El cuadro. Una gran sorpresa. Rebi se entromete, y está a punto de saber la verdad.
Las pinturas guardan secretos ocultos. Los cuales pueden ser peligrosos
Han pasado dos días del hecho. El negocio estuvo aburrido como de costumbre. Una casa de anticuario localizada en la calle Allende, lindando con la avenida Jonte. Allí se dice que existía una vieja librería, justo al lado del negocio. Hoy en día es solo una persiana baja que cubre la fachada. El dueño, no dejó herederos ¿Me pregunto, si aún mantiene sus libros allí? Aprovechando el tiempo libre, verifiqué el nuevo encargo. Según el informe de Alonso, la familia Gimenez-Petersen poseía un cuadro muy particular que fue derivado a otra familia. Tan siniestro como el que se encuentra en el domicilio de Rebi Rumiko. Ese bosque del Japón me da escalofríos. No tuve oportunidad de comunicarme con la familia. Solo decidí, hacer la visita. El mensaje fue el siguiente: el cuadro del niño que llora. Llora lágrimas de fuego.
Había oído una leyenda al respecto…se dice que un pintor famoso…de la familia de los Amadio. Como el tal Bruno, el pintor de los niños tristes.
Cerré el negocio temprano, y fui a tomar el ómnibus del otro lado de la calle Calderón de la Barca. Debía ir al barrio céntrico de Devoto. Nueva York, y no recuerdo la altura, así que dejé que mi localizador de móvil, me guie. Tenía los datos en el mensaje de texto. ¿No sé por qué? Percibí algo inusual.
¿Así que estás ahí? – Se preguntó Rebi. Había ido a realizar unas compras, y vió salir del negocio a William. Estaba pasando la llave por la puerta – fue acercarse a él, pero en un descuido lo perdió de vista – Éste tipo camina muy rápido – Se dijo. ¿Dónde se habrá metido? – Ella estaba interesada en Le. Fue directo por la calle entrante y lo avistó justo en calderón – Te voy a descubrir William – la curiosidad sobre aquel fue tal que prefirió hacer un trabajo detectivesco. Ella venia investigando luego de su trabajo. Su papel en la vida no solo era su profesión. Tenía preguntas, y algunas debían ser contestadas por Le. William, espero el ómnibus, llegar. Estaba primero en la fila de ingreso. Detrás de todo Rebi. –¡Veamos!.. – Pensó ella – ¿No debería hacer esto?, ¿O sí? – Su rostro se dividió en dos personalidades. La dulce Rebi sonriente, y la terrorífica Rebi, también sonriente. Ambas se pusieron de acuerdo en perseguir sus movimientos. Aunque no era solo ese capricho. Había algo más que la atraía a ella. Lo oculto. De alguna manera, le gustaba el miedo y la excitación de lo prohibido, perteneciente al mundo de lo oscuro. Y William, es quien puede mostrárselo aparentemente. – iré por ti, William.
Tome el ómnibus y ella siguió detrás. El carro estaba completo y no me percaté de que ella estuviere allí, persiguiéndome. Solo fueron cinco minutos de viaje hasta llegar a destino. Avenida Lastra cruzando las vías del tren de la estación Devoto. Caminé algunas cuadras, sintiendo las presencias. Pero una especial que era inconfundible. Resté atención a ello. Cuando comencé a mirar la numeración, ya estaba en la casona de los dueños del cuadro. Los Giménez -Petersen que lo adquirieron de los Petersen originales emparentados con los Amadio. Era una ensalada de apellidos modestos. -
Sentí el escalofrió en mi espalda frente a la puerta de entrada blanca - ¡¡Qué rayos!!! – era como si un dedo frio delimitara la línea de mi espina. Eso me llenó de terror. ¿Es la casa? Temblando di la vuelta y el susto me consumió -¡¡¡Ahh!!
