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Chapter 5 - Capítulo 4

Capítulo 4

"Sacrificios inaceptables"

Drex se levantó de un salto, su rostro opaco y sin expresión. Finn lo miró con una mezcla de curiosidad y preocupación, pero Drex no parecía darse cuenta. Caminó un par de pasos hacia atrás, como si tratara de alejarse de la conversación.

"¿Por qué quieren morir?", preguntó Drex, su voz baja y llena de confusión. "¿Qué sentido tiene eso?"

Finn se levantó y se acercó a Drex, intentando explicar. "Es un ritual, Drex. Una forma de... de honrar a los antepasados, de asegurar la supervivencia de la aldea."

Pero Drex no parecía escuchar. Su mente estaba llena de preguntas y dudas. ¿Por qué alguien querría morir? ¿Por qué alguien creería que eso era necesario? Todo lo que Drex había hecho en su vida había sido para sobrevivir, para mantenerse vivo. La idea de sacrificar su propia vida era absurda.

Y entonces, un recuerdo le vino a la mente. Un recuerdo lejano, borroso, pero que logró hacer que Drex se detuviera en seco. Recordó a su gente, a su familia, sufriendo y luchando por sobrevivir. Recordó a los que habían faltado, a los que habían muerto. Y recordó la forma en que todos habían reaccionado ante esas muertes.

"No", murmuró Drex, como si estuviera hablando con sí mismo. "La muerte es el final. Pero es un final que se lucha para evitar, no para entregarse a él sin luchar."

Su voz se intensificó, reflejando su desacuerdo y su determinación. "No voy a aceptar que la muerte sea la solución. No voy a entregarme a ella solo porque algunos creen que es lo correcto."

Y entonces, se detuvo. Su mente comenzó a girar, debatiendo con sí mismo.

"¿Morir sin pelear?", se preguntó Drex, su mente revolviéndose en una tormenta de dudas y desacuerdos. "¿Dejar que la muerte me alcance sin luchar? No, no puedo aceptar eso. No puedo entender por qué alguien querría hacer eso."

Recordó a las criaturas que había matado en su lucha por sobrevivir, a las que habían peleado hasta el final por su vida. Recordó su propia muerte, su renacimiento. ¿Por qué había vuelto a la vida si no era para pelear por ella?

"¿Qué es este sentimiento?", se preguntó Drex, su mente llena de confusión. "¿Por qué alguien querría dejar de pelear? ¿Dejar de vivir? No entiendo."

Pensó en su propia historia, en cómo había sobrevivido a pesar de todo. En cómo había vuelto a la vida después de morir. ¿Había dejado de pelear entonces? ¿Había aceptado su muerte?

"No", se dijo a sí mismo, su voz interna firme. "No dejé de pelear. Me levanté de nuevo, volví a la vida. Porque eso es lo que hacemos, lo que hacemos todos. Nos aferramos a la vida, peleamos por ella. No la abandonamos sin luchar."

Su mente se detuvo en ese pensamiento, en la certeza de que la vida valía la pena luchar por ella. No podía entender por qué la aldea no veía eso, por qué creían que la muerte era la solución.

"Me niego a aceptar eso", se dijo a sí mismo, su determinación creciendo. "Me niego a morir sin pelear. Me niego a dejar que la muerte me alcance sin luchar por mi vida."

Finn se quedó mirando a Drex, confundido al principio. Pensó que Drex estaba solo en su cabeza, debatiendo con sus propios pensamientos. Pero pronto se dio cuenta de que Drex estaba hablando en voz alta, sus palabras fluyendo con una convicción y pasión que Finn nunca había visto antes.

Los ojos de Finn se iluminaron con sorpresa y admiración. Nunca había visto a un cachorro como Drex, con una determinación y fuerza de voluntad tan intensa. La manera en que Drex hablaba de la vida y la muerte, de la lucha y la supervivencia, era como si hubiera experimentado todo eso personalmente.

Finn se sintió atraído por la pasión de Drex, por la forma en que se aferraba a la vida con tanta fuerza. Se dio cuenta de que Drex no era solo un cachorro, sino un ser vivo con una profunda comprensión de la existencia.

"¿Drex?", dijo Finn, su voz suave y curiosa. "¿Estás bien?"

Drex se detuvo, recordando que no estaba solo. Se giró hacia Finn, su rostro todavía iluminado por la convicción y la pasión.

"Sí", respondió Drex, su voz firme. "Estoy bien. Solo estoy tratando de entender por qué... por qué alguien querría morir sin pelear."

Finn se acercó a Drex, su mirada intensa. "Creo que entiendo"

Drex pensó que había motivado a Finn a pelear por su vida, que su pasión y determinación habían inspirado al pequeño a rechazar la idea del sacrificio. Pero Finn no estaba pensando en eso.

