"JACOB"
La noche está por terminar, dando lugar al amanecer, y con ello la extraña luz de color rojo proveniente del cielo de color se puede ver a través de la ventana en nuestra pequeña casa.
-"El cielo está preocupado, ¿Porque el cielo está triste Jacob?"
Preguntó mi hermana gemela Dalia, mirándome a los ojos con su rostro empapado en melancolía.
-"No lo sé."
Respondí con un nudo en la garganta y después me quedé en silencio mientras bajaba la mirada.
Por la forma en como Dalia tiene me miró cuando preguntó eso, puedo suponer que ella piensa que el cielo tenido de rojo y los extraños sueños de mamá tienen algo en común, aunque en realidad eso no podemos confírmalo.
Por sí se preguntan a qué me refiero con respecto a los sueños de mamá, es porque cada cierta cantidad de semanas o en ocasiones meses, ella tiene unos muy extraños sueños, sueños dónde no podemos hacerla despertar a voluntad, pues lo único que podemos hacer por ella solo es esperar a que despierte por si sola. Y una vez que ella finalmente logra despertar, no recuerda absolutamente nada sobre esos extraños sueños.
Pero apesar de que esto ha ocurrido en muchas ocasiones anteriormente, nunca había sido tan raro como el día de hoy, pues en esta ocasión pasó algo inesperado, ya que mamá comenzó a hablar mientras dormia, diciendo y repitiendo una sola frase que nos causó escalofríos, tanto a papá como a mi hermana y a mi.
-"El día ha llegado, la oscuridad ahora está libre, todos moriremos para que nuestra sangre viva.
Corazón puro, corazón cobarde, madre Eva - hermana Jose.
El día ha llegado, la oscuridad ahora está libre, todos moriremos para que nuestra sangre viva.
Corazón puro, corazon cobarde, madre Eva - hermana Jose."
Papá dijo que mamá comenzó a decir está frase casi en silencio a media noche, primero moviendo solo los labios como susurrando y después comenzó a hablar más y más fuerte, y de esa forma ella siguió haciéndolo sin descanso hasta el amanecer.
Pero una vez que mamá despertó, ella actuó completamente normal, como si nada hubiese ocurrido. Y en cuanto a nosotros, no mencionamos nada del tema, ya que ella nunca recuerda nada de esos extraños sueños y hoy parece que no es la excepción.
Por cierto me presento, mi nombre es Jacob y ella es mi hermana gemela Dalia, nosotros tenemos 17 años de edad. El nombre de mamá es Ana y papá se llama Koxtli, y también tenemos un hermano mayor, su nombre es Abel, solo que el no esta ahora mismo en casa, el se encuentra de viaje en algo que es llamado "las guerras floridas."
Ahora que mamá ya despertó, ella prepara el desayuno y mi hermana Dalia le ayuda, ya que después de comer debo dirigirme al cuauhcalli.
-"Buenos días Jacob, buenos dias Dalia y buenos días señor Koxtli y señora Ana. ¿Cómo están hoy?"
Ese chico que nos saludó mientras asoma su cabeza desde la puerta es mi mejor amigo, vecino y compañero en el cuauhcalli, su nombre es "Luis."
-"Buenos días hijo, ven pasa a desayunar."
Mamá siempre es muy amable con cualquier persona sin importar quien sea, y eso lo sabe muy bien Luis, por esa razón el viene todos los días a desayunar con nosotros antes de ir al cuauhcalli, usando la excusa de que adora la comida de mamá, pero detrás de eso hay una razón que todos en esta casa conocemos muy bien, y eso es que Luis está profundamente enamorado de mi hermana Dalia y por eso viene a casa usando cualquier excusa para pasar tiempo aquí con nosotros.
-"Muy bien chicos, es hora de que se marchen o llegarán tarde al cuauhcalli."
Dijo mamá a la vez que me empujaba para salir de casa.
-"No espera mamá, aún no termino."
-"Tu mamá tiene razón Jacob, ya vamos tarde.
Muchas gracias por la comida, estuvo deliciosa. Nos vemos después señora Ana, Dalia y PAPÁ..."
Gritó como agradecimiento Luis a la vez que me daba un suave golpe en el hombro derecho y salia corriendo con una gran sonrisa.
-"Heeeeey como te atreves escuincle maleducado, ya te dije que no me llames papá y nunca te entregaré a mi linda hija."
Papá gritaba y maldecía detrás de Luis con el rostro molesto como de costumbre, aunque eso en realidad es una fachada, pues papá sonríe muy por debajo de ese rostro amargado, al igual que mamá y Dalia, solo que ellas rien abiertamente, y tambien Luis y yo mientras corremos fuera de casa.