¡¡¡Sorpresaaa!!! ¡¡¡Soy yo!!! – Dijo alegre ¿¿¿..Rebi…?? .tu adorable vecina -¡Ja! ¡Ja! – Se ríe ella. ¿Pero qué haces aquí? – Pregunté en el asombro de ella. ¿Sera que esa energía que experimenté pudiera ser de Rebi? Estaba caminando por aquí… - Titubeo al decirme – y te vi…suelo..¿Estem?..venir por aquí – al decirlo observaba en todas direcciones. Coloque un rostro frunciendo el ceño. ¿Conoces por la zona? – el ceño fruncido no regresaba ¡Eh!.. ¡claro! – respondió y la mire como cuando se mira fijamente un objeto extraño. Evidentemente no es buena para mentir. En fin debo despedirla ¿Y qué hacías? – Preguntó intrigada con sus manos detrás tomadas. Ahora me toca mentir a mí – Me dije nuevamente Vengo a ver a un familiar – sonreí - ¡Je! ¡Je! – temas personales – respondí – Bien hecho William y con esto le dices adiós – ¡¡Buenoo…!! Se nota a leguas que es de terror mintiendo – pensó ella – ¿Es la casa de un familiar?– miro la fachada y devolvió el gesto de la sonrisa Claro…es mi… ¡Coff!!..¡¡Coff ¡!..mmm..tío Alberto– Respondí - ¡¡¡Diablos!!! ¿Por qué dije tío Alberto? Lo debo haber escuchado en alguna canción. .entonces..¿Te dejo?
Asentí, librándome del asunto hasta que la puerta se abrió.
Señor William Parker ¿? ¡Qué gusto verlo! ¡¡Je!! ¡¡Je!!..hola tío..digo ¡Demonios! – me dije – Señor Giménez -Pintos ¿Gimenez? – Me observó de reojo con desconfianza. Por favor debe ver este asunto del cuadro. No soy el señor Giménez, Soy Lorenzo Octavio. . si lo veré de inmediato..Eh…..tio.. ¿Tío..?..- me miró con extrañeza y asintió. Mientras me encontraba transpirando por el hecho. – la señorita es su prometida ¿¿Ehhh??.. claro que no
Ella se sonrojó.
De hecho soy su vecina – Se rio. Puede venir. No quiero ser descortés. Ella ya se iba..- la observé a ella y no dijo nada, aceptando la invitación de Giménez - Petersen. Con mi mentira tampoco podía armar una cuartada admirable ¿Pero qué hago con ella? Tal vez podría llevarme el cuadro y listo. Soy un anticuario al final de cuentas. – Bien..será rápido. Me llevaré el cuadro y luego llamaré No hay apuro, por ello. ¡¡Wow!! – Ella observó desde afuera parte del living de la fachada – ¿es antiguo? ¡¡Me fascina!! – Se alegró. Entonces le mostraré parte de la casa –dijo el hombre. ¡¡Oh noo!! Yo que quería irme temprano – Me dije. Nos invito al recinto. Un lugar bastante antiguo. Rebi tuvo buen ojo desde que lo vio en la puerta de calle. Los del tío Alberto quedó en la nada. Se dio cuenta de antemano que fue una mentira piadosa. El señor Lorenzo, no comprendió lo que le expresé. En su recato y buenas costumbres lo asimiló como una familiaridad. A él solo le importaba darle solución a la figura de una mujer maldita de un cuadro que cada vez que lloraba se producía una tragedia. Lo había cubierto con una lona de un lienzo muy costoso traído desde la vieja ruta de la seda. Allí en el bajo nivel en un rio cercano a Turqueminstan, una nación de la ex -URSS.
Si me dijeran que prefiero ante la resolución de un conflicto dentro del primigenio mundo paranormal, me complacería que fuera un cuadro. Allí el espíritu se encuentra atrapado sin salir de allí. A nadie le gusta que ronde por la casa. Lo que ocurre es que su poder se manifiesta sobre la totalidad de un perímetro. En éste caso la mansión de señor Gimenez.
Vengan por aquí – Dijo indicándonos la dirección del envoltorio. Lo ideal sería que me lo llevase y santificara el sitio con alguna oración. Lamentablemente, esa tarea le correspondía a la santa sede de la iglesia. Soy solo un coleccionista que atrapa espíritus conflictivos de objetos embrujados si se quiere y no un demonologo o curandero. Muchos por más que se los explicara no lo entendían. Era extraño que un ser común y corriente guardase en el sótano de su casa objetos tan peligrosos. Claramente no sabía lo que un coleccionista puede hacer. – como verán el cuadro es bastante complejo. ¿Es la familia llorando? No, ese cuadro no es que cree. Es otro. Una dama. Quien lo poseía y verdadero artista lo pintó hace muchos años. Gerald le foge. Un aristócrata francés de la localidad de Nantes. Luego éste paso a su hijo. Luego su otro hijo, hasta llegar a Bruno de os Amado en Turqueminstan, y después a Emily Le Foge Petersen, quien viajara aquí a la Argentina con su hermano Erick Le FogePetersen y se casaría con el señor Eduardo Marquez pintos Petersen, amigo de la familia. Del Señor Gimenez I, y la señora Artaña Gimenez- Pintos. No es por nada..pero hay algo llamado ramificación de apellidos. No se preocupe por el cuadro genealógico. El inconveniente aquí nace de la mujer que encierra el cuadro. Lo que parece es que hay uno problema grande con un fantasma. Ahora – Analicé la situación – Ese señor….¿Es quien supongo que es Le Foge-Petersen Erick? – me pregunté en voz alta. El mismísimo magnate que participó en el golpe del 50 para derrocar a Perón. ¡Increíble! Creí que había muerto por los insurgentes rebeldes. El cuerpo que hallaron solo fue un muerto robado del cementerio. ¿Y el cuadro? – Preguntó Ella . ese cuadro..la señora lo tenía guardado en un despacho con otras pertenencias de Francia. Un día lo colocaron para modestia y decoración de un living. Y pronto comenzaron a suceder situaciones inverosímiles. Incendios, enfermedades. Y lo peor de todo: desapariciones sin rastro. ¿Me hace recordar a los niños que lloran?- Pregunté. Esa historia si la conozco – Expresó Rebi --- los cuadros de los niños de orfanato que sueltan lágrimas y quien tenga el lienzo sufre desgracias.
