Después de estar completamente desnuda y tirada en el suelo por una gran cantidad de tiempo, mi cuerpo reaccionó al frío, haciéndome estremecer y sentir un escalofrío, que inicio desde mi espalda baja y subió hasta llegar a mi nuca.
Abrí los ojos, pero por desgracia no puedo ver nada, ya que mis ojos además de mis oídos y el resto de mi cuerpo aún se está recuperando del largo letargo al que estuve sometida, ya que no puedo escuchar ni ver nada de lo que hay a mi alrededor, lo único que mi cuerpo puede sentir en este preciso momento, es el frío suelo.
Al cabo de un momento más, sentí náuseas de forma incontrolable, así que mi cuerpo comenzó a toser y expulsar un líquido contra mi voluntad, para después respirar agitadamente sin descanso.
-"¿Donde estoy...?"
-"¿Quien soy yo...?"
Fueron las primeras palabras que cruzaron por mi mente, después de finalmente tener conciencia sobre mi propia existencia.
Mi débil cuerpo no para de temblar, a la vez que de forma inconsciente forzó la vista para que mis ojos enciendan, y entonces poco a poco ellos comienzan a reaccionar a la luz, recibiendo las primeras y muy borrosas imágenes de color rojo encendido.
Me pongo de pie sobre el frío suelo, y puedo sentir claramente como los terrones de tierra se desmoronan al ser tocados por mis pies desnudos, pues la tierra es infertil, está seca y agrietada.
Al voltear la mirada hacia el cielo de color rojo, da la impresión de que está a punto de anochecer, pero con el pasar del tiempo me doy cuenta de que en realidad eso no es del todo cierto, pues este lugar al parecer simplemente es así, desértico con un cielo completamente rojo, lleno de nubes pero sin luna, sin estrellas, y aún más importante sin sol. Así es, este lugar está abandonado por el mismo sol, y por esa misma ausencia de esta poderosa deidad, es que este lugar se encuentra de esta manera.
Pero además de la ausencia del sol, las estrellas y la luna, aquí tampoco hay animales, plantas, o alguna otra clase de ser vivo, a excepción de un árbol, un gigantesco árbol, de una especie o raza que desconozco por completo.
Este árbol es tan enorme, que da la impresión de tener unos 1000 años de edad, pues su tronco es de tal vez unas 14 brazadas, y no solo lo ancho del tronco es lo que sorprende, pues sus ramas se extienden a los lados tan ampliamente que solo se pueden comparar con su sorprendente altura.
En sus ramas parece tener frutos, pero sus frutos son de alguna manera muy extraños, pues tienen apariencia como si fueran esferas muy largas de color negro, exactamente del mismo color que el tallo y las hojas de este árbol.
Me preguntó cómo es posible que este árbol puede sobrevivir en un lugar asi, apesar de estar en completa soledad, apesar de la ausencia del sol y tambien por la ausencia del agua. Sin embargo este árbol se mantiene firme, fuerte y es capaz de dar frutos gigantescos, ¿Acaso este árbol fue hecho específicamente para vivir y dar frutos en este lugar?
De alguna manera sentí la necesidad de subir a este gran árbol y ver de cerca sus frutos, así que comencé a escalar hasta llegar a una de sus ramas más bajas, dónde puedo ver a algunos de sus frutos no muy lejos de mi, así que con mucho cuidado caminó sobre está gran rama hasta tener de frente a un racimo con 3 gigantescos y largos frutos.
Con las puntas de mis dedos toco ligeramente a uno de ellos y de esa manera puedo notar que está cubierto de polvo y cenizas, así que uso ambas manos para limpiar la cáscara y descubrir que está no es una fruta común y corriente, ya que la cáscara parece estar hecha de algún material que nunca antes había visto, un extraño material que me permite ver con claridad lo que hay en el interior del fruto.
Lo primero que llama mi atención, es que está llena de algún liquido como si fuera agua, y después se puede ver algo aún más impactante... Pues eso que se oculta justo en el centro, demuestra que en realidad este no es un árbol frutal, más bien este es un árbol de gente, ya que dentro de esta gigantesca esfera de color negro fosforescente está una niña, una chiquilla de tal vez unos 12 o 13 años.
Después de observar por un momento lo que había dentro del primer fruto, me dirigí hacia el segundo, donde se puede observar a un hombre de unos 30 años de edad, y después de ese, en el último se encuentra un bebé de tan solo meses de edad. Todos ellos duermen en posición fetal tan profundamente, que incluso dan la impresión de ser cuerpos sin vida. Lo único que delata que están con vida y en un profundo sueño, son unos pequeños espasmos que sus cuerpos ejercen de forma involuntaria.
Me preguntó quién será el responsable de la creación de este árbol, ¿Será el hombre? No claro que no, el ser humano nunca podría ser capaz de crear algo como esto, pero entonces ¿Los dioses serán los responsables? ¿Acaso los dioses habrán diseñado este árbol, en caso de que los humanos lleguemos a extinguirnos por alguna razón desconocida?
Después de examinar esos 3 frutos, baje del árbol y comencé a caminar por los alrededores, mientras algo en mi interior de forma inesperada me hace tener el sentimiento y el recuerdo de que está no es la primera vez que vengo a este lugar, y que hice y sigo haciendo exactamente lo mismo como cada vez que vengo aquí, a este lugar que no es un lugar físico, sino que esto en realidad es un sueño, un extraño sueño que parece más bien una premonición ¿Pero como es posible que siempre lo olvido? Y además ¿Porque estoy aquí? ¿Cuál es el propósito de regresar a este lugar una y otra vez?
Después de seguir caminando sin descanso, volteo la mirada para dar un vistazo a este gigantesco arbol que ahora se encuentra en la lejanía, y de esa manera mis pupilas se dilatan y mis ojos se abren lo más que pueden para apreciar la hermosa imagen de este extraño árbol de gente, este árbol de color oscuro, con frutos redondos y largos, que se encuentra enmedio de la nada, bajo este cielo de color rojo y en este desierto con la tierra seca y agrietada.
Repentinamente comienzó a escuchar muchas voces de hombres y mujeres a mi alrededor, así que volteo la mirada hacia los lados, pero no logro ver a nadie, entonces cerre los ojos para comprender lo que decían esas voces, pero por más que trato no logro entender una sola palabra, y de la misma forma como llegaron, esas voces también desaparecieron.
Abrí los ojos, pero por alguna razón al hacerlo me sentí mareada y con el cuerpo muy débil, tanto que mis rodillas se doblaron por si solas, haciéndome caer al suelo mientras mi conciencia se desvanecía de la misma forma como lo hace un puñado de polvo con en viento.