Monólogo de Aurora
Nunca he reprochado a ninguna divinidad por lo que sucede en mi vida, mucho menos agradecerle cuando pasan cosas buenas. Creo que todos estamos en el mismo camino, dirigidos hacia el mismo destino inescapable. Para mí, no somos más que el resultado de decisiones. Vivo cada día tratando de superarme, paso a paso. Sin embargo, si me comparas con cualquier otra persona en este mundo, aún no he logrado ser diferente. No me considero una persona con habilidades promedio, pero sinceramente, eso no me importa. Nací en un mundo donde el pensamiento es libre y tengo la libertad de hacer lo que quiera con mi vida, siempre y cuando no perjudique a los demás.
Creo que soy paciente. No busco algo en particular, pero quiero estar preparada cuando lo encuentre. Por eso, siempre trato de aprender algo nuevo, mantenerme fuerte y saludable. Intento llenar mi mente con información sobre mi comportamiento para comprender mejor mis reacciones y patrones de pensamiento. Quiero poder hablar y comportarme de la manera adecuada en diferentes circunstancias. No estoy segura si esta gama de decisiones y comportamientos es realmente mi verdadero ser; tal vez actúo de manera inconsciente y solo sea una esclava de algún sistema. Pero sigo al pie de la letra lo que mi conciencia me indica. Aunque me considero competente como ser humano, no creo que esté realmente bien. Nunca he experimentado emociones diferentes al miedo, la tristeza y el cansancio, ya sea físico o psicológico. Esto hace que siempre tenga una expresión neutra. Claro que podría simplemente actuar las emociones, pero no soy una gran actriz. Con práctica, sé que podría hacerlo, pero no veo ninguna razón para hacerlo.
Cuando camino por las calles, miro hacia el suelo. Siento que mi sombra no está detrás ni delante de mí, sino que brota de mi pecho y se extiende como materia oscura en la infinita galaxia. Sé que esto es el resultado de un sentimiento que siempre trato de mantener a un lado: la soledad. Pero esta emoción no es algo que pueda manejar fácilmente. Cada vez que intento encontrar una solución para sacarla de mí, parece empeorar. Así que simplemente la aparto de mi mente y mis prioridades, y continúo avanzando, esperando que algún día pueda comprenderla. No sé por qué, pero como cualquier ser humano, quiero creer que puedo encontrar esa ansiada felicidad. Aunque no comprenda del todo ese sentimiento, o ese extraño objetivo, sé que el mundo no puede ser solo alegrías. Sería absurdo pensar de esa forma, puesto que el caos nace de la tranquilidad y viceversa. No podemos ser felices sin haber estado tristes, y no podemos estar tristes sin haber experimentado la felicidad. Por eso, sé que dentro de mí hay algo que me hace feliz, pues no puedes extrañar algo que nunca tuviste. Mientras no encuentre esas respuestas, seguiré avanzando con este sentimiento que parece tomar forma, aprisionándome y amenazando mi bienestar.
"En un mundo donde la libertad de elección define nuestra existencia, la búsqueda de la felicidad se torna en una lucha constante contra la sombra implacable de la soledad y la incomprensión de uno mismo."
"Decir que no busco aprobación sería una mentira, pero prefiero fingirlo por miedo al rechazo. Sin embargo, temo aún más no vivir plenamente, por lo que moriré luchando por ello."