, mientras otros directores empezaban también a opinar.
"No creo que sea necesario. El muchacho explicó la función de la magia y no veo nada que se parezca a magia oscura en ella".
"Cada vez que el chico habla de magia oscura es como si la despreciara. No es nada parecido al Señor Tenebroso".
Varios directores no veían a Stephen como un peligro, ya que estaba ayudando bastante al mundo mágico, ya fuera con la tecnología mágica o con la creación de magia de luz.
"No solo eso. La magia que normalmente usa es perfecta para contradecir la magia oscura. El hecho de que le haya contado a Dumbledore sobre su maestro también es una demostración de confianza", comentó una de las directoras, fijándose en un punto específico.
"¿Su maestro? ¿Quién dice que no está mintiendo? Las personas más longevas conocidas son Nicolas Flamel y su esposa. ¿Crees en serio que existió alguien que vivió el doble que ellos?", protestó Black, como siempre demostrando por qué era el más odiado de los directores.
"¿Y por qué no sería verdad? Existen leyendas que cuentan sobre magos casi inmortales. Incluso hoy en día se siguen descubriendo horrocruxes en antiguas pirámides, lo que demuestra que muchos intentaron alcanzar la inmortalidad".
"Eso no ayuda en nada. Las leyendas son solo eso, leyendas. Posibles cuentos inventados para dormir a los niños".
El debate empezaba a acalorarse, aunque era más Black enfrentándose a los demás directores.
"Hay algo a lo que no le están prestando atención. Varias cosas, en realidad. La principal es que habló sobre un plano donde no existe el tiempo y que dejó de existir. Y la otra es que su maestro no murió, sino que fue asesinado".
Al escuchar eso, muchos directores guardaron silencio.
"Como todos sabemos, los magos, a medida que crecen, aumentan su poder mágico. Si alguien pudo asesinar a un mago con el poder de alguien de mil años, creo que podría ser más peligroso que el Señor Tenebroso".
Estas palabras dejaron el despacho en un silencio sepulcral, tan profundo que parecía un cementerio.
"No creo que debamos preocuparnos por tal asesino", dijo Dumbledore rompiendo el silencio.
"¿Sabes algo, Dumbledore?", preguntaron varios profesores, mirándolo fijamente.
"Por ahora solo sospechas", respondió intrigantemente.
"No digas que no te avisé, Dumbledore. Ese chico podría volverse la destrucción del mundo mágico, y tal vez incluso del mundo entero", dijo Black.
"Yo creo que podría ser lo contrario, Phineas. Tal vez es el mundo mágico quien lo necesita para avanzar", dijo Dumbledore, mientras se levantaba y se dirigía a su cuarto, no sin antes tocar la pequeña cabeza de Fawkes.
"Hmpf. Haz lo que quieras", dijo Phineas Black, mientras se daba la vuelta en su cuadro y dejaba de prestar atención a los demás directores.
Unos días después del desastre de los Gryffindors, quienes obviamente guardaron el secreto para no pasar vergüenza en la escuela, Stephen y los gemelos estaban encargados de revisar el transporte y repararlo, para no tener que ir todo el tiempo a la sala de profesores para ingresar a la cámara de Gryffindor.
Obviamente, los profesores hicieron una búsqueda exhaustiva de la cámara y descubrieron, gracias a un diario de un exalumno de Godric Gryffindor, que esta sala fue creada para entrenar a los Gryffindors en tranquilidad, ya que tenían los mismos problemas que Stephen y los demás. Además, las otras casas solían burlarse de los Gryffindors por su manera bárbara de pelear, en lugar de luchar como magos. Entonces, Gryffindor, con la ayuda de Rowena Ravenclaw, creó esta cámara, mientras los alumnos recorrían el mundo buscando libros sobre prácticas de artes marciales.
El material con el que estaban hechas las paredes y la puerta era anti-magia de todo tipo, creado gracias a un animal que ahora estaba extinto y que podía negar toda la magia, pero solo eso; flechas y lanzas lo extinguieron.
"Bueno, jefe, con ese ya son cuatro sapos de transporte".
"Ahora podremos entrar y salir por cuatro direcciones diferentes".
Los gemelos, con la cara llena de hollín y la ropa sucia, salieron de uno de los sapos de la cámara, que, por cierto, eran cuatro, con sus respectivas salidas esparcidas por el castillo.
"Bien. Con eso terminamos. Volvamos a limpiarnos y después a la clase de duelo que se abrió", dijo Stephen, mientras guardaba sus herramientas.