"Creo que entiendo", repitió Finn, su mirada intensa. "Si debo ser el sacrificio, debo hacerlo con la misma determinación que tú vives, Drex. Debemos enfrentar lo que viene con convicción y sin temor."

Drex se detuvo, sorprendido por la respuesta de Finn. No esperaba que el pequeño pensara de esa manera.

"¿Qué quieres decir?", preguntó Drex, su voz suave.

Finn se encogió de hombros. "Soy una presa, Drex. Soy predecible, vulnerable. Pero eso no significa que debo rendirme. Debo luchar, no con mi fuerza, sino con mi convicción. Debo aceptar lo que viene con dignidad y sin llorar."

Drex se sintió lleno de arrebató, su furia y frustración creciendo dentro de él. ¿Cómo podía Finn ser tan estúpido? ¿Cómo podía aceptar su propia muerte de esa manera?

Quería gritar, aullar, hacer algo para hacer que Finn entendiera la terrible verdad. Pero se contuvo, su respiración agitada y su corazón latiendo con fuerza.

Drex se contuvo, tratando de calmarse. No podía creer que Finn estuviera dispuesto a aceptar su propia muerte de esa manera. Decidió cambiar de táctica.

"Finn", dijo Drex, su voz suave. "Quiero que me lleves a tu aldea."

Finn se estremeció, su mirada intensa y llena de miedo. "¿Por qué? ¿Quieres destruirla? No, no puedo llevarte. Es demasiado peligroso."

Drex negó con la cabeza. "No, Finn. Quiero conocerla. Quiero saber por qué crees que eres una mala ofrenda. Y si puedo, quiero ayudarte a protegerla."

Finn se detuvo, pensativo y temeroso. No podía creer que Drex estuviera dispuesto a ayudarlo. Pero recordó la fuerza y la determinación de Drex, y supo que no podía rechazar su oferta.

"Pero... pero si te llevo a la aldea", dijo Finn, su voz temblorosa. "¿Y si destruyes todo? ¿Y si lastimas a mis amigos y familiares?"

Drex asintió con la cabeza. "Lo entiendo, Finn. Pero te prometo que no haré daño a nadie. Solo quiero ayudarte a proteger a tu aldea."

Finn se detuvo, dudando. No sabía si podía confiar en Drex. Pero algo en su mirada lo hizo cambiar de opinión.

La rabia contenida de Drex era evidente, Finn vio y pensó que si se negaba el de todas formas la buscaría y la iba a destruir, lo mejor era guiarlo y convencerlo de que solo él era la ofrenda.

"Está bien", dijo Finn finalmente, su voz débil. "Te llevo a la aldea. Pero debes prometerme que no la destruirás."

Drex asintió con la cabeza, su mirada seria. "Lo prometo, Finn. Te juro que no haré daño a nadie."

Finn asintió con la cabeza, todavía temeroso, pero decidido a confiar en Drex.

Y con eso, Finn se encaminó hacia la aldea, con Drex a su lado. Finn sabía que era un riesgo, pero también sabía que no tenía otra opción.

"La aldea está a unas cuantas horas caminando", dijo Finn, su voz débil pero decidida. "Vivimos cerca de una mina subterránea, es un lugar seguro y hay muchos recursos disponibles."

Drex asintió con la cabeza, interesado. "Me parece bien. Vamos."

El viaje fue ameno al principio, con Finn contando historias sobre la aldea y sus habitantes. Pero pronto, el paisaje cambió y se volvió más sombrío. Finn se detuvo y miró a su alrededor nerviosamente.

"¿Qué pasa?", preguntó Drex, su voz suave.

"Esto es un lugar peligroso", dijo Finn, su voz temblorosa. "Hay monstruos que viven aquí."

De repente, un grupo de arañas gigantes salieron de la oscuridad, seguidas por un gusano enorme. Drex se preparó para luchar, su corazón latiendo con fuerza. Pero no había necesidad de preocuparse, ya había derrotado a esos monstruos antes.

La batalla fue breve y fácil, con Drex derrotando a los monstruos con facilidad. Pero lo que le molestó fue que Finn se arrodilló y dijo una oración, pidiendo que fuera la ofrenda para salvar su aldea.

"¿Por qué haces eso?", preguntó Drex, su voz suave pero molesta.

Finn se levantó, su mirada avergonzada. "Es solo una costumbre", dijo. "Quiero asegurarme de que mi aldea esté segura."

Drex se encogió de hombros. "No necesitas hacer eso. Estoy aquí para protegerte."

Pero Finn no parecía convencido. Se arrodilló de nuevo, pidiendo que fuera la ofrenda. Drex se sintió cansado de eso, pero no dijo nada. Siguió adelante, protegiendo a Finn de cualquier peligro que se presentará.

Mientras caminaban, Finn comenzó a explicar a Drex sobre la familia de su aldea. "Mi familia es especialista en crear medicinas con plantas", dijo. "Hacemos ungüentos y remedios para curar enfermedades y heridas."