Estos momentos son de esos que alegran el corazón, y que deseamos que se repitan día con día sin falta.
Después de tanto correr finalmente llegamos al cuauhcalli, y al parecer llegamos justo a tiempo pues las clases ya estaban iniciando.
Nuestro sacerdote instructor se llama Joaquín, es un hombre de unos 50 años de edad, alto, canoso y muy corpulento para su edad.
-"Muy bien jóvenes guerreros, comenzaremos con la clase de hoy."
Dijo nuestro sacerdote instructor, y como en cada clase, nosotros, todos los 20 discípulos nos sentamos en el suelo frente al sacerdote, y escuchamos atentamente cada lección de el.
-"El tema de hoy será "Las guerras floridas.
Necesito que alguien me dé un resumen del significado de esta frase, además de ¿Quienes y porque estan obligados a participar, y en qué nos benefician estás guerras?"
Preguntó el sacerdote mientras nos miraba a todos.
-"Yo sé porque se llaman guerras floridas sacerdote."
Dijo un discípulo llamado Daniel a la vez que levantaba la mano.
-"Muy bien, tienes toda nuestra atención Daniel, ¿Porque se llaman guerras floridas?"
-"En realidad su nombre original en algún momento fue: batallas para las ceremonias floridas, y eso es porque en estás batallas se escogen a los candidatos que ofrecerán sus cuerpos como alimento para los dioses de estas ceremonias."
Daniel parecía muy convencido con su respuesta, y el sacerdote también parecía muy feliz, pues mostró una sonrisa disimulada.
-"Así es Daniel, hace más de 500 años las guerras floridas fueron conocidas como las batallas para las ceremonias floridas, donde en dicha ceremonia se usaban una gran diversidad de flores para ofrecer los cuerpos de valerosos guerreros como alimento para los dioses.
Ahora, ¿Necesito que alguien explique quienes y porque participan en estás guerras?"
Preguntó nuevamente el sacerdote instructor.
-"Yo sé la respuesta sacerdote."
Gritó repentinamente Luis, cosa que me sorprendió de verdad, ya que Luis normalmente es el mas burro de la clase.
-"Muy bien Luis, te escuchamos."
Dijo el sacerdote a la vez que dirigía la mirada a Luis, quien desde ese momento se sintió algo nervioso.
-"Quienes participan en estás guerras son el Imperio azteca que somos nosotros y el Imperio de Azcapotzalco."
Respondió Luis algo intimidado por la mirada del sacerdote.
-"Así es, estos dos imperios, que son el azteca y el de Azcapotzalco son quienes participan.
Ahora como último jóvenes guerreros, ¿En qué nos benefician estás guerras floridas a todos nosotros?"
El sacerdote nos miró a todos y cada uno buscando por alguien que respondiera su pregunta, pero todos nos mantuvimos en silencio, así que el sacerdote puso un rostro de molestia mezclada con decepción.
-"Veo que no han prestado mucha atención a las clases anteriores jovenasos. Muy bien pues ahora gracias a eso, les daré un resumen completo y detallado referente a las guerras floridas."
Todos los discípulos al escuchar esto del sacerdote instructor, soltamos un quejido y un suspiro muy ruidoso.
-"Nooo, otra vez no sacerdote."
-"Como de que no cabrones, esto es por no prestar atención. 'Muy bien por dónde debería comenzar.'
Como todos ustedes sabrán, las guerras floridas han sido parte de nuestras costumbres por milenios, pues no son solo simples ceremonias ni algo pasajero que se quedará en el olvido después de unos años, más bien estás han pasado de generación en generación y seguirán de esta forma incluso después de que yo muera, o ustedes, e incluso después de que sus hijos mueran o incluso los hijos de sus hijos.
Ahora, ¿Quienes son aquellos que son ofrecidos como alimento? Ellos son los cautivos de las guerras floridas. Que son llevados a los templos de sacrificios para los dioses Huitzilopochtli y Tezcatlipoca.
En total se ofrecen los cuerpos de 15 valerosos guerreros de Tenochtitlan y 15 de Azcapotzalco como sacrificio para los dioses cada 120 días como agradecimiento.
Así que allí tienen una respuesta clave, las guerras floridas se hacen como agradecimiento a los dioses, pues ellos nos proveen de buen clima así como también de lluvias, árboles frutales, animales para cazar, peces en los lagos, obsequios para facilitar nuestro modo de vivir y muchas otras cosas más ¿Quedó claro jóvenes?"