Asentí a lo que ella comentó. No obstante…. Dije Y pensé bien la situación.
¿Mmm? …quisiera inspeccionarlo de ser posible. Por aquí señor Williams. ¿Quieres que me quede aquí? – Expresó Rebi ¡Por favor! – Expresé indicando la situación desventajosa en caso de suceder algo. Vamos por aquí. Mi sirvienta vendrá por si quiere algo, señorita Rebi – Sonríe ella.
Fuimos al cuarto a inspeccionar tal obra. Suele existir innumerables objetos que encierran catastróficas maldiciones. Lugares aterradores y hechos inexplicables. Nos trasladamos a la habitación que se ubica fuera del jardín. Para sincerarme. La familia tiene una estirpe muy alta. O yo me consideraba un plebeyo de ña antigüedad. Solo a unos metros podía detectar nuevamente como el ambiente se volvía pesado. Y turbio. Al abrir la puerta de aquel cuarto, suerte de galpón. Al entrar el lugar se configuraba como un deposito mal oliente de añejos objetos. Entre ellos otros cuadros, muebles, papeles polvorientos. Y la amplia gama de telas de araña que decoraban las paredes en sus cuatro puntos cardinales. El hombre no tardó en ir desprendiendo cada tela que cubría las capas de lienzo. A medida que se iba descubriendo podía ver un rostro desdibujado y triste sentado en un sillón de una habitación. Me preguntaba quién podría hacer algo así? Entonces supuse que ello tendría un propósito más aterrador.
¿Lo puede observar bien? …¿Señor. Williams?
Me perdí sin prestar atención al sonido de las palabras.
Lo siento me distraje unos segundos. Es normal. Suele suceder. Las personas se ven atraídas por tal personalidad del protagonista. Tal así que se distraen sin razón. ¿Y usted desea que me lo llevé? De hecho. No quisiera, pero no hay motivos para mantener algo así. Si no es molestia quisiera pasar la noche aquí. Me gustaría trabajar en el asunto. ¿Ha visto algo diferente? No lo sé. Me es extraña la mirada, aunque parece trasladarse y mimetizarse con el ambiente de la casa. ¡¡¿Mmm?!! Para explicarlo. El cuadro le ha hecho un cambio a la casa. Pero de ser así. Todos los lugares en los cuales estuvo hubiera ocurrido lo mismo. Posiblemente si…posiblemente no. No habrá problema. Sera un gusto tenerlos aquí por hoy. Solamente me quedaré yo. La señorita no. – Esas fueron mis palabras. No deseaba inmiscuir a Rebi en éste periplo paranormal.
Destapó el cuadro con todos sus adornos. Era una bella obra de terror, aunque el cuadro tenía la figura de una mujer. Podía percibir lo terrorífico del asunto, cuando aquel con su mirada penetrante me estaba invitando a su lienzo. Una seducción nefasta. Tal así que no podía acercarme más de un metro. Preferí guardar esa distancia, incluso al verlo al Señor Lorenzo, le inculqué el mismo propósito. Pero él, parecía no temer a ese sentimiento que escondía aquel arte.
Sucederán situaciones peligrosas – Supuse colocándome la mano en el mentón para pensar bien. Lo voy a tapar sino es molestia – Creo que será lo más prudente - Dije
Colocó cuidadosamente la tela de envoltura.