"*Suspiro* Jefe, ¿debemos ir? Ya tenemos suficiente con los entrenamientos diarios".
"Así es, jefe, aunque nos gustan los duelos y las peleas, no creo que Lockhart pueda enseñarnos nada útil", dijeron los gemelos con pesar.
"Obviamente tenemos que ir. No me perdería la primera clase de duelo. No se preocupen, será divertida", dijo Stephen con una sonrisa maliciosa, haciendo que los gemelos se dieran cuenta de que tenía algo planeado.
"Ya veo. Cuenta con nosotros, jefe".
"Clase de duelo. Obviamente no debemos faltar", dijeron los gemelos mientras seguían a Stephen.
Después de salir de la cámara, se encontraron con Flitwick y McGonagall en la sala de profesores.
"Profesores, hemos terminado de reparar los sapos y la puerta. Ya nadie quedará encerrado. También creamos un pequeño agujero para que pueda entrar la señal del MagicPhone", explicó rápidamente Stephen a los profesores.
"Bien hecho, Stephen. Eso ayudará a que el patio de la escuela siga intacto, ¿verdad, Minerva?" dijo Flitwick con una sonrisa.
"Supongo. Espero que no aprendan nada raro, ya que ahora no están a la vista de todos. Recuerden que los profesores entraremos a vigilarlos de vez en cuando", dijo McGonagall, quien estaba contenta pero no quería demostrarlo.
"Por cierto, Stephen, me gustaría preguntarte si puedes aceptar a algunos alumnos de Ravenclaw para que aprendan contigo. Si no me equivoco, la pequeña Luna está aprendiendo un tipo de magia de invocación, lo cual ha llamado la atención de varios alumnos", comentó Flitwick.
"Mm, claro, no me importa. Pero la magia de invocación es especial. Dudo que alguien, aparte de Luna, pueda usarla. Pero si quieren aprender magia eldritch y aguantan el entrenamiento, no tengo problemas".
"Eso es bueno. La verdad es que muchos alumnos siempre quisieron acercarse, pero como veían que todos eran de Gryffindor, temían ser rechazados. Hasta que apareció la señorita Lovegood", dijo Flitwick, contento y aliviado, ya que aunque creía que Stephen no los rechazaría, tampoco quería imponérselo.
"Como sabe, profesor, para que personas malintencionadas no se quieran aprovechar de los materiales de la cámara, hable al director para mantenerlo en secreto obviamente los 4 profesores encargados de las casas de Hogwarts tambien lo sabrán. pero formule un contrato mágico el cual impide la divulgación y si es intentado forzar el secreto hará que se borre de los recuerdos momentáneamente."
"No te preocupes, pequeño. El director nos comentó todo. Aunque es algo problemático, tiene razón. los magos a veces pueden ser bastante mezquinos. sobre todo aquellos que impiden a los que no son de sangre pura aprender magia poderosa". Flitwick entendió rápidamente sobre el racismo que se maneja en el mundo mágico ingles siendo un mago semiduende.
"Está bien, Flitwick. No es necesario hablar de eso. Señor Flamel, señores Weasley, pueden retirarse. Si no me equivoco, tienen una clase de duelo con los profesores Lockhart y Snape", dijo McGonagall, interrumpiendo a Flitwick y su charla, bastante seria, pero que todos sabían que era verdad, ya que no es un momento ni lugar apropiado de hablar sobre algo que perjudica al mundo magico hace años.
"Cierto. Nos vemos, profesores. Envíen a los alumnos de otras casas que quieran aprender. Les haré un examen en el patio más tarde", dijo Stephen mientras se retiraba corriendo, seguido por los gemelos.
"Jeje, tal vez deberías asegurar el patio por las dudas, Minerva", dijo Flitwick, con un toque de burla.
"Suspiro. Sería lo más sensato", respondió McGonagall mientras se dirigía al patio interno de Hogwarts, donde solían entrenar todos.
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Volviendo a Stephen y los gemelos, quienes ya habían llegado a donde se suponía que sería la clase de duelo, se encontraron con la mayoría de los Gryffindor, que los estaban esperando.
"Stephen, Fred y George, ¡sí que se tardaron! Pensábamos que ya no vendrían. ¿Y qué tal fue? ¿Pudieron arreglar ya saben qué?", preguntó Lee Jordan con tono misterioso.
"Está todo hecho. Ahora solo tendremos que entrar por uno de los sapos de roca, que se encuentran en diferentes puntos, y estaremos en la cámara de entrenamiento", dijo Stephen con una sonrisa, mientras todos los Gryffindors festejaban, ganándose una mirada inquisitiva de los demás.