-"¿Que sucedería si dejáramos de ofrecer alimento a los dioses sacerdote?"
Preguntó repentinamente Fernando, otro chico de nuestra clase.
-"Si eso llegará a ocurrir, los dioses nos tacharían de mal agradecidos y nos quitarían todo lo mencionado. Solo imagínense como estaríamos en un año completo sin lluvias. Las sequías azotarían nuestros cultivos y nos dejarían sin alimento, los animales tampoco tendrían que comer por lo que la vida se extinguiría eventualmente."
-"Pero entonces ¿Nuestro único propósito es nacer para ser ofrecidos como alimento a los dioses sacerdote?"
Preguntó un chico más con mucho miedo en sus voz, este chico timido se llamado erik, quien es muy callado, pero hoy parece que decidió levantar la voz.
-"Primero que nada recuerden que no hay mayor honor que ser ofrecidos a los dioses como alimento, pues si sucede de esta forma, tengan por seguro que el dios Mictlantecuhtli los pondrá en algunos de sus mejores 7 planos en el Mictlan para que vivan felices eternamente.
Pero si piensan que su destino es aún más grande que eso, entonces deben demostrarlo, deben pelear en todo momento, deben sobresalir ante todos los demás guerreros, de esa forma serán parte del pacto creado por los mismos dioses, ese pacto que fue hecho para aquellos guerreros que logren salir victoriosos de 6 años de guerras floridas continúas, pues ellos son quienes obtienen personalmente del Huey Tlatoani un macuahuitl y un chimalli bañados en oro.
Muy bien, ahora que nos desviamos un poco del tema ¿Alguien puede decirme que es lo que significan estos dos obsequios?"
-"Si sacerdote."
En ese momentos levanté la mano para responder.
-"Muy bien Jacob, ¿Cuál es el significado de estos obsequios por parte del Huey tlatoani?"
-"El macuahuitl simboliza poder y sabiduría. El chimalli simboliza fortaleza y determinación. Eso es lo que papá siempre me ha dicho desde que era muy pequeño."
Respondí con la frente muy en alto, orgulloso de ser azteca, exactamente como papá lo hacia años atrás cuando me daba lecciones en casa.
-"Así es Jacob, no hay otra explicación mas que la que ofreciste, tu padre es alguien muy inteligente y disciplinado.
Poder, sabiduría, fortaleza y determinación son en conjunto lo que representa un valeroso guerrero que a sobrevivido y salido victorioso a 6 años de guerras floridas continúas y que gracias a eso le es otorgado estos macuahuitl y chimalli ya mencionados, además de una casa propia, una esposa en caso de que aún no exista un compromiso de matrimonio con alguna otra mujer, y la oportunidad de retirarse de las guerras floridas para siempre si ese es su deseo."
Todo lo relacionado a esta clase de historia me pareció muy interesante pero a la vez muy inquietante.
Después de esa clase tuvimos danza y canto, astrología, matemáticas, y con eso terminamos las clases del día.
Después de salir del cuauhcalli nos dirigimos a casa Luis y yo, pero ahora en compañía de otro de nuestros amigos, su nombre es Arturo.
-"Oigan chicos ayer cerca del lago cabeza de pato vi un panal de abejas grandísimo."
Dijo Luis mientras se adelantaba caminando y se paraba enfrente de Arturo y de mi, forzandonos a escucharlo.
-"Si vamos al lago chicos."
Respondió muy animado Arturo.
Repentinamente grite con todas mis fuerzas:
-"El último en llegar al lago es una marrana parida."
Y en cuanto dije eso corrí con todas mis fuerzas con dirección al lago, mientras Arturo y Luis corrían detrás de mi.
Pero apesar de que yo fui el que dijo eso y fui el primero en correr, desgraciadamente fui el que llegó en último lugar. Y eso se debe a que Luis es uno de los chicos más veloces de todo el cuauhcalli, así que siempre es el primero en llegar, y Arturo es de un tamaño más alto que Luis y que yo, por lo que daba unas grandes zancadas dejándome detrás de el.
Siendo honesto en esta ocasión no pensaba perder, pero igual sucedió aunque hice trampa.
-"Primero como siempre."
Dijo Luis mientras dejaba caer su cuerpo a un lado del lago con el rostro mirando hacia arriba y respirando muy agitado.
-"Segundoooo..."
Gritó Arturo cayendo de rodillas a un lado de Luis, a la vez que mucho sudor escurría por su rostro cansado.
-"Tercero, pero conste que los dejé ganar marranas paridas. Odio llegar siempre en primer lugar."