¿Qué piensa? Como le dije. Pasaré la noche aquí, junto al lienzo ¡¿Estará junto al cuadro?! – Dijo sorprendido en preguntas. - No se preocupe. ¿Debo verificar que ocurre con él? Admiro el valor Soy coleccionista. Es mi trabajo estar aquí, y estar allá. ¿Usted me entiende? No es fácil pasar al mundo de los muertos. Supongo que si lo miras detenidamente, te devuelve su mirada, y esa mirada nunca más podrá ser olvidada – El misterio de sus palabras hicieron eco de los alrededores.
Fuimos a la sala de estar. Y me dirigí directo a Rebi.
¿Y? Ya debes irte. No es un lugar apropiado ¿Me lo dices en serio? ¿Es una broma? – Expresa con un poco de enfado Rebi, el asunto es bastante complicado. Más de lo que me imaginaba. Por eso estoy aquí. No estoy para bromas. Hazme caso.
Ella asintió, sin decir una palabra más. Al retirarse se dio la vuelta para solamente despedir al señor Giménez.
¿William? ¿Sí? No todos los seres son maleables como tú piensas. Algunos ya estuvieron del otro lado, y puede que eso sea una fortuna. O también un problema - Respondí. -
Ahora solo resta suponer lo que pueda ocurrir, alguna tragedia en la casa de los Giménez. El cuadro tenía algo guardado en su interior. Y la respuesta la tenía la dama de la pintura.
Luego de irse, preparé todos los elementos necesarios, corría la posibilidad de que no sucediera nada, también de que sucediera todo. La segunda opción es un tanto fatal, si corresponde a lo que realmente las historias del cuadro manifiestan
Señor Lorenzo – ¿Dígame? – Me respondía en cuanto traía la comida para la cena – ¡Oh! Le agradezco el aperitivo – Lorenzo había preparado un sándwich de tocino y mayonesa. Es muy buen cocinero por lo que parece. Nos sentamos entonces en la mesa a fin de degustar la cena. ¡Quería explicarle! Que preferiría quedarme esta noche solo en aquel galpón. Vigilaré el cuadro desde cerca con los ritos. Tengo algunas certezas Si necesita me ayuda estaré aquí. No es preciso, quiero entrar en un vínculo con aquel la pintura ¿Qué cree usted? Esa mujer es la causante, pero hay algo más. No es una simple dama. Se dice que algunos rituales ocultistas, los nigromantes solían capturar demonios, y los ubicaban en algún sitio Eso es fatal. ¡¿Cómo podría alguien hacer semejante hazaña?! Pienso lo mismo. Debe haber sido alguien muy poderoso, solo los ángeles están en esa categoría tan majestuosa. Un nigromante, es solo un conductor del mundo de los muertos a los vivos. Confío en usted, pero estimo que será muy peligroso. ¡¡Mmmm!!… ¿Puedo preguntarle algo? Si, lo que desee. Realmente, ¿Dónde está la señora de la casa, y el señor? Ellos se han ido lejos, por cuestiones de seguridad. ¿Solo está usted en la casa? ¡Así es! No es que desconfié. Pero el cuadro no le ha causado problemas Solo tonterías sin sentido. ¿Dígame la verdad? Es la verdad Tengo dos suposiciones. Uno. Usted, es inmune al cuadro. Dos. Los Gimenez-Pintos no se fueron de la casa. De lo contrario, no me hubiera llamado para éste trabajo. Tampoco los Le foge-Petersen. - ¡Uff!—Respiró hondo No quiero producir un pánico en el ambiente. He dicho a la comunidad que los dueños se han ido, pero la realidad es que han desaparecido. Ese grito de auxilio que oí entonces era lo que suponía – Dije por mis adentros. en el momento en que el cuadro estaba ante mí, pude sentir el miedo de alguien más dentro de sí. Hoy estaré en vela si le parece bien. No me molesta, solo no interfiera en el rito De acuerdo.
Lorenzo se había retirado a su alcoba y fui al viejo galpón. Para ese entonces quité el lienzo y lo coloqué delante de mí, mientras podía recitar los conjuros sacramentales bíblicos, pedía a ellos que despojaran de toda maldición aquel siniestro objeto y que la mujer de ese dibujo se hiciera presente. Uno por uno fui completando el proceso. Sin embargo no ocurría nada semejante a ello. Creí en un momento que era un error de cálculo.
- ¿Qué podría ser?
Aguardé el tiempo necesario. Y fue cuando la puerta reversa de la casa se abría. Era Lorenzo que venía hacia mí.
-¿No ocurre nada especial?