Drex se interesó inmediatamente. "Eso es fascinante", dijo. "Me encantaría saber más."

Finn sonrió. "Claro, puedo enseñarte. Esta planta, por ejemplo", dijo, señalando una planta con hojas verdes y flores blancas, "se llama 'Lirio de la Montaña'. Se utiliza para curar heridas y reducir la inflamación."

Drex se acercó para examinar la planta. "Me parece útil", dijo. "¿Y esta otra?" preguntó, señalando una planta con hojas largas y estrechas.

"Ah, esa es la 'Hierba de la Vida'", dijo Finn. "Se utiliza para curar enfermedades del estómago y la digestión. También se utiliza para reducir la fiebre."

Drex asintió con la cabeza, tomando nota mental de la información. "Me parece que tu familia tiene mucha experiencia en esto", dijo.

Finn sonrió. "Sí, mi familia ha estado haciendo esto durante generaciones. Mi abuela era una experta en medicina natural y me enseñó todo lo que sabe."

Mientras continuaban caminando, Finn le mostró a Drex más plantas y le explicó sus propiedades y usos. Drex escuchaba atentamente, interesado en la información.

"¿Y esta planta?", preguntó Drex, señalando una planta con flores rojas y hojas brillantes.

"Ah, esa es la "Rosa de la Salud", dijo Finn. "Se utiliza para curar enfermedades del corazón y la circulación sanguínea. También se utiliza para reducir el estrés y la ansiedad."

Drex asintió con la cabeza, tomando nota mental de la información. Estaba sorprendido de la cantidad de conocimiento que Finn tenía sobre las plantas y su uso en la medicina natural.

Después de horas de caminar, Drex y Finn habían derrotado a numerosos monstruos en el camino. Drex había incluso dado una mordida a algunos de ellos para saciar su estómago, lo que había dejado a Finn sorprendido y un poco asustado.

"¿Cómo puedes hacer eso?", preguntó Finn, mirando a Drex con una mezcla de admiración y temor.

Drex se encogió de hombros. "Es solo lo que hago", dijo. "Estoy diseñado para luchar y sobrevivir."

Finn asintió con la cabeza, todavía sorprendido por la facilidad con la que Drex derrotaba a los monstruos. Pero lo que no sabía era que los monstruos que habían encontrado hasta ahora eran relativamente débiles, con un nivel máximo de 13, lo que los hacía fáciles de derrotar para alguien como Drex.

Mientras continuaban caminando, Drex se detuvo de repente y se volvió hacia Finn.

"¿Sabes?", dijo Drex, con una mirada pensativa en su rostro. "Tengo una duda que me ha estado dando vueltas en la cabeza."

Finn se acercó, curioso. "¿Qué es?", preguntó.

Drex se encogió de hombros. "No sé cómo explicarlo. Pero... ¿por qué podemos hablar? ¿Por qué tenemos conciencia y pensamiento?"

Finn se sorprendió, no esperaba que Drex hiciera una pregunta tan profunda.

"No sé", dijo Finn, pensativo. "Nunca me lo he preguntado. Supongo que es solo algo que sucede."

Drex se quedó perturbado por la respuesta de Finn. ¿Qué demonios les pasaba a estos seres? Nunca se cuestionaban nada, nunca se preguntaban por el sentido de su existencia. ¿Qué tipo de gente era esta que aceptaba la vida sin preguntas ni dudas?

Drex se sintió un poco estúpido por no haberlo notado antes. Finn y su gente parecían vivir en un estado de ignorancia feliz, sin cuestionar el mundo que los rodeaba. Pero Drex no podía hacerlo. Necesitaba saber, necesitaba entender.

Se encogió de hombros y siguió caminando, pero su mente estaba llena de preguntas y dudas.

_Gusano Teragrim_

- _Nivel_: 13

- _Vitalidad_: 40

- _Ataque_: 12

- _Defensa_: 10

- _Velocidad_: 15

- _Especial_: Burrowing (capacidad para moverse bajo tierra y atacar desde la sombra)

El Gusano Teragrim es una criatura peligrosa y letal debido a su capacidad para moverse bajo tierra y atacar desde la sombra, lo que lo hace casi imposible de predecir y defender. Su tamaño considerable y su fuerza bruta lo convierten en un enemigo formidable en combate.

_Araña Velatus_

- _Nivel_: 10

- _Vitalidad_: 50

- _Ataque_: 15

- _Defensa_: 12

- _Velocidad_: 18

- _Especial_: Veneno (daño adicional de 5 puntos en cada ataque)

La Araña Velatus es una criatura letal y temible debido a su veneno mortal y su velocidad asombrosa, lo que la hace capaz de atacar y esconderse rápidamente, dejando a sus víctimas sin defensa. Su tamaño gigante y su fuerza brutal la convierten en un enemigo formidable en combate.