Dije eso mientras reía y dejaba caer mi cuerpo al lado derecho de los chicos, dejando a Luis en el centro.
Luis y Arturo comenzaron a reír al escucharme decir eso.
-"Mal perdedor, tu eres una marrana parida Jacob."
Dijo de forma muy burlona Luis.
-"Mal perdedor- Mal perdedor Jacob, solo acepta tu derrota y también acepta que nunca serás tan veloz como nosotros."
Dijo Arturo respirando agitadamente.
-"No deberían festejar de esa forma,recuerden lo que nos solían decir los sacerdotes en el telpochcalli, que los varones dejamos de crecer hasta los 20 años y que incluso hasta la edad de años podemos desarrollar músculos y habilidades especiales."
Dije también respirando muy agitado pero con algo de molestia en la voz.
-"Estás loco Jacob, tú nunca podrías ser escogido por los dioses, y si en caso de que hubiera un elegido en nuestra generación ,ese sería yo sin duda."
Dijo Luis riendo de forma muy ruidosa.
-"Claro que no, si alguno va a ser escogido por los dioses, ese voy a ser yo.
Dijo Arturo, riendo aún más fuerte que Luis.
-"Que idiotas, no pueden notar que la razón de porque soy tan veloz, es porque así lo decidió el dios Huitzilopochtli. Y estoy seguro que con el tiempo incluso podré igualar o superar al poderoso guerrero totolaktl."
Dijo Luis sonando muy convencido de sus palabras.
Después de escuchar a Luis decir eso los 3 comenzamos a reír como locos, mientras dejábamos volar nuestra imaginación.
-"Oigan ¿De verdad alguien de nuestra generación llegará a ser tan ágil y veloz como Totolaktl, o tan Fuerte como Texcali?"
Pregunté mientras mantenía la mirada al cielo.
-"No lo sé Jacob, pero según cuentan los ancianos, cada 5 años nace un nuevo guerrero tan poderoso que es capaz de igualar o superar a los 4 guerreros más poderosos de todo Tenochtitlan, pero en los últimos 8 años a sucedido algo muy extraño, pues a partir desde ese momento ningún guerrero en todo Tenochtitlan ha podido despertar alguna habilidad especial."
Dijo Luis con el rostro muy pensativo.
-"Eso es verdad, aunque han aparecido jóvenes guerreros con mucho potencial, con el paso del tiempo ninguno ha sido capaz de compararse con las 4 leyendas."
Dijo Arturo dándole la razón a Luis, y después siguió diciendo.
-"Aunque siendo realistas, todo lo que se escucha de ellos suena a fantasía y exageraciones, y yo no creería nada de lo que se dice en el pueblo hasta verlo con mis propios ojos."
-"Es verdad que todo lo que se dice de las 4 leyendas suena a solo exageraciónes, pero en realidad esos rumores si son verdaderos."
Dijo Arturo con la voz muy seria.
-"Claro que no. Si creo que Texcali es muy fuerte, pero no creo que sea capaz de arrancar un árbol del suelo con todo y raíces usando solo sus brazos. Y tampoco creo que Ixteki haya partido por la mitad la gran roca que está en el centro del pueblo."
-"Uno de mis tíos estuvo allí cuando se desprendieron las rocas que iban directamente hacia un grupo de niños, y que fue cuando Ixteki detuvo la más grande solo con sus manos, para después partirla por la mitad de un golpe. Además de que mi padre y yo hemos ido a ese lugar, y se puede ver con claridad como en ambos pedazos de la roca quedó marcado el puño de este guerrero."
Dijo Luis.
-"Yo sigo pensando en no creer hasta ver que hagan algo parecido frente a mis propios ojos."
Dijo Arturo, sonando muy incrédulo.
-"Muy bien, pero por el momento olvidense de los guerreros más poderosos de Tenochtitlan y vayamos a hacer para lo que vinimos aquí."
Dije a los chicos para cambiar de conversación.
-"Muy bien, pero antes de ir por ese panal, vayamos por unas cuantas mojarras al lago."
Dijo Luis mientras se levantaba del suelo y caminaba directo hacía un árbol, que es donde están guardadas las lanzas con las que se pesca en este lago.
Tal vez se pregunten a quien le pertenecen esas lanzas, y que tal vez podría causarnos algún problema tomarlas sin permiso, y la verdad es que no. Esas lanzas están puestas allí a propósito por unos guerreros del pueblo, quienes también les dan el cuidado necesario cada cierto tiempo por orden directa del Huey Tlatoani. Y eso es para que todos en el pueblo tengan acceso para poder llevar peces para sus familias sin restricciones y sin preocupaciones.