- por el momento no. Parece que sabe que alguien quiere su presencia.
- ¿los eventos son un medio de distracción no lo cree? – su rostro siniestro se reflejaba en la oscuridad del patio.
- posiblemente – Dije – Puede regresar. Haré guardia
- Lorenzo se retiraba y al instante volvía aparecer.
- ¿Qué ocurre?
- Vine a ver ¿Cómo se encontraba?
- hace unos instantes hablamos –
- no lo recuerdo – Dijo, y lo miré extrañado de ello
El impacto se produjo al voltear y ver por la ventana a Lorenzo. El mismo que estaba parado frente a mí. Un doble perfecto.
- ¿Eh? – Me dije a mí mismo. Detrás de Lorenzo había otro y otro. - !Qué rayos! Los tres entraron. El cuadro se empezó a mover frenéticamente. Le lance agua bendita generando que maduras en ambos. La puerta se abría y se cerraba con el viento que soplaba. Lorenzo y sus copias sacaron de si cada uno, con un cuchillo. El cuadro parecía tambalearse. Uno arremetió contra mí y pude asestarle un golpe intenté salir y un fuerte impacto e empujó hacia dentro como absorbiéndome. La copia se acercó en cuanto estaba entumecido. Temí lo peor. Su lentitud al acercarse era siniestra. Levantó su daga hacia mí. Cerré los ojos un momento y sentí el impacto cerca de mi oreja. La copia caía a mi lado. Tenía en frente respirando a Rebí.
- ¿Qué haces aquí? No te dije...
- Te acabo de salvar la vida. Gracias, de nada
- Eso está bien – Debemos salir. La habitación se cerró, sellando la puerta y todo se colocó de un color rojo.
- ¿Qué está ocurriendo?
- Estamos en otro sitio. Mejor dicho. En sus dominios.
La forma no era la propia habitación. Era un mini espacio reservado para audaces que no sabrían regresar
- ¿Qué es esto? – preguntó Rebi que se aferró a mí –
- no debería estar aquí
- te recuerdo que salvé tu vida!!
- ¿Me lo vas a repetir hasta que salgamos de aquí?
- posiblemente – expresó con gracia – Wow!! – Dice al ver algo que se movía en el lúgubre sitio – Curiosa fue hacia allí
- ¡¡Regresa aquí!! ¡¡¡Es peligroso!!!
- Pero parece interesante
- Rebi, ¡¡¡No toques nadaaaaa, por favorr!!! Y sígueme. Debemos encontrar una salida – Comenzaron a caminar en la luminiscencia roja. Era como estar dentro de un intestino. Chorreaba bilis por doquier desde el techo. Y había en cada sector una mazmorra. Todas las paredes se teñían del morado de la sangre coagulada.
- Éste lugar es tétrico de pies a cabeza – Dijo Rebi – ¿Y si vamos por allá? ¿Parece que cambia el matiz del color?
- Se asemeja a un marrón oscuro y luego claro y luego oscuro.- estamos entre los diferentes colores que pintan a la dama del cuadro. La señora.
- ¿Crees que exista?
- De ser así no creo que sea muy agradable. De la luminiscencia roja, por sus paredes escapaban gusanos blancos que iban y devoraban las carnes podridas que se hallaban en contornos
- ¡¡Wuack!! ¡Es un asco!
- Están deglutiendo algo. Es como un mundo interno; desconocido inventado por el ser interno que lo habita.
- ¿Hay un ser interno?
- Aparentemente!! Alguien allegado. Supongo que fue el creador de esta obra que ha pasado por varias manos.
- !Tu trabajo! Sí que es extraño
- Ya te dije
- sin embargo me agrada – Sonríe de una manera tétrica - !Je! !Je! – Y luego se mofa con una risita
- ¡Eres la primera que me dice esas palabras!
- ¿Acaso hubo otras? – Pregunta con curiosidad y una visión rígida de ciertos celos.
- No es de tu incumbencia– respondo con poca importancia
- para nada – Solo preguntaba levantando la nariz sin preocupación.
Entramos a la zona de color marrón. Algunas miradas se reflejaban entre las paredes. Eran como máscaras de la tragedia griega. Suficiente para asustar al más valiente. Salvo Rebi que continuaba involucrándose en donde nadie la había llamado.
- ¡¡Ayy!! ¡¡mi manoo!! – Gritó
- ¡¡¡no toque nada!!!... ¡¡¡y por favor!!! ¡¡¡NO TE ACERQUES A LAS PAREDES!!!