"Por cierto, algunos chicos de otras casas vendrán a probar si son aptos para entrenar. Así que los probaremos en el patio de siempre antes de ver si son confiables para que entren a la cámara de entrenamiento".
"¿¡La serpiente también!?" gritó Ron, llamando la atención de todos, mientras los Slytherins que lo escucharon lo miraban con dagas en los ojos, ya que no sabían de qué hablaba, pero el hecho de que los mencionara no sonaba bien.
"Tap. ¡Idiota! No sabes guardar un secreto", dijo Fred mientras golpeaba la frente de su hermano menor.
"Ronnie, tal vez deberíamos hacer que tu contrato de confidencialidad sea un poco más violento", comentó George después de su hermano gemelo.
"Lo siento", dijo Ron, tocándose la frente golpeada y dándose cuenta de su error.
"Está bien. No maltraten al pequeño tonto. Y la respuesta a tu pregunta es sí, Ron, aunque no lo creas, puede haber gente confiable entre las serpientes. Obviamente tenemos que buscar bien", le dijo Stephen a Ron, quien estaba algo triste por tener que compartir espacio con los Slytherins, ya que, por culpa de Draco Malfoy y su constante acoso, Ron no los veía con buenos ojos.
Por cierto, gracias a Stephen, el acoso en Hogwarts era el mínimo en décadas, e incluso tal vez en siglos. El único que continuaba, luego de ser castigado, azotado, lanzado a un perro de tres cabezas y colgado del techo con una soga, era Draco Malfoy, quien, hay que admitirlo, era bastante tenaz en ese sentido.
Rápidamente, la paz fue rota con la entrada triunfal de Lockhart, mientras Snape lo seguía con la expresión más fría imaginable.
"Así es. Su profesor en este club de duelo soy yo: Gilderoy Lockhart, Caballero de la Orden de Merlín, de tercera clase; Miembro Honorario de la Liga de Defensa contra las Fuerzas Oscuras, y ganador en cinco ocasiones del Premio a la Sonrisa Más Encantadora. Pero no es necesario que diga eso, no fue con una sonrisa que vencí a la banshee", dijo Lockhart con una sonrisa, que provocó los gritos encantados de muchas fanáticas. Incluso Hermione y Angelina estaban entre ellas.
"Jefe, ¿cuándo comienza el plan?"
"Sí, jefe. Ni siquiera ha empezado y ya quiero que se calle", dijeron los gemelos, viendo con celos cómo las chicas miraban a Lockhart con admiración.
"No se preocupen, ya va a empezar", dijo Stephen con una sonrisa, mientras observaba a Lockhart invitar a Snape a ayudar en una demostración.
"... No se preocupen, aún tendrán a su profesor de pociones cuando termine con él", dijo Lockhart encantadoramente, con confianza, mientras Snape, al escuchar eso, por un milisegundo pareció mostrar en su estoico rostro signos de desprecio.
Luego, comenzaron las formalidades del duelo. Cada uno se saludó, dieron varios pasos hacia atrás para alejarse y se pusieron en guardia.
"Uno. Dos. Tres", contó Lockhart, pero antes de que pudiera lanzar un hechizo, fue arrojado por los aires por un Expelliarmus de Snape, quien incluso pronunció el encantamiento de manera deliberadamente lenta.
Ahí fue cuando comenzó el plan de Stephen. En el lugar donde cayó Lockhart, rápidamente se activó un hechizo que lo volvió a lanzar por los aires, enviándolo hacia una de las paredes. Esa pared, también encantada, lo hizo rebotar, y así sucesivamente, mientras todos los presentes observaban a Lockhart rebotar por todo el salón como una pelota.
"¡Dios mío!", exclamó Hermione, cubriéndose la boca con las manos, asustada por la caótica escena. Mientras tanto, los gemelos apenas podían contener la risa.
"¡Deténlo! ¡Deténlo, Severus!", gritó Lockhart mientras volaba por el salon.
Snape, en medio de la conmoción, finalmente hizo un movimiento con su varita, terminando el encantamiento y haciendo que Lockhart cayera al suelo con un golpe seco, completamente aturdido y desorientado. La sala quedó en silencio unos segundos antes de que los gemelos Weasley estallaran en carcajadas, seguidos por muchos otros alumnos.
Stephen, con una sonrisa satisfecha, observaba a Lockhart tratar de levantarse con una sonrisa forzada, intentando fingir que todo había sido intencional.