Además debo mencionar que en este lago hay cantidades incontables de peces. Papá suele decir que es por la bendición de los dioses, que tanto los peces de este lago nunca se terminen como también que el agua sea tan clara azul y limpia.
Pero además de este lago también hay 2 lagos mas en territorio azteca, y un 3ro; llamado el lago Amaitl, aunque este último es tan gigantesco que es compartido con el imperio enemigo Azcapotzalco, pues el lago está ubicado justo en el centro que divide ambos territorios y por esa misma razón en ambas orillas de este lago, se encuentran los altares donde se presentan en forma humana los dioses Huitzilopochtli y Tezcatlipoca cada determinado tiempo.
-"Muy bien, a pescar."
Dijo Luis mientras ponía en mis manos una lanza, y una más en manos de Arturo.
-"Amo este lago. Miren, se puede ver con claridad todos los peces dentro de el, y eso es gracias a las dioses."
Dijo Arturo al mismo tiempo que arrojaba su lanza y sacaba una mojarra enorme, de tal vez un kilo. Había muchos más peces alrededor de ella, pero al sentir la lanza entrar al agua todos salieron huyendo, pero también así de rápido se volvió a llenar de peces la orilla del lago, y eso es porque los peces abundan tanto que parecen nunca terminarse.
Justo después de que Arturo sacará su enorme mojarra, Luis también saco una, y después yo saqué una más. Con el pasar del tiempo sacamos 10 en total y después de eso las sujetamos todas juntas para dejarlas metidas dentro del agua, y así poder hacer lo primero que habíamos planeado. Así que nos pusimos a juntar una gran cantidad de piedras de los alrededores, y una vez que todo estaba listo nos paramos enfrente de un gran árbol.
-"Muy bien chicos, el primero que corra es una marrana echada."
Dijo Luis.
-"Y el primero que lo golpee es quien gana."
Dijo Arturo.
-"Nooo, aquel que lo tire es el que ganará."
Grite y me prepare con unas cuantas piedras en las manos.
-"Muy bien, entonces aquel que lo tire es el ganador."
Dijo luis.
-"Muy bien, 3."
Dijo Arturo.
-"2"
Dijo Luis.
-"1"
-"1"
-"1"
Gritamos todos al mismo tiempo, y comenzamos a lanzar piedras al enorme panal que estaba en la parte mas alta del árbol que teníamos frente a nosotros.
Lanzamos piedras una y otra vez sin descanso hasta que una piedra golpeó el panal, pero este no cayó, más bien solo se sacudió, y como consecuencia las abejas de alrededor del panal se alborotaron de forma muy agresiva.
-"Vieron eso chicos le di."
Dijo Luis.
-"Mentiroso yo le di."
Gritó Arturo.
-"Mentira ninguno de ustedes dos fue, el que le dió fui yo."
Grite al mismo tiempo que todos seguíamos lanzando piedras, hasta que alguno de nosotros golpeó la rama que sostenía el panal, haciendo que todas las abejas se volvieron locas lanzándose al ataque sobre de nosotros.
Arturo comenzó a reír como loco mientras gritaba con miedo en su voz.
-"Prepárenseeeee... Ya vieneeeeeeen."
Todos seguimos arrojando piedras, pero ahora lo hacíamos mucho más rápido, hasta que alguien golpeó directamente al panal y cayó al suelo.
-"Aaahy hay hay."
El primero en ser picado por una abeja fue Luis, quien salió disparado directo al bosque.
-"Haaay noooo mamáaaaa."
El segundo en ser picado fue Arturo quien corrió en dirección de regreso al lago.
Yo me mantuve quieto sin mover un solo músculo, y me di cuenta de que por alguna razón las abejas los picaban solo a ellos y los seguían a todos lados pero a mi no. Las abejas solo se paraban en mi piel y caminaban. En ese momento me sentí único y especial, hasta que sentí una picadura en mi oído derecho y después otra más en mi brazo izquierdo.
-"Haaaaay mamasita..."
El dolor punzante se regó en todo mi cuerpo y por inercia corrí sin descanso adentrándome en el bosque. Cai al suelo y me levanté tan rápido como pude para seguir corriendo.
Después de tanto correr perdi el camino, pero no me detuve hasta que vi frente a mi un arrollo, así que me lance al suelo y cubrí mi cuerpo con lodo para que las abejas dejarán de seguirme. Debo decir que este truco funcionó tal y como mi hermano mayor alguna vez lo había dicho, ya que desde ese momento las abejas dejaron de seguirme y se alejaron volando hacía el cielo.