- ¡¡Esta bien!! ¡¡Esta bien!! ¡¡¡Señor enfado!!! - Dijo con sarcasmo. – manifestó sin importar los sucesos. Todo el sector de color marrón conformaba una sombría situación al ver esa multitud de semblantes que miraban con deseos maquiavélicos. Rebi, no podía mantener la calma. – Debo acercarme allí – sus ojos estaban de un matiz oscuro
- ¿Qué rayos le sucede? – Dije
- ¡Ah... es tan bello! – Ella fue con ganas de quitar uno de esos rostros. Se adelantó y lo tocó y con fuerza intentaba desmembrarlo
- !¡¡Rebi!! Ven aquí!!! - Grité y fui hacia ella. Pero no me hacía caso estaba compenetrada en querer llevárselo. Una risa en el interior de mis oídos producía un eco....!Ja! !ja!
- Ay!! … - Se escuchaba el sonido de lamento de aquel rostro. Una y otra vez. Mi cabeza empezó a dar vueltas. En un instante tapé mis oídos con ambas manos. Es un suplicio me dije. Y me acerqué como pude a Rebi y lo tomé por detrás hasta que se soltó de esa cara trágica. Luego la tomé de la mano.
- Vámonos de aquí! – salimos corriendo. Ella se resistía entre el encanto de una hipnosis parasitaria en su mente, pero aún no volvía en sí ante ese emblema mental. Y pasamos a otro color. Otra cámara. La del naranja. Al pisar aquella nos hundimos. Era líquido de pintura.
- Por lo visto debemos nadar a la orilla – Coloqué un píe en aquella, y el viscoso intentaba succionarme, lo que saque de inmediato aquel. – Debemos tomar precaución
-¡¡Esto será interesante!! ... – Dijo Rebi mareada y se lanzó de inmediato sin pensar las consecuencias. – ¡¡Wiii!!
- ¿Qué estás haciendo mujer? ¿Te volviste loca? .No sabemos que hay allí dentro.
- ¡¡Relájate Willi!!
- Es William.. – Dije enfadado – ¡Y ya sal de allí!
- ¡Claro que no! – Y comienza a nadar hacia delante en movimiento mariposa. Cada aleteo de ella, denotaba que era una experta en la natación. Pero no me convencía aquellas aguas de color amarillo que se estancaban en el cuerpo.
Pronto podía ver como su color iba mudando a un naranja, con todos sus matices. Rebi estaba embadurnada de aquella sustancia. Era la única opción hacia el siguiente cuarto, así que tomé la determinación impoluta de zambullirme. Al entrar mi cuerpo flotaba por sí solo, a pesar de que no sabía nadar, ni tampoco flotar. No había fondo para hacer pie en alguna forma sólida que evitase que me hundiera, pero tampoco y valga aquella redundante manera de decirlo, me hundía.
¡¡Vamos Willi!! – Me sonríe saludando ¡Ya cállate! – Refunfuñé. Ladee la cabeza y comencé a practicar el nado que ella realizaba sin éxito alguno. No importaba con tal de poder moverme.
A medida que íbamos avanzando la orilla estaba más cerca. Rebi se había adelantado, llegando a tierra firme. Al salir su cuerpo estaba repleto del viscoso líquido.
¡Llegué! - Me saluda extendiendo el brazo - ¿Eh? ¿Qué es eso? ¡Espérame! – Y pronto vi su rostro repleto de dudas hacia un sector detrás de mí - ¿Qué ocurre? Al voltearme, un gran pez forma de bagre con bigotes inmensos venía hacia mí – La gran bestia era del tamaño de una ballena –¡¡Mi dios!! – El susto hizo que comenzará a mover los brazos a toda prisa – ¡¡Willii!! ¡¡Cuidadoooo!! ¡¡Detrás!! ¡¡Ya lo sé!! ¡¡Maldita sea!! – Grite entre charcos, movimientos, y palpitaciones de aceleración de mi corazón que parecía que iba a explotar – ¡¡Debo ir rápido!!
El inmenso pez, me estaba alcanzando., y sus fauces se estaban abriendo dispuesto a tragarse lo que encontrase.
¡¡Debo hacer algo!! – Se dijo Rebi se metió en el agua ¡¡Eh!!.. ¿Estás orate? ¡¡Sal de ahí!! ¡¡Ey!! ¡¡Grandote!!
El pez no le dio importancia, y su boca fue hacia mí.
