No Aceptaré el Título de Traidor
Traición implica confianza, la cual implica entendimiento. No podías ganarte la
confianza de otra persona a menos que esta te entendiera desde el fondo de su corazón. Sin
embargo, a veces, entender a otra persona era muy, muy difícil.
Supongamos, por ejemplo, que había una montaña alta con escarpadas colinas y afilados
bordes. Una inmensa montaña que ningún ser humano podría ser capaz de escalar. ¿Qué
pensaría una persona sin interés en el alpinismo si viera a alguien tratar de escalar hasta la
cima, solo para fallar y perder su vida? Probablemente se reiría y comentaría, Qué idiota fue.
Tal vez asumiría que la víctima se lo buscó, o inclinaría su cabeza hacia un costado,
confundido de que alguien quisiera hacer algo tan peligroso.
Para la mayoría, escalar la montaña sería imposible de entender. Una persona normal
miraría hacia la cima desde la distancia. Desde lejos, su gran altura provocaría asombro en
su corazón. No tenía forma de saber que había algo que podías obtener si llegabas a la cima
usando tu propia fuerza. Incluso si lo entendía intelectualmente, nunca lo comprendería de
forma emocional.
Ah, por cierto, ahora mismo Paul estaba agarrando el trasero de Lilia frente a mí.
Él la sobaba con una expresión tan pervertida que superaba los límites humanos,
mientras le preguntaba, "¿Qué hay de cenar?" para que Zenith no se diera cuenta. Por su
parte, Lilia estaba sonrojándose y agachando su cabeza, pero mirando con lujuria hacia Paul.
Al contrario de lo que uno podría pensar, ella evidentemente no lo desaprobaba del todo.
Volviendo a la analogía anterior —imaginen a una sirvienta con una trasero hermoso y
curvilíneo preparar su comida. Asuman que esta sirvienta poseía unas nalgas tan
espectaculares que la mayoría de los hombres amarían sentirlas en sus manos.
Contemplando un trasero de ese calibre, ¿qué pensaría un hombre casado?
Si lo vieras tocando ese trasero, solo para que su esposa lo descubra y pierda la cabeza,
¿qué pensarías de él? ¿Te reirías de su estupidez? ¿Resoplarías, insistiendo en que había
recibido su merecido? ¿Sacudirías tu cabeza y te preguntarías por qué no solo había tocado
el trasero de su esposa?
La mayoría de las personas no podían entenderlo. Un buen trasero era algo que un mortal
promedio solo podía mirar desde lejos. La escena lejana de ese redondo y suave trasero
provocaría asombro en el corazón de una persona.
Yo, sin embargo, entendía lo que pasaba por las mentes de estos potenciales agarra-
traseros. Yo comprendía el deseo de sentirlos en tus manos, incluso si tenías una esposa. La
pasión, el fervor —lo comprendía muy bien.
Paul casi con certeza obtenía algo de esto.
Los celos de Zenith eran profundos. Si su esposo tenía una aventura secreta, ella
definitivamente perdería la cabeza. Probablemente a él le emocionaba tocar el trasero de otra
mujer sin que su esposa lo sepa. Ese conocimiento probablemente incrementaba su placer
más allá de la satisfacción usual.
Yo lo entendía muy bien.
"¡Madre! Padre de nuevo está tocando el trasero de Lilia."
"¿¡Cómo!? ¡Exijo una explicación, cariño!"
"¿¡Qué!? ¿¡Rudy!? ¡Traidor!"
Pero, al final del día, yo solo lo entendía intelectualmente. Al no haber tocado nunca el trasero de una mujer, yo no podía entenderlo emocionalmente. Sin entender algo de corazón,
yo era incapaz de confiar en ello. De ser así, yo ciertamente no podía ser un traidor.
Esos eran mis pensamientos mientras observaba a Zenith mandar a volar a Paul de una
patada.