-"Hasta que te alcancé Jacob."
Dijo Luis desde detrás de mi, quien tenía picaduras en todo su cuerpo, pero las abejas ya habían dejado de seguirlo.
-"Y dices que no eres bueno para correr, pero si corrieras asi en el cuauhcalli seguro que vencerías a todos."
Luis no dejaba de reír y burlarse de mi, cosa que de verdad me molestó.
-"De que te ríes sonso, si tú fuiste el primero en correr, y corrias como animal salvaje con un puño de abejas tras de ti."
-"¿Pues que querías que hiciera? a mí me picaron primero. ¿No me iba a quedar parado a que me siguieran picando verdad?"
Luis se veía molesto y estaba frunciendo el ceño, pero su mirada de enojo se torno a preocupación al ver algo a lo lejos, algo que desvío toda nuestra atención.
-"Aaaaaaaa--ayudenme-- por favor."
Ese que gritaba era Arturo, y ahora venía corriendo hacia nosotros con una gran cantidad de abejas tras el.
-"Idiota no las traigas aquí."
Gritó Luis al ver a Arturo muy cerca de nosotros, pero el lo ignoro y siguió corriendo con todas sus fuerzas mientras gritaba a todo pulmón. Así que de forma rápida Luis se tumbo al suelo y cubrió su cuerpo de lodo desesperadamente, para después entre los dos cubrir a Arturo con unas enormes bolas de lodo.
Una vez que estuvimos todos cubiertos en lodo y ahuyentamos a las abejas, nos vengamos de Arturo por haber traído a las abejas nuevamente a nosotros, así que embarramos lobo en toda su cabeza, oídos, boca, ojos y después sumergimos su rostro en el lodazal que estaba a orillas del pequeño arrollo.
-"Idiotas ya suficiente, no puedo respirar-no puedo respirar."
Gritaba Arturo y se movía de lado a lado para salir de nuestro amarre, pero al cabo de solo unos segundos nos cansamos de tanto forcejear y comenzamos a reír como locos en medio del bosque.
Después de descansar un momento y recuperar el aliento, nos levantamos y lavamos nuestros cuerpos retirando todo el lodo en el pequeño arrollo. Y una vez que estábamos completamente limpios, comenzamos a reír como locos al ver todas las ronchas causadas por las picaduras de las abejas.
Las ronchas estaban en nuestras caras, orejas, brazos y espalda.
Mientras reíamos Luis comenzó a verse algo inquieto.
-" Oigan idiotas, ¿Saben donde estamos?"
Pregunto Luis mientras volteaba la mirada hacia todas direcciones con los ojos casi saliendo de su rostro.
-"A como eres sonso, que no te das cuenta que estamos en..."
Por un momento Arturo hablo con mucha seguridad, pero después de voltear hacia los lados y no reconocer ningún solo árbol, se quedó en silencio y su rostro mostró un gran miedo.
Mientras los chicos discutían, pude sentir una mirada muy pesada sobre mi, así que voltee hacia todas direcciones, hasta que escondido entre las sombras de unos árboles a la distancia, pude ver la figura de un extraño animal que nos observaba, pero en especial a mi, ya que me miraba fijamente, así que trate de alertar a los chicos sobre eso, pero ellos solo me ignoraron.
-"Rayos ¿Estamos perdidos? ¿Y si entramos a territorio de Azcapotzalco? Ellos podrían llevarnos como cautivos, debemos salir de aquí."
Gritó Luis con mucho miedo en su voz.
-"Cállate sonso, vinimos al sur, no al este, además no es posible que hayamos cruzado la frontera sin darnos cuenta."
Dijo Arturo reprendiendo a Luis.
-"Chicos... Chicos, algo nos observa."
Trate de volver a llamar su atención pero ellos seguían discutiendo en voz alta.
-"¿Pero si no estamos en territorio de Azcapotzalco, entonces dónde estamos? Está parte del bosque no la reconozco. Solo estoy seguro de que no es territorio azteca."
Dijo Arturo con miedo en su voz, y después siguió hablando hasta que repentinamente el ruido de unas pisadas muy pesadas se escuchó a solo unos metros de nosotros, haciendo que finalmente los chicos se enfocaran en algo más que solo ellos.
-"Les dije que algo nos observaba."
Grite con furia en la voz para evitar que el miedo me sometiera. Y todos nos pusimos en guardia con dirección a los arboles, dónde se ocultaba eso que nos amenazaba.