¡¡Nooo!! ¡¡¡Me va comer!!!!..¡¡¡Ahhhhh!!! ¡¡¡Williiii!!!- Grita Rebí desesperada. -
Estaba ingresando en sus fauces. Un hoyo hondo y oscuro me esperaba. El fétido olor nauseabundo se compartía con otras alimañas que yacían entre jugos digestivos.
¡Diablos! ¡¡Qué olor asqueroso!! Unas lombrices salían de aquel tracto digestivo y se acercaban, me moví agarrándome de un pedazo de su cuerpo – ¡¡Éste va ser mi fin!!
El cuerpo del enorme pez comenzó a tambalearse. Las aguas se agitaban con fuerza, y desde el fondo otra bestia salía de la nada cortando en dos al bagre. Unos dientes afilados pasaron cerca de mis piernas como una cierra tajante. Mis ojos se congelaron del miedo. Del impacto salí disparando hacia la orilla desde un cielo de color rojo, y desde abajo, otro pez semejante a un tiburón lo devoraba.
Estaba en plena caía
¡¡Ahhhh!! - Del pánico grité, hasta golpearme con el suelo. . – Me llámaba Rebi – Will!! – Will
A los segundos desperté
¡¡Will!! Despierta!! – Me zamarrea Rebi – ¡¡Willllll!! ¡Ohh! Gracias – Dije tomándome la cabeza -Ya estoy despierto – continuaba con una jaqueca - ¡¡Will!!.. – Continua agitándome como si fuera un trapo ¡¡Ya estoy despierto te dije!! – Me enfado con ella ¡Je! ¡Je! Qué alivio. Esa cosa gigante ¿Te refieres al tiburón? ¡Aún está ahí! – Señala ella ¡¡Diablossss!!..Larguémonos de aquí - Expresé con apuro
Ella se colocó un dedo en el labio superior pensando.
¿Wil?l Ya no me digas así .bueno ..Willi ¡Tampoco! ¿Well? ¡Olvídalo! ¡¡Listo.. Will!! ¿Qué ocurre? Allí.. ¿la sala? Debe ser de la dama del cuadro
Asiente ella.
La última sala nos esperaba una mujer. En segundos estaba sobre mi y luego desapareció. Rebi se desvaneció también y reapareció de forma estoica en un altar. Su rostro no exponía movimiento facial alguno. Y sus ojos cambiaron de matiz rojo a oscuro. Su iris era una cruz.
La mujer me tenía mientras tanto entre sus brazos. Me encontraba recostado sin poder moverme. Recordé a la muñeca maldita del bosque en el cual mis pesadillas florecen. Su mirada penetrante se acercaba queriendo algo en concreto. Era una devoradora de almas. En cuanto a ello un incienso de fuego relamía mi olfato. De alguna manera presentía que se estaba quemando algún sitio, pero no podía moverme. Esas llamas llegaron a mí. Se acercaban. La mujer continuaba acariciando mi cabello en cuanto estaba recostado en sus rodillas y el fuego devoraba cada parte. Estábamos entre llamas. Rebi continuaba sin exponer movimiento algún.
Intenté moverme, y cada parte la anatomía estaba congelada. La mujer llevó su mano a mi pecho al colocar la palma de su mano la quitó de inmediato sintiendo un dolor inexplicable.
¡¡Ahhh!! – Grita y me arroja al suelo desapareciendo las llamas. Aturdida abre su boca y sus fauces parecen las de un león rugiendo. Al verla el pánico me invadió. En el suelo me fui moviendo hacia tras y ella se acercaba con sus garras feroces hasta qu3 quedé arrinconado contra una pared. Ella se lanzó a mí. Cerré los ojos y al abrirlos la tenía en frente mirándome cuidadosamente. Su rostro monstruoso regresó a su forma de mujer. En su pecho se vertía un líquido viscoso similar la sangre. Tenía atravesada una estaca. Detrás de ella una mujer de ojos oscuros y cabello extendido clavaba más y más. El monstruo de la cortesana se desintegraba. Y solo quedaban retazos que desaparecían en el aire. La dama autora desapareció. La mujer recupera la cordura. Era Rebi. Y ambos al vernos nos abrazamos.
Despertamos al otro día en el galpón.
¿Qué sucedió? – Me dije. A mi lado Rebi roncando como con un sueño primigenio. Su forma pragmática de llamar la atención regalaría terror a cualquier despertador. Arma demoniaca
Rebi despertaba también. Se tomaba su cabeza, acariciando la parte occipital con un leve masaje.