Sea lo que sea esa cosa, se percató de que estábamos concientes de que nos observaba y que estábamos preparados para recibirlo, por lo que se comenzó a alejar de nosotros adentrándose en lo profundo del bosque, y poco a poco sus pisadas se comenzaron a escuchar mas y mas lejos.
-"¿Que diantres era esa cosa, un animal? Debemos largarnos de aquí, debemos irnos."
La voz de Arturo reflejaba pánico y horror. Todos sabíamos que debíamos regresar a casa lo más rápido posible, pero la siguiente pregunta era ¿Hacia donde deberíamos ir?
La luz del sol se comenzó a reducir, dando a entender que la noche se acercaba, y con ello esas malditas y grotescas pisadas se acercaban a nosotros nuevamente, provocandonos horror de forma incontrolable.
Los 3 nos miramos al rostro sin decir una sola palabra, y como si hubiéramos hecho algún plan en completo silencio, Luis tomó una rama que estaba en el suelo, y camino por delante siguiendo las huellas que dejamos cuando llegamos a este lugar, mientras que Arturo y yo tomamos piedras en nuestras manos, y caminábamos como los cangrejos hacia atrás, haciendo la forma de un triángulo con Luis por delante y nosotros cubriendo su espalda por detrás. Momentos como este, es donde agradezco todas sus enseñanzas a los sacerdotes del cuauhcalli, pues ellos nos ha enseñado muchas cosas, y una de ellas es trabajar en equipo y estar preparados para cualquier situación.
Las pisadas de esa bestia daban a entender que se alejaba y regresaba, pero por alguna razón no nos atacaba, solo mantenía distancia de nosotros mientras daba esos pesados y ruidosos pasos, a la vez que se mantenía oculto entre la maleza y los arboles, hasta que repentinamente el bosque por completo se torno de color rojo y el suelo se comenzó a sacudir violentamente.
-"¿Que rayos está sucediendo?"
Gritó Luis, quien cayó al suelo debido a esos violentos temblores, pero para cuando éstos se calmaron, nosotros estábamos empapados en pavor, asi que cegados por el miedo corrimos sin poder contenernos, hasta que una vez más volvieron los temblores y nos hicieron caer a todos al suelo.
Después de ese último temblor nosotros nos mantuvimos en el sueño sentados y en silencio, pegando nuestras espaldas nuevamente mientras con la mirada observamos y buscábamos por dónde podría atacarnos esa cosa.
Con el pasar del tiempo, después de un largo momento esperando, parecía que los temblores habían cesado, pues el suelo ya no se movió más, y también el cielo y el bosque de color rojo se aclaro, dejando todo en casi completa oscuridad, de no ser por la luz de la luna que alumbraba nuestro camino.
-"Muy bien, parece que todo se calmó, debemos largarnos de aquí."
Dijo Luis a la vez que se ponía de pie, pero justo antes de que comenzará a caminar algo llamo su atención, pues su mirada se quedó paralizada en algo justo frente a nosotros.
-"¿Que han hecho idiotas?"
Gritó Arturo despues de ver qué muy cerca de nosotros estaba un jarrón roto en docenas de pedazos.
-"Yo no hice nada, fue alguno de ustedes."
Grite muy asustado.
-"Yo tampoco fui, los temblores lo rompieron."
Grit Luis.
Sus miradas al igual que la mía eran de algo más que horror, ya que aquello que estaba quebrado frente a nosotros, era algo simbólicamente muy importante.
Según lo que siempre nos han dicho, tanto en nuestras casas desde pequeños como también en el telpochcalli y en el cuauhcalli, es que hay reglas y leyes a seguir, y una de esas importantes leyes que todo azteca debe seguir sin importar si es un campesino, sacerdote o incluso el mismo Tlatoani, es que nunca se debe abandonar el territorio que nos a sido otorgado por el mismísimo dios Huitzilopochtli. Nunca se debe acceder al territorio de Azcapotzalco, o aún peor, nunca se debe entrar al bosque prohibido.
Para marcar el límite entre el territorio azteca y la frontera con Azcapotzalco, hay árboles y jarrones pintados de color amarillo siguiendo una linea recta, pero el jarrón que acabábamos de romper tenía una marca roja al igual que los arboles que ahora estábamos viendo frente a nosotros, lo que demostraba que habíamos violado una de las leyes azteca más importantes al entrar al bosque prohibido, ese bosque que nunca se debe ver, nunca se debe pisar, y nunca bajo ninguna circunstancia se debe cruzar, pues de hacerlo, los dioses lo sabrían exactamente en ese mismo momento.
Así que ahora mismo no solo violamos una ley directa al salir del territorio azteca, sino que también hay evidencia al romper un jarrón.