¡Eso debe haber sido una pesadilla! – Se dijo así misma con cierta preocupación. Supongo – Voltee la mirada al cuadro. El lienzo denotaba un matiz de rojo morado. Y al verlo abrí mis ojos aterrados. La mujer que allí se presenta, yacía en un estado calamitoso. Sus ojos volteados al revés y su mirada sin expresión. Las figuras a su alrededor habían desaparecido. - ¡¿Qué demonios?! – Me pregunté
Al concluir mi trabajo el Señor Giménez, me gratifico con un honorario bastante generoso. No quería aceptar tal, aunque por los riesgos confrontados, fue suficiente. Envolví el cuadro cuidadosamente, pues su maldición nos que hubiera desaparecido. La mujer estaba escondida allí.
Gracias por todas las molestias – Al contrario - Expresé. Aquella casona respiraba un aire límpido de toxicidad sobrenatural.
Nos despedimos y fuimos directamente a la parada de ómnibus siguiente de la calle Cantilo.
¿Eh? Es para ti – Y le dí parte del dinero – Me sentiría muy mal sino te diera algo. También fuiste parte de la ayuda ¿En serio? – Se alegra ella- p ¿Podríamos trabajar juntos? – y Coloca su brazo sobre mi hombre y extiende el otro con su mano en lo alto – Y lo imagino Wiili Parker y Rebi Rumiko detectives paranormales. O mejor Rebi la detective y su asistente Willi.
Al oírla fruncí el ceño. De ninguna manera quería eso.
NO – Dije rotundamente Está bien. ¡¡Ya sé!!.. Willi y Rebi, ¿Cazafantamas? ¡Me encanta! Sigue soñando!- ladee la cabeza ¿Y? ¡Tampoco! Por qué? – Coloca rostro un tanto amargado y enojo ¿Te das cuenta lo que preguntas? Mi trabajo es eso. Un mundo oscuro en el cual confrontas peligros inexplicables. . .nadaa
No quería ser brusco con ella, sin embargo no podía inmiscuirla en estos asuntos. Había situaciones que no podía comprender, era mejor trabajar solo. Un coleccionista hace eso. Trabaja solo.
Ascendimos al mismo ómnibus. O colectivo como solemos llamarlo. Ella ingresó primero y fue directo a los asientos dobles de lado de la ventana.
.ven aquí!
Fui discretamente y me senté a su lado.
¿Perdona?..¿Quieres sentarte de lado de la ventana? No hay problema.. Uff…eres muy callado Willi…por cierto Soy William..y si ese por cierto es lo que pienso..la respuesta es no. Un rotundo no.
El rostro de Rebi Rumiko se transformó de seriedad a enojo.. y de enojo a un puchero de niña de cinco años.
¿Por queeee? – quiero ser parte del equipo paranormal ¡¡No sabes lo que dices!! Esto no es un juego de infantes.. ¡¡Ya te diste cuenta lo que ocurrió!! – Expresé con sarcasmo. ¡¡Pero estuvo fantástico!! – Levanta el puño de su mano cerrada en el aire. ¿O no? ¡Claro que no! De milagro estamos vivos. Pudiste haber quedado atrapada en el cuadro. . no está mal formar parte del arte. ¿A quién no le gustaría ser famoso?
La observé frunciendo el ceño por el comentario descolocado.
¿Me lo dices en serio? ¡¡Ejem!! Definitivamente te volviste loca. Pero de las más interesantes. Bueno yo me bajo aquí.
Ya estábamos llegando a destino.
¡Qué casualidad! Yo también ¡Uagg! ¡¡Bueno!! – Expresa con ironía – por algo somos vecinos. ¡¡Gracias por recordármelo!!
Una señora nos miraba sonriendo colocándose cerca de la puerta del bus
Disculpe señora! – Dije No hay problema. Hacen una linda pareja. ¿Son novia y novio? Ah ..podría ser – Dijo con una risa Rebi a la señora Eso nunca – Expresé refunfuñando Que antipático.- Comenta Rebi Ya veo que lo son ¡Jo! ¡Jo! – se ríe la señora que desciende primero. – Buena suerte a ambos. Adiós – Cumplimenta Rebi – Oye no seas mal educado y saluda. ¡Cállate! – Me fui caminando con las manos en los bolsillos. Estaba bastante enojado. Enfadado. Ofuscado. No necesitaba nada. No quería incluir a nadie. Ya bastante con uno inmiscuido en los poderes en las vastas regiones del submundo para incluir a otra persona. Aunque admito que ella tiene algo que no puedo determinar.
En fin nos despedimos, y cuando ingresé a mi casa, había una carta de un amigo por email. Lucius Gunnes. ¿Tanto tiempo?