-"Nooo no no, no puede ser posible que rompimos el pacto que nos impusieron los dioses y entramos al bosque prohibido. Entonces esa cosa que nos seguía debe ser un guardian de los dioses.
Era 1000 veces mejor invadir territorio de Azcapotzalco, ¿Porque nos sucedio esto a nosotros?"
Luis se lamentaba mostrando aún más miedo que antes.
-"Y lo peor es que rompimos un jarrón sagrado dejando evidencia de nuestro delito."
Arturo también estaba muy asustado, pues lo que hicimos a los ojos del pueblo, el tlatocan y el huey tlatoani era imperdonable. Si esto llegará a saberse, lo único que nos esperaría es ser sacrificados a los dioses junto con los cautivos después de la próxima guerra florida.
-"Cállense idiotas, nadie nos vio, nadie sabe de esto, debemos regresar a casa y nunca mencionarlo con nadie."
Grite tratando de hacer entrar en razón a los chicos.
-"¿Estás loco Jacob? Los dioses lo saben, ellos ya lo han visto, los temblores y el cielo de color rojo son evidencia de eso y están furiosos. Su bestia guardian nos ha observado y no hay forma de solucionar esto, los dioses exclamaran nuestros cuerpos."
Gritó Arturo aún más horrorizado, por lo que para hacerlo entrar en razón tuve que golpearlo mientras sujetaba su cuello usando collares.
-"Controlarte idiota, no podemos dejar que nos invada el miedo."
Aunque por fuera parecía controlarme, por dentro estaba igual de aterrado que ellos.
-"Ya casi anochece por completo, debemos salir de aqui."
Grite a los chicos, quienes seguían lamentándose muy alejados de la realidad, mientras tanto una vez más esa cosa regreso para acecharnos, así que Arturo golpeo mi mano con la que lo sujetaba, y después de que lo solté corrió sin descanso, Luis trato de detener a Arturo, pero por desgracia no pudo, así que corrió tras el toda prisa, y de esa forma ellos se perdieron entre la oscuridad del bosque.
Al estar completamente solo no tuve otra opción más que prepararme para pelear, ya que esa cosa estaba muy cerca de mi.
Tomé entre mis manos la vara que había dejado en el suelo Luis cuando salió corriendo, y me puse en guardia esperando a que me atacará esa maldita cosa.
Esa bestia de forma muy lenta dió un paso a ala vez fuera de las sombras de los árboles, hasta que después de un largo momento, quedó expuesta a mis ojos, justo bajo los rayos de luz de la luna.
Ese maldito animal tenía la forma de algo que nunca antes había visto. Era como si fuera un perro, un gigantesco perro de tal vez 2 metros y medio de largo por un metro y medio de alto, pero su hocico era diferente, pues era inquietantemente largo a comparación de un perro normal, tal vez el doble del tamaño del hocico de un perro común y corriente, con una cantidad exagerada de afilados dientes tanto arriba como abajo. El color de este animal era completamente negro como la misma noche, y por esa razón era muy difícil de observarlo.
Está gigantesca bestia caminó hasta quedar a unos metros de mi, y después comenzó a gruñir y a caminar dando círculos a mi alrededor mientras me olfateaba.
Esa bestia de forma muy lenta dió un paso a ala vez fuera de las sombras de los árboles, hasta que después de un largo momento, quedó expuesta a mis ojos, justo bajo los rayos de la luna de la luna.
Ese maldito animal era muy extraño, ya que de alguna manera tenía similitud a un perro, un gigantesco perro de tal vez 2 metros y medio de largo por un metro y medio de alto, con 4 ojos en lugar de 2, y su hocico era aún más perturbador, pues era muy largo, tal vez el doble del tamaño del hocico de un perro común y corriente, y con una cantidad exagerada de afilados dientes tanto arriba como abajo.
El color de este animal era completamente negro como la misma noche, y por esa razón era muy difícil observarlo.
Está gigantesca bestia caminó hasta quedar frente a mi, dónde comenzó a gruñir y a caminar en círculos mientras me olfateaba con mucho cuidado.
-"¿Que esperas maldito? ¿Viniste por mi no? Pues aquí me tienes, llégale estúpido animal."
Grite con furia para terminar con esto, pues en mi mente solo tenía dos opciones, una era provocarlo para que me atacará, o la segunda era todo contrario, pues tal vez por el miedo que sentía pensé que este animal saldría huyendo hacía la oscuridad del bosque al escucharme gritar, pero para mí desgracia esa bestia eligió pelear y se lanzo sobre mi sin pensarlo.